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Primer estudio sobre impacto del crimen en economías latinoamericanas: costo de la violencia en Chile representa un 1,8% del PIB, el menor de la región

Primer estudio sobre impacto del crimen en economías latinoamericanas: costo de la violencia en Chile representa un 1,8% del PIB, el menor de la región

Según el análisis del Banco Interamericano de Desarrollo, el impacrto promedia costos sobre el 3% del PIB en los países estudiados, que tiene directa relación con la merma del desarrollo de latinoamérica. Destaca además que existen importantes brechas de conocimiento sobre el tema que debilitan la capacidad para formular políticas públicas efectivas.


El costo del crimen y la poca experiencia y conocimientos para combatirlo le está costando el desarrollo a la región.

De acuerdo al primer estudio sobre los costos sociales del crimen y la violencia en América Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo, los costos directos de los hechos delictivos equivalen a un 3% del PIB en promedio.

El estudio examinó para el estudio el gasto en seguridad pública y privada, el sistema de justicia y los costos sociales de los homicidios, además de costos indirectos como la medición del sufrimiento o el cambio de rutinas por temor a ser víctimas del crimen.

Se llevó a cabo con los datos y la experiencia de Chile, Costa Rica, Honduras, Paraguay y Uruguay, y arrojó que nuestro país es quien menos impacto directo tiene ante la violencia, con sólo un 1,8% de su Producto interno Bruto. Por otro lado, el más afectado es Honduras, con un 4,6%.

Pese a tener el menor impacto, dicho 1,8% no deja de ser considerable. De acuerdo al BID, en muchas ocasiones la merma de la violencia es mucha veces superior al gasto en infraestructura de los países (en chile es de 2,3% del PIB).

“El crimen deprecia el capital humano, físico y social de la sociedad y afecta de manera desproporcionada a los pobres”, dijo Nathalie Alvarado, Coordinadora del área de Seguridad Ciudadana del BID en un comunicado.

En ese sentido, la brecha de conocimientos sobre el tema profundiza aún más el problema. Mientras que en el mundo la investigación sobre el crimen sigue avanzando, en América Latina y el Caribe aún pena la falta de estadísticas confiables, lo que de acuerdo al organismo internacional «dificulta el trabajo académico y la formulación de políticas efectivas”.

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