Publicidad

Aznar llega con la cabeza en el viento y los pies en la tierra

Su última producción en música para cine, una versión de un tema de Violeta Parra y antiguas canciones de la legendaria banda Serú Girán son parte del repertorio que trae Pedro Aznar y su banda. El músico habló con El Mostrador.cl sobre su visión del rock y sus buceos en lo latinoamericano.


Pionero del rock argentino que estuvo en la línea de fuego en Serú Girán y creador con un historial de proporciones sublimes es Pedro Aznar. Bajista, arreglador, compositor y poeta con un séquito de incondicionales que podrán deleitarse hoy con la retrospectiva musical que dará en el Teatro Oriente de Santiago, a partir de las 20:30 horas.

Pedro Aznar en concierto.



El itinerario que brindará se circunscribe a algunos clásicos en la frecuencia de Serú Girán, un poco de los discos Cuerpo y Alma, Caja de Música y Huellas en la luz, que es música para cine. «He tenido una profundización en la raíz latinoamericana, por ejemplo, Cuerpo y Alma es un disco que bucea en lo latinoamericano y toca Chile con una versión de una canción de Violeta Parra, Qué he sacado con quererte«, dice.



Estuvo junto a Charly García y Pat Matheney. Fue productor musical de Sandra Mihanovich y Celeste Carballo, autor de las bandas de sonido de Hombre mirando al sudeste y Ultimas imágenes del naufragio. Ha compartido el oficio con Soda Stereo, Jairo, Lito Vitale, Gal Costa, Sui Generis, Fabiana Cantilo, el Flaco Spinetta, por nombrar algunos.



Aunque sinceramente Aznar no necesita tantos antecedentes: en el escenario lleva 30 años de los 42 que tiene. Y da la casualidad que ahora, después de andar un largo camino, grabó a Violeta Parra.



«En mi búsqueda no se trata de un hit, ni de una protesta. Es más de raíz, de una raíz estética, de una propuesta, por eso uno de los puntos que toqué es Violeta Parra. Ella trasciende. No es música que apenas exprese rebeldía, sino que es una de las grandes voces poéticas de Latinoamérica», dijo el músico a El Mostrador.cl.




Pedro Aznar junto a Charly García.



¿Qué hay de rock en tu música?
– La actitud. Una actitud que suma estilos y funde en un crisol un montón de estéticas diferentes. El rock es una música que ha podido englobar distintas músicas del mundo bajo un mismo concepto, uno nuevo.



¿Sigue siendo vigente a pesar del funk y el rap?
– El rock puro es Chuck Berry y Little Richard. Cuando hablo de rock, a estas alturas del partido, hablo de una música mucho más englobadora, en la cual yo puedo estar considerado como un músico de rock. Pero si hablamos de la década de los ’50 yo no tengo nada que ver, soy un producto muy distante.



«Cuando digo rock pienso en una música hija de la investigación que hicieron Los Beatles a mediados de los ’60, en la que podían caber una serie de estéticas diferentes dentro de un concepto», agrega.



¿Cuánto has cambiado desde Serú Girán hasta acá?
– En el principio de Serú Girán, por allá por el año ’78, yo si bien siempre tuve una presencia de productor y arreglador y también había algunas composiciones mías, era predominantemente el bajista. Hoy, tengo una visión artística que aportar, que va más allá de tocar un instrumento.




Aznar estuvo en Serú Girán con Charly García, David Lebon y Oscar Moro.



¿En qué ámbito?
– En el de una propuesta artística, de una visión, incluso, poética. El mensaje es la propia estética de la música que hago. Y explicarlo… lo enturbiaría. No creo que la obra artística esté para ser explicada, sino que para ser tocada.



¿Los contenidos sociales siguen siendo de importancia?
– Sí, sin duda. Un artista no puede jugar a estar subido a una nube. Tiene que tener los pies en la tierra y hablar de lo que pasa a su alrededor, sin por eso convertirse en un escritor de panfletos. La música panfletaria no me interesa. El arte, puede ser catarsis. Puede ser una manera de hacer frente desde la belleza a la tragedia y la vida.



¿Fue más hermoso el tiempo de Serú Girán que este?

– No diría que ese tiempo fue más bello. Este es y aquel fue… Son dos momentos muy convulsionados de la historia de los últimos cien años en Latinoamérica. El principio de Serú Girán era una época en que estábamos bajo dictadura: ¡De ninguna manera podría decir que fue bello!



¿En lo musical no hubo nada bueno?
– Fue un momento creativo interesante. Este también. Ahora, lo trágico es que la vida de las personas parecería estar tomando una segunda posición frente al dominio completo de las máquinas y del culto al dinero. La vida de la gente está en un segundo lugar: es una tragedia increíble.



¿Qué te enamora de la música latinoamericana?
– Es que es música para enamorarse. Que es música que tiene los pies en la danza y la cabeza en el viento. Tiene una fuerte raíz rítmica y un componente de danza muy importante. Todas las músicas folclóricas latinoamericanas tienen bailes que las acompañan que son representaciones del cortejo, del amor y del romance. Han sabido poner la cabeza en las nubes y pisar bien la tierra.

Publicidad

Tendencias