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Sobre los debates, la discusión y el debate Opinión

Sobre los debates, la discusión y el debate

Pablo Hales Beseler. Director de CÍVICA Ong., practicante de kung fu, músico, actor aficionado y… majadero


Debate presidencial ANATEL

Cuando escribí mi columna sobre Lou Reed,  esperaba provocar un espacio de debate y discusión. Pero en lugar de eso he recibido una enorme cantidad de insultos y ataques personales de parte de la hinchada de ese cantante. No resultó. Fueron muy pocos los que quisieron debatir. Debo reconocer que me  sorprendió la violencia y lo personal de las agresiones. Pero así son las hinchadas, si no basta recordar lo que pasó en el último clásico universitario, no hay racionalidad, hay piedras.

En todo caso, queda en eso solamente, haber perdido la oportunidad de debatir.

Los debates, parten de la provocación, pero requieren de una actitud democrática, lo que Zubiri llamaba de “toma y daca”, de dar y tomar. De mostrar tus argumentos, escuchar los del otro y, eventualmente, estar dispuesto a reconocer si el otro tiene verdad. Y viceversa.

Lo menciono porque me gustaría referirme a los dos debates de los candidatos a presidente que vimos hace unos días.

Ahí tampoco hubo debate, y como siempre se le echó la culpa “al formato”.

Claro, es un programa de televisión en el que cada candidato disponía de poco tiempo para mostrar sus puntos de vista. Por eso, más que un debate parecía una exposición propagandística de cada candidato. Pero creo que fue bueno, pues permitió conocerlos más, ya sea para sorprendernos o para confirmar lo sabido.

Las dos principales en su cuerda de siempre. Michelle no está dispuesta a discutir, evadió todo lo que pudo, hasta los ataques personales y su actitud era de querer que terminara pronto para que le pasaran las llaves de La Moneda. Evelyn, en esta nueva actitud más calmada y diciendo que será la protectora de los débiles frente a los abusos… ¿habrá alguien que le crea eso? A mí me dio la impresión de que miraba con asco a Claude, la Michelle y a Roxana, como una vieja pituca. Para qué decir como miraba a Sfeir. Casi cómica. Ah, y no se puede pasar tan rápido de llorar a Pinochet a ser defensor de la democracia y los perseguidos.

Me parece que Meo ha mejorado mucho, está más centrado y calmado, pero ¿no implicará eso perder su principal atractivo que era la irreverencia? Me preocupa que cuando empieza a tener posibilidades reales (por ejemplo, para la próxima elección, cuando Bachelet no pueda reelegirse y la Concertación no tenga otro candidato), se acerca al centro a la postura concertacionista y defiende hasta el libre mercado. ¿No será que la expectativa del poder lo ablanda?

Creo de Claude y Parisi se desinflaron.

Marcel Claude es bueno en la barricada, pero en un set de televisión sus argumentos se ponen muy frágiles. Fue notable su rostro pálido y su duda cuando le preguntaron si pagaba sus deudas, eso quedará en los anales de los debates.

En el caso de Parisi, me parece que no hay ideas reales y de peso en el fondo. Hay una actitud muy emocional, del “tú puedes” pero no es creíble.  La vez anterior nos recomendó comer mucho Corn Flakes para tener un Porsche y ahora les dijo a los trabajadores públicos que estuvieran tranquilos si él ganaba, que habría despidos… claro si no tiene a nadie para poner en ningún cargo. La mención a Jovino Novoa y Halloween no la entendí, aunque la actuación de Novoa bajo la Dictadura es más aterradora que cualquier disfraz.

Tomás Jocelyn-Holt alterna momentos brillantes (cuando emplaza a Bachelet o cuando habla de política criminal en las drogas) adornados por su excelente retórica (es el mejor en eso), con otros momentos en que cae en una provocación vacía y absurda (como cuando trata de escort a la mujer de Meo). Es un buen esfuerzo y tiene buenas ideas, la duda es si la gente escuchará su mensaje o se quedará solamente en la forma.

