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El Banco Central terminó siendo el más conservador en el debate sobre la Tasa Máxima Convencional

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Curiosa paradoja. Hace poco más de un año el anterior presidente del Banco Central, José De Gregorio, le enrostraba a los bancos que las tasas de los créditos de consumo en Chile sobre 30% no tenían “explicaciones convincentes”.

Las declaraciones, en un encuentro cerrado, provocaron un agrio intercambio con los principales banqueros del país reunidos en Zapallar, el balneario de la elite.

Ayer, su sucesor, Rodrigo Vergara, visitó el Congreso y apoyó el proyecto de ley del Gobierno que busca reducir hasta en 20 puntos la Tasa Máxima Convencional llevándola a niveles cercanos a 35%, en promedio, desde el actual nivel de más de 55%.

Y en principio, sus palabras significaron la rúbrica de la mirada de De Gregorio. “Tengo la convicción de que la actual tasa es excesivamente elevada”, afirmó Vergara, respaldando la iniciativa del Gobierno.

Pero luego pasó a tres ‘precisiones’, las que terminaron siendo no menores y que lo ponen en la posición más conservadora, ya que la fórmula original del Ejecutivo era aun más agresiva y aspiraba a reducir la TMC del 51% que había en ese momento a un rango de 31% a 41%.

El mayor de los reparos de Vergara apuntó al nivel de la tasa máxima a la que aspira llegar el proyecto de ley consensuado con parlamentarios oficialistas y de oposición.

“Son montos relativamente significativos”, recalcó, refiriéndose al nivel de rebaja de la tasa, para luego dar ejemplos del efecto que podría tener en términos de dejar grupos familiares sin acceso a crédito formal.

Destacó que un 34% de los créditos que hoy se otorgan en la banca cobran un interés de 35%, mientras que en la banca retail, donde más se concentran los créditos de consumo, el porcentaje donde se cobra 35% llega al 62%.

Por ello, sus deducciones de quienes podrían quedar fuera del crédito formal no fueron muy alentadoras. Explicó que al rebajarse a 35% la tasa máxima y si los costos administrativos de los bancos fueran de 14%, un 17% de los actuales créditos quedarían fuera de mercado.

Pero lo más preocupante fue su estimación para los segmentos de menores ingresos que hoy obtienen crédito en la banca. Apuntó que un 54% de los créditos que se otorgan al quintil más pobre ya no tendría acceso a financiamiento, pues los bancos no podrían cubrir los costos.

Por ello, propuso que el factor “aditivo” que se aplique sobre la Tasa de Interés Corriente (TIC) para calcular la nueva TMC sea más alto, de modo que la baja de la TMC sea menor en el tiempo.

Además, tuvo dos ‘aprehensiones’ adicionales para el proyecto. Por un lado, señaló que el periodo de transición para llegar al objetivo (35%) es muy corto y con una frecuencia demasiado rápida, lo que impediría que el mercado de crédito se vaya adecuando a la nueva realidad de tasas.

Por ello, propuso que los ajustes sean trimestrales y no mensuales. “Creo en una gradualidad un poquito mayor, de manera que se pueda ir evaluando cómo va evolucionando el mercado en la medida que vayan produciéndose los ajustes que esta legislación impondría”, enfatizó.

Su tercera distancia con la iniciativa fue la subdivisión que hace el proyecto del ministro de Hacienda, Felipe Larraín. Planteó que la idea de segmentar el actual bloque de hasta UF 200 ($ 4,5 millones) en tres grupos (hasta 30 UF, luego hasta 50 UF y finalmente hasta 200 UF) no tiene mucho sentido.

“Entendemos la lógica… (pero) agrega complejidad a la fórmula, con beneficios que no son del todo claros y puede ser acotados”, indicó, añadiendo que la idea puede ser fácilmente vulnerada por los proveedores de crédito dividiendo los créditos e impidiendo así la rebaja de tasas esperada.

El presidente de la Comisión de Economía del Senado, Eugenio Tuma, hizo evidente su sorpresa y trató de poner al BC de su lado.

“Alguien diría que el presidente del BC está diciendo que no se puede hacer este proyecto porque estarían fuera del crédito muchas familias”, expresó Tuma, pidiéndole a Vergara que clarificara su posición.

El presidente del BC luego matizó sus dichos. “Tengo la convicción que la actual tasa es excesivamente elevada… el problema es cuando llegamos al área chica”, respondió Vergara.

Y para intentar no dejar dudas, lanzó la recordada frase de De Gregorio: “la tasa máxima es demasiado elevada y me cuesta explicarla y por eso me parece razonable que se esté legislando en esta materia”, precisó.

Para el economista jefe del banco BBVA, Alejandro Puente, las advertencias hechas por Vergara son esencialmente correctas y buscan corregir las deficiencias del proyecto.

“En esto hay que entender que muchas veces desde el Ejecutivo se envían propuestas en alguna medida buscando el consenso, en términos de que existe las aspiración de gente de poner algún tipo de restricciones o reducir la TMC y son planteamientos políticamente transversales”, explica Puente.

El experto indica que Vergara hizo comentarios de manera “independiente” del ámbito político en que se ubican el gobierno y los parlamentarios, dando más bien, una “opinión técnica”. “Hemos estudiado el tema y realmente el impacto en la banca convencional no es muy significativo. Donde puede tener impacto es en algunos segmentos de más bien bajos ingresos, produciendo una desbancarización de estos sectores”.

Para el economista, el problema es más de fondo y requiere un análisis más profundo. “La pregunta que uno se podría hacer es: si uno cree que hay tasas que son excesivamente altas por qué en un mercado de competencia no se produce de forma natural un ajuste en esos intereses, cuando tienes un mercado efectivamente competitivo y si eres un actor que puede bajar la tasa y ganar participación. No hay nada que impida que lo haga ¿por qué no lo haces? la única forma que pueda ocurrir es que hubiese colusión entre las instituciones para mantener tasas artificialmente elevadas y nosotros entendemos que no hay ninguna razón para sostener que eso es así”, señala.

Por ello, concluyó que “al final el mensaje más importante de Vergara es, si se va hacer la baja de tasas, que se haga gradual para ir viendo cuál es el efecto que tiene y si se consigue mantener la intermediación financiera y no se desbancariza ciertos segmentos”.

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