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La Unión Europea suma a Croacia, lo que podría ser el fin de una década de expansión oriental


La Unión Europea (UE) está a punto de frenar nueve años de expansión oriental con la inclusión de Croacia que se producirá el 1 de julio, que bien podría ser el último país ex comunista en sumarse este decenio al bloque comercial más grande del mundo.

Con Croacia, la UE contará 11 naciones más que solían estar en regímenes comunistas, con un total de más de 100 millones de personas y unos US$1.400 billones de volumen de producción económica conjunta. En consecuencia, 45 millones de habitantes balcanos, entre los que se cuentan griegos y eslovenos, vivirán con la bandera azul y oro ondeando sobre sus cabezas, pero Albania y el resto de la ex Yugoslavia quedará fuera, en la península.

La región sigue siendo una zona difícil por los chispazos que puede haber desde Kosovo a Bosnia tras las guerras civiles en los Balcanes, que tuvieron lugar durante la década de los años ’90, que fue el conflicto más sangriento de Europa desde la Segunda Guerra Mundial. La crisis global perjudicó los esfuerzos tendentes a reconstruir la vida político-económica y pueden demorar la próxima expansión de la UE, por lo menos, siete años, según Tyrtko Jakovina, quien es profesor de Historia en la universidad de Zagreb.

“Ninguno de estos países, entre los que se cuentan los candidatos Montenegro y también Serbia, se podrá unir antes de 2020”, dijo Jakovina durante una entrevista telefónica que se hizo ayer. Eso se debe “mayormente a que no es probable que concluyan las conversaciones antes de esa fecha, y también a causa de que, en la Unión Europea, agrandarse no despierta entusiasmo”.

Serbia, la ex enemiga de Croacia, llegó a ser candidata a la membrecía de la UE en marzo de 2012. Al finalizar hoy la cumbre de Bruselas, los líderes de la UE fijarán enero de 2014 como fecha de comienzo de las conversaciones de ingreso, según consta en un documento borrador.

El desafío Serbia

Conseguir el ingreso le tomó a Croacia casi ocho años contados desde el comienzo de las negociaciones, pero las conversaciones establecidas con Serbia tendrán que dirimir cuestiones entre las que se cuenta el estatus de Kosovo, que fue una provincia de aquella a la que se le dio reconocimiento de Estado independiente con las declaraciones de 22 países de la UE y la de Croacia.

Pese a que conseguir la fecha es “Buena noticia” para Serbia, este país no estará en condiciones de sumarse hasta tanto las relaciones que mantiene con Kosovo se “normalicen”, dijo Timothy Ash, economista de mercados emergentes del Standard Bank Plc Londres.

Kosovo y el área autónoma de Bosnia podrían “aparecer como una de las condiciones del proceso de negociación, si se tiene en cuenta que Alemania quiere que se incluya a Kosovo en algunos de los capítulos que se van a negociar”, dijo Predrag Simic, analista político de Belgrado, durante una entrevista telefónica que se hizo ayer.

Atrapada a presión entre Croacia y Serbia, Bosnia-Herzegovina, con divisiones políticas de serbios, croatas y musulmanes bosnios, tiene supervisión internacional para el mantenimiento de la paz desde que el acuerdo de paz logrado por la intermediación de Estados Unidos terminó en una guerra de cuatro años en 1995. Más al Sudeste, la búsqueda de membrecía en la UE que persigue Macedonia quedó estancada en medio de las impugnaciones referidas al nombre del país que presentó Grecia.

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