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Teck, de mal en peor: paró gran inversión y es primera víctima de regulador ambiental


Le llueve sobre mojado a la minera canadiense Teck Cominco controladora de la mina Quebrada Blanca, en la cual es socia de la estatal Enami (10 %) y el grupo Hurtado Vicuña (13 %).

La firma decidió en octubre de 2012 postergar la expansión de Quebrada Blanca (Fase II) y el proyecto El Relincho, en los cuales planeaba invertir unos US$ 7.000 millones. La decisión se produjo tras constatar que no hay proyectos para abastecerlos de electricidad, considerando el freno de Castilla, Barrancones y Punta Alcalde. Ahora, Quebrada Blanca acaba de transformarse en la primera víctima de la recién inaugurada Superintendencia de Medioambiente. Y si la autoridad es severa, puede costarle caro.

Ayer, la autoridad informó que en su primer proceso de fiscalización formuló cargos contra la empresa por el derrame de petróleo bunker en su proyecto Botadero Norte de Ripios de Lixiviación aprobado hace 15 años en la Región de Tarapacá.

El incumplimiento de la Resolución de Calificación Ambiental del proyecto es grave, pues la empresa entregó información falsa en su autodenuncia.

Así lo revela el texto de la formulación de cargos, según el cual la empresa autodenunció el 7 de enero pasado la fuga de 1.000 litros de petróleo búnker desde sus estanques de calentador de refino, lo cual habría sido detectado el 4 de enero. El derrame, detalló la compañía, llegó hasta una planta de aguas servidas de la zona, cuyo efluente se descarga en la Quebrada Blanca, pero también contaminó la quebrada Choja por 12 kilómetros. En todo caso, la firma indicó que había tomado las medidas necesarias para cumplir con la normativa.

Sin embargo, a solicitud de la autoridad el 22 de enero último la empresa corrigió la información señalando que el volumen de petróleo derramado era indeterminado, pero que al menos era más de lo señalado inicialmente. No sólo eso. También reconoció que habías más fugas, que la extensión del derrame era casi el triple (35,4 kilómetros) y reconoció que la fuga se potenció con la rotura de una cañería detectada el 29 de diciembre de 2012 y cuya reparación concluyó el 2 de enero.

Frente a estos hechos al autoridad determinó que la autodenuncia no cumplía con los requisitos legales para ser tal pues deben ser precisos, verídicos y comprobables.

El derrame contaminó tres quebradas afectando el ecosistema y la fórmula de remediación de la empresa no fue acogida pues implicaba rellenar las quebradas con aguas contaminada con petróleo.

Ahora la empresa deberá presentar sus descargos y la superintendencia decidir la sanción que puede llegar a 5 mil UTA (unos $ 2.400 millones o US$ 5,1 millones), la clausura del botadero o incluso la revocación de la RCA.

Números a la baja

A Teck tampoco le han acompañado los números. Según informó Teck Cominco el lunes pasado, en 2012 habría reducido en un 66 % sus ganancias en Chile a US$ 127 millones (US$ 373 millones en 2011), en particular por las pérdidas de US$ 15 millones que habría dejado Quebrada Blanca, luego de haber ganado US$ 160 millones en 2011.

En todo caso, Enami informó a septiembre de 2012 que por el 10 % que mantiene en Quebrada Blanca y Andacollo obtuvo dividendos a esa fecha por US$ 21,5 millones, lo que al menos a esa fecha debería haber significado ganancias de ambas faenas por US$ 210 millones para el total de accionistas.

Teck compró en 2007 la firma canadiense Aur Resources —dueña de Quebrada Blanca y Carmen de Andacollo en Chile— en US$ 4.000 millones en efectivo y acciones. Cada mina produce unos 65 mil toneladas de cobre fino al año.

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