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Murió el sucesor de Arrau, Oscar Gacitúa

Pasado el mediodía de hoy falleció el pianista Oscar Gacitúa, en Santiago, producto de un piolitraumatismo severo, luego que se lanzó al Metro en la Estación Alcántara. Según informó la familia el connotado artista padecía de depresión y habría manifestado el deseo de poner fin a su vida. Sus funerales se realizarán en forma privada en el Parque del Recuerdo.


El pianista Oscar Gacitúa, considerado por la crítica nacional el sucesor de Arrau, y uno de los grandes intérpretes nacionales puso fin a su vida a la edad de 75 años lanzándose al metro pasado el mediodía de hoy.



El informe policial indica que Gacitúa saltó al paso de los carros en la estación Alcántara de la Línea Uno. Su familia habría explicado, según la policía, que el músico padecía de una depresión endógena.



Su hijo, Roberto Gacitúa, músico y productor y gestir de la llegada de Egberto Gismonti y Emir Kusturica al país, manifestó el profundo dolor que sentía por la muerte de su padre, como además el deseo de que fuera recordado por todos por la inmensa lucha que dio y actividades que hizo para lograr un desarrollo cultural en el país. Agregó que es deseo de la familia que se realice una ceremonia privada para sus funerales.



Pianos para Chile



Oscar Gacitúa a pesar de su estado de ánimo algunos meses atrás habló con El Mostrador.Cl y manifestó en esa ocasión una serie de proyectos que pensaba llevar a cabo. Entre ellos, quería gestionar la implementación de pianos para recintos educacionales del país y buscaba el apoyo a nivel de altas autoridades para llevar a cabo su sueño. Además, organizaba el ciclo de recitales de piano De Bach a Stravisnky.



Fue un amante del arte que nunca escondió las dificultades ante las que se enfrentan muchos intérpretes en el país, donde buscó incansablemente los medios para ampliar el espectro cultural y musical, llegando sólo a pedir que los músicos toquen a los compositores nacionales.



«La única obligación que les pedía a los intérpretes es que tocaran al menos una pieza chilena. Tenemos compositores, como Pedro Humberto Allende, Alfonso Leng y Enrique Soro, entre otros que configuran nuestra riqueza musical y es nuestra responsabilidad darlos a conocer. En la Chile deberíamos desarrollar más la actividad musical y la educación de los auditores, es decir, enseñarles a escuchar música para que existan mejores artistas y más espacios para ellos», comentó Gacitúa en una de sus últimas conversaciones con la prensa a El Mostrador.Cl.



Algo más



Uno de los últimos conciertos que dio en Chile fue en 1996. En aquella ocasión, que tuvo lugar en la Universidad Federico Santa María, estaba celebrando sus 70 años. Entonces prometió que nunca más tocaría en el país: «Iniciaré una nueva etapa en el extranjero. Acá casi no hay organización para el piano», afirmó.



Tres años después, sin embargo, quien fuera nominado por la crítica como el sucesor de Claudio Arrau, regresa al escenario para participar en un ciclo de conciertos cuyo objetivo es conmemorar los 150 años de la muerte del compositor polaco Frederick Chopin, quien falleció a los 39 años, en París, el 17 de octubre 1849.



En este último tiempo se mantenía alejado de las grandes corporaciones culturales y había optado por organizar su propia temporada de piano, invitando a cinco pianistas chilenos cuyo lazo común es que alguna vez participaron en el prestigioso Concurso de Varsovia dedicado a Chopin.



«Para mí es un orgullo reunir a importantes músicos nacionales para que den a conocer la obra del compositor polaco por todo Chile», afirma el pianista. La temporada contará con la participación de Elisa Alsina, Javier Lanis, Manuel Montero, Michio Nishihara y Virna Osses, además de Gacitúa. A partir del 20 de junio y hasta el 1 de octubre, los pianistas recorrerán los teatros de Santiago, Valparaíso, Rancagua, Talca, Curicó, Temuco, Chillán, Puerto Montt, La Serena y Antofagasta.



Tributo Chopin 150 años consiste en un ciclo de 60 conciertos de piano, en los cuales se interpretará un nutrido programa de composiciones del músico polaco, incluyendo Mazurkas, Polonesas, Valses y Nocturnos:



«Chopin era el pianista más popular del mundo y es el único compositor que dedicó su vida exclusivamente al piano», explicaba Gacitúa. El ciclo musical es un reflejo de lo que está sucediendo en el mundo: «Este es el año del gran músico. En Polonia, por ejemplo, todos los teatros están celebrando el aniversario».



Este concierto marcó el regreso de Gacitúa. Reconocido por la crítica nacional e internacional como uno de los mejores pianistas chilenos, Gacitúa desarrolló una carrera con importantes logros. A los 12 años debutó como profesional en la Orquesta Sinfónica de Chile. La prensa, en aquella oportunidad, lo catalogó como «niño prodigio… sólo comparable al extraordinario talento de Claudio Arrau».



Gacitúa fue el primer chileno en recibir el premio del Concurso Chopin de Varsovia, y en Chile obtuvo dos veces el galardón de la Crítica, en 1984 y en 1991. Ese mismo año fue calificado por un diario norteamericano como un «inusual pianista… Individual, diferente e independiente», luego de visitar el Carnegie Hall de Nueva York.



Por su carácter algunos sectores intentaron descalificarlo con el apelativo de «pianista rebelde», característica que, por lo demás, estuvo en el origen de fuertes discrepancias con directores de importantes centros artísticos.



En 1981, por ejemplo, luego de ejercer durante 21 años como pianista de la Orquesta Sinfónica, decidió enviar una carta al entonces rector de la Universidad de Chile para denunciar «ciertas arbitrariedades que estaría cometiendo el decano de la facultad». La respuesta no se hizo esperar: el director de la Facultad de Artes lo despidió inmediatamente.



Después de su polémica salida de la Sinfónica, el pianista ingresó, con un cargo administrativo, al Teatro Municipal. Estuvo diez años dirigiendo y organizando conciertos, hasta que por diferencias de opinión con el director del Municipal, Andrés Rodríguez, debió retirarse.



En ese entonces, Gacitúa abogaba por que se le entregara mayor espacio a los conciertos de pianos y no sólo al género lírico, pues consideraba que el director privilegiaba la ópera en desmedro de las otras expresiones musicales: «La vida musical en Chile, que a mediados del siglo fue la más brillante de Sudamérica, hoy es la más pobre», explicó en aquella ocasión.



En todo caso, su retirada del Municipal no se tradujo en falta de ofertas para que realizara presentaciones. En 1993 dio conciertos en Alemania y en Austria, y en 1996 se presentó en Londres, en la sala del Royal Albert Hall. Al año siguiente, en Varsovia, protagonizó su último recital en la Academia de Música de Bydgoszcz. En esa oportunidad grabó un CD, con el auspicio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, que era precisamente un tributo a Chopin.



En esa oportunidad Oscar Gacitúa interpretó Preludio op. 45 Nocturno Re bemol mayor Impromptu Sol bemol mayor Sonata Si bemol menor op, 23 Balada Sol menor op. 38 Balada Fa mayor op. 38 Balada La bemol mayor op. 47 Balada Fa menor op. 52 .



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