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Investigación revela asesinato de mujer en la prehistoria en desierto de Atacama CULTURA Crédito: Francisca Insunza

Investigación revela asesinato de mujer en la prehistoria en desierto de Atacama

El equipo de investigación reconstruyó a través de sus restos, su vida y muerte en el contexto de las condiciones sociales y políticas de esa época. Junto con la evidencia de agresión de un golpe letal en la cabeza, se analizaron las ofrendas que la acompañaban y que demuestran que ella formaba parte de la comunidad local de la época datada y que recibió el tratamiento del ritual funerario típico para las mujeres adultas. No hay lugar a dudas que las lesiones fueron intencionales, y su contexto refleja, para el equipo de investigación, un aumento “de la desigualdad y el conflicto social, por lo que la violencia física pudo ser utilizada como un mecanismo de represión interna ante el riesgo de la pérdida del poder hacia finales del Período Formativo”.


Una investigación arqueológica reveló el asesinato de una mujer en la prehistoria en el desierto de Atacama, informó la Universidad Austral de Chile (UACh).

El caso fue descrito en la revista “Latin American Antiquity” (Society for American Archaeology) en un artículo científico denominado “Violencia física y tensión social en el desierto de Atacama: osteobiografía de una mujer del cementerio Tarapacá 40 del periodo formativo”.

Se trata de un trabajo de la antropóloga María José Herrera Soto, de la Universidad de Buenos Aires; Andrea González Ramírez, académica de la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral de Chile; los antropólogos físicos Pablo Díaz y Ariel Pacheco del Grupo OsTeam, Chile; el antropólogo físico Rodrigo Retamal, académico del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile; el antropólogo físico  Arturo Sáez, docente de la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral; la antropóloga Francisca Santana-Sagredo, académica de la Escuela de Antropología de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el arqueólogo Mauricio Uribe, académico del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile.

Espacio destacado

La revista trimestral que publica artículos originales sobre arqueología, etnohistoria e historia del arte de América Latina y el Caribe, en línea por Cambridge University Press, confiere un espacio destacado al artículo publicado el 29 de marzo pasado sobre la violencia física y el conflicto social.

En él se aborda un caso de estudio que tuvo como punto geográfico al desierto de Atacama y que se vio reflejado en los restos óseos de una mujer del Período Formativo del Norte del territorio que actualmente ocupa Chile (1000 aC-900 dC), la cual fue inhumada en el cementerio denominado Tarapacá 40 ubicado en la quebrada homónima de la misma Región.

Hasta ahora, se trataba de un área con pocas investigaciones sobre violencia y conflicto social, mientras que los existentes en áreas adyacentes como Arica y San Pedro de Atacama, se han enfocado en la violencia interpersonal entre cuerpos masculinos, quienes han sido los protagonistas de los conflictos entre grupos. La mujer estudiada en este trabajo abre una interesante línea de análisis, ya que es la primera evidencia contundente de un ataque perpetrado por terceros.

Golpe letal

El equipo de investigación reconstruyó a través de sus restos, su vida y muerte en el contexto de las condiciones sociales y políticas de esa época.

Junto con la evidencia de agresión de un golpe letal en la cabeza, se analizaron las ofrendas que la acompañaban y que demuestran que ella formaba parte de la comunidad local de la época datada y que recibió el tratamiento del ritual funerario típico para las mujeres adultas.

No hay lugar a dudas que las lesiones fueron intencionales, y su contexto refleja, para el equipo de investigación, un aumento “de la desigualdad y el conflicto social, por lo que la violencia física pudo ser utilizada como un mecanismo de represión interna ante el riesgo de la pérdida del poder hacia finales del Período Formativo”.

Perspectiva feminista

Al respecto, la académicaAndrea González Ramírez, quien desarrolla una línea de investigación feminista en Arqueología, destacó, que el análisis del cuerpo de esta mujer muestra que fue una persona tratada según las normas del entierro dispuestas para las mujeres de su comunidad, el cual fue muy distinto que para hombres e infantes.

Las mujeres fueron quienes portaron menos elementos de atuendo, llevando faldellines, mantas monócromas y ofrendas miniatura.

Al contrario, los hombres llevaron un conjunto diverso y abundante de bienes personales, como taparrabos, gorros, tocados y turbantes, mantas y camisas polícromas, además de bolsas y amuletos.

La infancia, por su parte, estuvo en general desprovista de ofrendas, salvo casos puntuales, los cuales acumularon objetos en gran cantidad y diversidad, lo que sugiere una diferenciación social hereditaria.

En el contexto de marcada diferenciación socio-sexual de la época, esta mujer recibió el tratamiento mortuorio que se esperaba para una mujer promedio. Alguna o varias personas de su grupo más cercano, la enterró como se esperaba o debía hacerse. Su muerte violenta no se traspasó al espacio funerario, ya que en él es una persona con igual tratamiento que las de su clase: el de las mujeres.

Conflicto social

Una de las preguntas que intenta responder el equipo de investigación, en consecuencia, es que la violencia de sus lesiones debe haber sido una conmoción pública.

“No podemos saber si se trató de un ataque criminal circunstancial o si fue violencia política. Pero si miramos el contexto de los cuerpos de su época, como el incremento de la diferenciación y la distancia social, el hacinamiento del asentamiento, la carga de mayor cantidad de embarazos en los cuerpos de las mujeres y el aumento de las tensiones internas y externas evidenciadas en el reforzamiento de los muros perimetrales de la aldea de Caserones, así como la disposición de pozos de proyectiles de piedra, es posible sugerir que eran tiempos de gran conflicto socio-político”.

Así indica la académica en el contexto de la investigación que “la violencia física como respuesta a los conflictos sociales, suele ser un síntoma no sólo de represión, que es lo más evidente, si no una manifestación del miedo a perder el poder”.

“La ostentación del escarnio público opera como disciplinamiento social. Es por eso que este caso es relevante tanto en su historia personal, como en la explicación que podemos hacer desde el contexto socio-histórico que le da existencia. Nos sirve muchísimo, también, para reflexionar en torno a los mecanismos sociales de uso de la violencia física, un tema tremendamente contingente en la agenda política actual”, señaló.


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