Los signos de que Argentina está intentando mejorar sus relaciones con los inversores internacionales están impulsando las mayores subidas de bonos por tercer mes consecutivo.
Los pagarés de Argentina denominados en dólares rindieron 10,9 por ciento en noviembre, el nivel más alto entre los títulos de 60 países en desarrollo monitoreados por JPMorgan Chase Co. En promedio, la deuda de mercados emergentes perdió 1,7 por ciento durante ese lapso.
El avance de 36 por ciento de Argentina en estos tres últimos meses se aceleró después de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cambió a su ministro de Economía y al presidente del banco central el 18 de noviembre, cuando volvió a la actividad luego de someterse a una operación quirúrgica para extirpar un coágulo sanguíneo cerca del cerebro en octubre. Las negociaciones con Repsol SA de España relativas a la indemnización por la confiscación de YPF SA el año pasado, los esfuerzos por mejorar los datos económicos y la resolución de demandas en el Banco Mundial pueden llegar a indicar una postura más abierta al mercado después de que Argentina impuso precios máximos, límites a las importaciones y controles cambiarios.
“Hay que darle cierto crédito a esta gente, están empezando a hacer algunas cosas bien, entre otras la más reciente con Repsol”, dijo en una entrevista telefónica desde Londres Edwin Gutiérrez, gerente de cartera en Aberdeen Asset Management Plc, que tiene a su cargo US$10.000 millones en deuda de mercados emergentes. “Mi gran temor era que con el regreso de Cristina, parte de este nuevo pragmatismo se disipara, pero eso no ocurrió”.
Negociaciones con Repsol
Los rendimientos de los bonos de referencia del Estado argentino 2017, clasificados por Fitch Ratings dos niveles por encima de la cesación de pagos en CC, bajaron hasta 11,11 por ciento después de alcanzar 19,98 por ciento este año debido a las versiones de que el país no honraría sus pagos por séptima vez desde su independencia en 1816.
Un fallo de un tribunal estadounidense que ordenó a Argentina pagar a los acreedores que habían quedado fuera de una reestructuración de su cesación de pagos por US$95.000 millones en 2001 cuando realice pagos de títulos reestructurados no será aplicado hasta que la Corte Suprema estadounidense decida si atiende una apelación del país sudamericano.
Fernández y sus funcionarios de más alto nivel dijeron que no pagarían a los bonistas que no entraron en la reestructuración ni un solo centavo más de lo que recibieron los acreedores en las reestructuraciones de 2005 y 2010, alimentando la preocupación de que el país optaría por renegar de sus bonos que cumplen con los pagos antes que obedecer al tribunal estadounidense.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo el 21 de noviembre que el país no proyecta ningún cambio de política drástico.
Repsol proyecta comenzar a negociar las condiciones finales de un acuerdo de indemnización con Argentina para poner fin a un conflicto de 19 meses por la confiscación de su unidad YPF, dijo la empresa con sede en Madrid en documentación presentada el 27 de noviembre. Argentina está ofreciendo bonos a 10 años por US$5.000 millones en el acuerdo, dijo una persona consultada esta semana al respecto.
