La sección Cultura del medio español quiso dejar de lado la opinión de los expertos y abrirles paso a los verdaderos fanáticos. Cerca de 28.500 votos la elevaron hasta la cumbre de la lista. No hubo dudas. El Padrino dejó atrás a películas como Blade Runner, Vértigo y Ciudadano Kane para posiconarse como la mejor de la historia.
Habían grandes obras en competencia. Vértigo, Blade Runner, El gran Dictador, Ciudadano Kane y tantas otras, que de una u otra forma han dejado una huella en el mundo del cine y en la mente de sus fanáticos. La sección de Cultura de El Pais quiso hacer el experimento e ir más allá de las críticas de cineastas expertos que batallan entre sí para posicionar la que ellos creen es la mejor película de la historia. Le abrieron las puertas a sus lectores para que ellos votaran y decidieran cuál película se encuentra en la cima de la industria cinematográfica. Para obtener el primer lugar, el film debía acercarse a los 28.500 votos. ¿Cuál logró cautivar tanto al público para que le permitieran ocupar el puesto número uno de la larga lista? Él, el más grande mafioso de la historia, Vito Corleone y su familia. El Padrino.
Para los integrantes del medio fue un resultado muy serio, pues derrumbó las listas que hasta el momento, cientos de expertos habían realizado. Cada diez años la publicación en la revista Sight and Sound, del British Film Institute, realiza el ejercicio de enlistar a las mejores cintas cinematográficas. En el verano de este año, la obra de Alfred Hitchcock, Vértigo, destronó a la que venía siendo número uno, la afamada Ciudadano Kane, de Orson Welles. En esa oportunidad, a El Padrino de Francis Ford Coppola, los directores la relegaron al séptimo lugar. Sin embargo, si nos remontamos al 2010, dejaron en la cumbre a Vito Corleone en el El País Semanal del mes de agosto.
Para dejarla en el número uno se pueden disparar muchos argumentos. Por ejemplo, «puede que como aduce Tom Hanks en Tienes un email: El Padrino te responde a todas las preguntas vitales que se te presentan en la vida» o «porque Coppola vivió al límite en el rodaje, con la constante sensación de que iba a ser despedido, de que el productor Robert Evans y la Paramount ni le estaban dando tregua, ni le iban a dejar terminar una película en la que él tampoco creía al principio (al fin y al cabo, iba sobre algo muy alejado de su vida, la Mafia y se basaba en un best-seller); y de esa presión salió el zumo del talento, la esencia que inspiró al nuevo Hollywood. Porque Marlon Brando hizo una prueba para ser contratado, él, que se negaba a ello. Porque llegaron los chicos jóvenes de la interpretación: Al Pacino, John Cazale (que solo hizo cinco películas antes de fallecer de cáncer, pero qué cinco trabajos), Diane Keaton, James Caan y el refuerzo de Robert de Niro para la segunda parte. Porque ni la música de Nino Rota ni la fotografía de Gordon Willis tienen un segundo de debilidad. Porque a todos nos encanta decir lo de la “oferta que no pudo rechazar” y pensar que puedes meter en la cama de un enemigo la cabeza de un caballo. Por esas razones y por muchas otras: El Padrino es la mejor película de la historia.
