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Escándalos en la FIFA: suspendido su secretario general y aprobada extradición a EE.UU. de dirigente uruguayo

Escándalos en la FIFA: suspendido su secretario general y aprobada extradición a EE.UU. de dirigente uruguayo

La corrupción en el fútbol mundial hoy dio noticia por partida doble, lo que ratifica que la arremetida de la justicia estadounidense sigue más viva que nunca.


Fue un veranito de San Juan. Las aparentes semanas de calma vividas tras el inicio de la persecución judicial contra la cúpula mundial del fútbol no eran sino un espejismo.

En rigor, el asedio de la justicia norteamericana está más fresco que nunca y hoy provocó dos efectos simultáneos: la suspensión de su cargo del secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, y la aprobación de la extradición desde Suiza hacia los Estados Unidos del uruguayo Eugenio Figueredo, ex presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y ex vicepresidente de la propia FIFA.

En el primer caso, brevemente el órgano rector del fútbol internacional anunció que suspendió con efecto inmediato a su secretario general, horas después de conocerse de que el directivo francés fue objeto de denuncias sobre un acuerdo irregular para la venta de entradas a la Copa Mundial 2014.

Se informó brevemente que se pidió «una investigación formal del Comité de Ética de la FIFA», a propósito de «una serie de denuncias» que el máximo organismo no reveló.

En su comunicado, la FIFA se limitó a divulgar que Valcke «ha sido puesto de licencia y liberado de sus tareas con efecto inmediato hasta nuevo aviso».

Más allá de la escasa claridad de la FIFA, lo cierto es que la prensa inglesa publicó hoy la existencia de graves recelos sobre el proceder del ejecutivo galo, hombre de confianza del todavía presidente Joseph Blatter.

Concretamente, se habla de que Valcke -que ocupa la secretaría general desde 2007- está involucrado directamente en una reventa en el mercado negro de entradas para asistir a partidos del último mundial jugado en Brasil.

Hasta el momento se ignoran los alcances de la suspensión de Valcke y cómo puede afectar la debilitada y con fecha de término gestión de Blatter al mando de la FIFA.

El comienzo del ocaso para el mandamás del fútbol mundial ocurrió a fines de mayo último, cuando la justicia de los Estados Unidos imputó a nueve dirigentes del fútbol y cinco empresarios ligados al marketing deportivo de prácticas corruptas a cambio, entre otras ilegalidades, de favorecer la designación de sedes para importantes torneos.

Siete de esos dirigentes de la FIFA, principalmente pertenecientes a la Conmebol, fueron detenidos el 27 de ese mes en Zurich en virtud de una petición hecha por una fiscalía de Nueva York, cuando participaban en un congreso del órgano rector del balompié.

Justamente, hoy la justicia suiza accedió a una segunda solicitud norteamericana y aprobó la extradición del primero de esos dirigentes encarcelados, el ya citado Eugenio Figueredo, acusado de haber aceptado sobornos de una empresa de comercialización deportiva uruguaya por varios millones de dólares. En lo concreto, se le acusa por la venta de los derechos de comercialización de la Copa América en sus versiones 2015, 2016, 2019 y 2023.

Figueredo tiene 30 días para apelar la decisión de la Oficina Federal de Justicia de Suiza, dijo la justicia helvética en un comunicado.

Pero la complicada situación de Figueredo puede ser aún peor. Ello, porque justicia de los Estados Unidos sospecha que obtuvo de modo fraudulento la nacionalidad estadounidense y que para ello presentó certificados médicos falsos en 2005 y 2006.

A juicio de las autoridades suizas, el expediente de extradición norteamericano cumple con todos los requisitos necesarios para que se acepte la extradición y que Figueredo sea juzgado en Estados Unidos.

Las maniobras que se le imputan como dirigente futbolístico son catalogadas como comercio desleal en la legislación suiza. A la vez, los supuestos engaños para obtener la nacionalidad estadounidense violan el Código Penal suizo.

Aparte de Valcke y Figueredo, otros máximos ex jerarcas están igual de complicados judicialmente a raíz de la persecución de los Estados Unidos.

Uno de ellos es el ex vicepresidente de la FIFA, Jack Warner, de quien se dice que colaboró activamente con la justicia para desarticular la red de corrupción, a cambio de un trato más benévolo a la hora de las condenas judiciales que seguramente llegarán.

El otro es el ex presidente de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz.

Ambos están detenidos en sus respectivos países. En el caso de Leoz, ha aducido problemas de salud para permanecer bajo arresto domiciliario.

A la espera de la resolución judicial de este escándalo, la FIFA elegirá a su nuevo presidente el próximo 26 de febrero en Zurich, en la única acción que hasta ahora le permitirá sacar la cabeza del fango de corrupción y desprestigo en que se haya hundida.

La elección fue resuelta luego de que el ya debilitado Blatter fuera reelecto presidente en junio, solo días después de la masiva detención de dirigentes en la misma capital suiza.

Ganador en las urnas, pero perdedor en el campo de la ética y la moral, Blatter se vio obligado a anunciar su dimisión y a convocar a las elecciones para febrero próximo, mes hasta el cual continuará al mando de la FIFA.

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