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Hernán Loyola, experto en su obra: ‘Neruda sigue siendo un desconocido’

Uno de los mayores conocedores de la obra del poeta en el mundo entero, que prepara la más ambiciosa de sus biografías, si bien valora los homenajes hechos en el natalicio de su centenario, los califica de »pobres» y »fragmentados». Además insiste en que el aeropuerto debe llevar el nombre de Pablo Neruda.


«Excesivo por un lado, superficial e insuficiente desde otro ámbito». De esa forma asegura haber visto la serie de homenajes que se han hecho a la figura de Pablo Neruda en el natalicio de su centenario, el crítico y profesor universitario chileno Hernán Loyola, quizá una de las personas que ha estudiado con mayor profundidad la obra del poeta y que actualmente trabaja en lo que se espera sea la más completa biografía del autor del Canto General.



Radicado en Italia desde hace largas décadas (enseña Literatura en la Universidad de Cerdeña), Loyola llegó a Santiago el 23 de septiembre pasado, exactamente 31 años después de que falleciera Neruda. Imposibilitado de volver a nuestro país por obvias razones laborales, se dedica no obstante ahora a trabajar en lo es hoy es su ocupación principal, el libro Pablo Neruda/ Una biografía literaria. Sus labores de docencia, en todo caso, no se detienen y hasta principios de diciembre está dictando un curso y un ciclo de conferencias sobre el poeta en la Universidad Andrés Bello.



Aunque reticente a entrar en detalles respecto a sus críticas a las conmemoraciones del centenario de Neruda, Loyola plantea que "con notables y puntuales excepciones me ha parecido que el conjunto de los homenajes del año nerudiano han sido bastante pobres. Ha faltado un gesto de política cultural impuesto por el gobierno", explica y aunque reconoce en plenitud los esfuerzos hechos, añade: "Siento que ha faltado una cosa centralizada, impactante. Ha sido muy fragmentado para empezar".



Pero más allá de la generalidades, Loyola plantea que han faltado dos de los homenajes que a Neruda le habrían gustado. Uno proveniente desde Cuba y otro desde Chile. Ninguno de ellos literario.



Una nueva entrada para Chile



El proyecto es viejo. De hecho, hace tres años, Hernán Loyola recibió un correo electrónico del ex ministro del régimen militar José Piñera, en el que le pedía apoyo para rebautizar el Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino Benítez como Pablo Neruda. En su momento lo respondió coincidiendo con la idea y hoy sigue completamente de acuerdo con ella. Es más, está decepcionado porque no ha sido concretada: "Que el aeropuerto de Santiago no se llame Pablo Neruda es una aberración".



Lejos de entregar argumentos culturales o patrimoniales, Loyola habla desde un plano comercial y nombra como ejemplos el casos de Italia donde el aeropuerto lleva el nombre de Leonardo Da Vinci, o de Cuba, donde se llama José Martí. "No lo digo ni porque soy un especialista en Neruda ni porque participo de sus ideas, ni por razones literarias. Lo digo poniéndome en el criterio de la sociedad contemporánea globalizada; vale decir: en una sociedad de mercado donde el valor de la imagen, de la marca importa tanto y tiene tanta incidencia, no ponerle el nombre de Neruda al aeropuerto de Pudahuel supone -y esto sea dicho sin ningún demérito para Comodoro Arturo Merino Benítez, aunque no sé quién es- una pérdida diaria de miles de dólares", asegura.



Sin embargo, la idea más destacada desde el Gobierno chileno es que durante este año se ha puesto en el mundo la figura del poeta. De hecho, todas las semanas se conocen una serie de actividades organizadas por embajadas de nuestro país en una decenas de países. "Ha sido promovido, pero la forma de la promoción ha sido convencional y tradicional. Pequeños congresos, reuniones, mesas redondas….", asegura Loyola, para luego descartar entrar más a fondo en el tema ya que lo toca directamente y no desea herir ninguna sensibilidad.



El desagravio ignorado



El otro homenaje que, según, Loyola Neruda hubiera querido tampoco es literario, sino político. En 1966 el poeta recibió un golpe del que jamás se recuperó. Invitado por escritores norteamericanos, como Arthur Miller y Alistair Reed, viajó a Estados Unidos para participar en el PEN Club en Nueva York, donde dictó conferencias y ofreció recitales de poesía. Sin embargo el viaje fue duramente criticado por escritores cubanos que lo interpretaron como un gesto de apoyo al "imperialismo norteamericano" y escribieron un documento conocido como la «Carta abierta de los intelectuales cubanos a Pablo Neruda».



"Creo que eso le amargó los últimos años de vida a Neruda. Siempre deseó un gesto de desagravio de Cuba que se merecía y se merece aún", asegura Loyola para luego agregar que "ese gesto le es debido. Por varias razones: entre ellas porque aquella carta fue injusta y ofensiva en la condición política y revolucionaria de Neruda. Neruda murió con las botas puestas, sin haber hecho nunca lo que muchos firmantes de la carta hicieron. Es decir, muchos de los firmantes de la carta que reprocharon a Neruda haber ido ese viaje a Estados Unidos, después se fueron de Cuba o renegaron de Cuba".



Aunque ese gesto de desagravio no tiene que ver con los organizadores chilenas de los eventos de conmemoración, Loyola asegura que de todas maneras podría haber sido "promovido desde Chile". Evita entrar en detalles sobre las posibles despreocupaciones nacionales.



El desconocido de siempre



En realidad, el título del libro que escribe Loyola –Pablo Neruda, La biografía literaria– no significa nada. El mismo lo reconoce: «Pero me sirve porque sugiere estas dos dimensiones: la palabra biografía sugiere escribir sobre la vida y la palabra literaria, sobre literatura. En Neruda las dos cosas se dan en forma inseparable", plantea.



En esa línea, Loyola ya escogió el epígrafe del libro: "Si ustedes me preguntan que es mi poesía, debo decirles no sé. Pero si ustedes interrogan a mi poesía, ella les dirá quien soy yo", una frase no documentada que le fue referida por Fernando Alegría. Justamente la biografía que escribe intenta descifrar quien fue Neruda, lo que a su juicio sigue siendo un misterio en nuestro país pese a las miles de celebraciones que se han realizado durante este año.



"Un homenaje a Neruda implicaría el reconocimiento de todos sus aspectos, lo que cual sería muy difícil de hacer", explica Loyola, quien cuatro años atrás al publicar su edición de las obras completas del poeta, señalaba que Chile estaba en deuda con el vate. Si bien hoy no cree lo mismo, plantea que en realidad "la gente lo sigue encasillando: es el poeta del amor o el poeta político o el poeta de la naturaleza. Neruda sigue siendo un desconocido".



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»Chile está en deuda con Neruda» (25 de Septiembre del 2000)

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