Me gusta Sfeir. Su aspecto extraterrestre es sensacional. Esperaba que en cualquier momento se pusiera de pie y haciendo el saludo del Dr. Spok nos invitara a viajar al espacio. Cuando nos recordó que éramos humanos, temí que dijera que el era marciano. Pero, hablando en serio, sus propuestas ambientales y ecológicas son, como él lo dice, el único camino posible. Si no lo hacemos tarde o temprano… No va a quedar nada.

Por último la Roxana. Honesta. Directa. Sencilla. Transparente. Muy bien preparada. Claro, no va a llegar al Gobierno ni va a ser Presidenta de la República. Es lo más probable. Y si estuviera cerca, la matarían antes. Pero dado el estado de deslegitimación de nuestra clase política y su grosera desconexión con la realidad, es indispensable contar con personas que puedan recordarnos la realidad. Tan duro como eso, la realidad. Que con los sueldos que  se pagan en Chile la vida no es vida, es sobrevivencia; que el diseño segregado de la educación se repite en el trasporte y en la construcción de la ciudad, lo que deja a los pobres más marginados y a los ricos más protegidos; que la violencia de las manifestaciones está vinculada con el enorme grado de frustración y violencia que causa la angustia de la pobreza y la expectativa incumplida. Es inaceptable lo que pasa con los deudores habitacionales a quienes se les cobran créditos bancarios a 20 años, por miserables casas de 40 metros cuadrados que se filtran por todos lados, que terminan pagando 4 o 5 veces para el beneficio de  la banca privada.

Me gustó la Roxana, es más básica. Está en lo elemental. Pero es indispensable su presencia.

Pero no hubo debate y creo que no es por el formato, como han dicho. Es porque a las candidaturas más poderosas no les conviene. No van a debatir ni discutir. Tienen demasiados intereses que proteger. Sus financistas no se los van a admitir jamás. Creo que esa es la verdad. Lo que ha dejado este debate en la evidencia es que los están más cerca del poder no quieren debatir ni discutir nada. En cambio, los que están más lejos, están dispuestos a todo, incluso a sostener un debate democrático de ideas.

Dos palabras más.

Nada sobre cultura ni menos sobre deporte. ¿Qué país diseñan nuestros candidatos? Me parece que dado el estado de riqueza de este país, no sólo hay que hablar sobre la educación en función de las posibilidades laborales que pueda dar, sino también en función de la formación personal.

Es absurdo decirlo en esta columna, porque parecería candidato.

Pero todos sabemos lo importante que es la posición del Estado frente a la promoción de la cultura y el deporte. Curiosamente, dos de las pocas áreas en que el “ministro” no tiene rango de ministro, aunque sí haya Ministerios para otros asuntos menos relevantes, como Bienes Nacionales.

Creo que es necesario que el Estado adopte políticas reales de fomento de la cultura, de todas las expresiones de la cultura, de los ricos, de los pobres, de los indios, de las mujeres, de los jóvenes, de los ancianos, etc. Y que fomente el deporte, todo, no sólo a las actividades federadas al Comité Olímpico. En ambos casos, en la cultura y el deporte, no sólo apoyar a los profesionales, a los que serán “viables” financieramente, con criterio de economista, sino a los que tienen algún sentido como expresión viva de la sociedad. Es decir, a todos.

Tal vez Sfeir fue el único que lo mencionó.  Con su traje de hombre del espacio, lo que hacía más dramática la reflexión. No sólo somos seres económicos, también somos seres humanos.

Es decir, no sólo podemos medirnos por la cantidad de dinero que produzcamos, eso es una mirada chata y unidimensional (aunque parece ser la única que les importaba los otros candidatos), tenemos otros aspectos. Somos seres humanos. A no  olvidarlo, ni al votar ni después.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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