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El secreto de los contratos forwards usados por los controladores de Penta que Carlos Lavín Subercaseux apostaba a que seguirían ocultos


El viernes pasado, la revista Qué Pasa desclasificó una parte del testimonio de los dueños de Penta y en ellos reconocen la existencia de operaciones financieras que liberaban “platas negras” desde el grupo.

En su declaración admiten la existencia de cuatro contratos de forwards: acuerdos de seguro de moneda que dos empresas realizan, apostando al valor futuro de ella.

La operatoria la explica Qué Pasa: comparados el tipo de cambio actual contra el proyectado, se obtiene un diferencial que debe ser pagado por la parte que pierde y que, comúnmente, es utilizado en mercados extrabursátiles, denominados OTC (over the counter), o mercados no organizados, que se ocupan para cubrir los vaivenes del mercado, y eventualmente podrían ser atractivos para inversionistas dispuestos a asumir riesgos, a cambio de una probable ganancia.

El reportaje explica que en este tipo de operaciones aparece la firma Siglo Outsourcing (o Asesorías VSA), de propiedad del ingeniero comercial Roberto Carrasco. VSA prestaba servicios tributarios, contables y financieros, junto con asesorías económicas y de administración a varias empresas, y que, según mencionó Lavín en su declaración, cerró en 2013 cuatro contratos de forwards con Empresas Penta.

La trampa de las operaciones radica en que los contratos fueron antedatados, es decir, contratos que se firmaron ex post –no con la fecha real y como si hubiesen sucedido varios meses antes–, pactando previamente la pérdida para Penta. Eso es lo que se mantuvo en reserva hasta ahora, dice el medio de Copesa, que indica más detalles del beneficio que obtenía el grupo. 

El ‘silencio’ de Lavín hijo

El tema de los forwards era un tema que los empresarios sabían que el fiscal Carlos Gajardo investigaría y por eso lo informaron en sus testimonios. Por cierto, lo conocía también Hugo Bravo, uno de los principales ejecutores de las distintas vías para defraudar al fisco.

Pero también parecía saberlo el hijo de Carlos Lavín: su homónimo y conductor del programa 'Información Privilegiada' de Radio Duna.

Carlos Lavín Subercaseux quedó expuesto a la realidad el 7 de septiembre, hace ya más de 4 meses, en la reunión que sostuvo junto a su padre en la casa de Hugo Bravo, reunión grabada en forma escondida por este último y que luego sería revelada parcialmente por La Tercera y ulteriormente en forma íntegra por The Clinic.

“Espero que no se metan en los forwards”, dice Bravo en esa reunión, sin entregar detalles en la conversación y luego de abordar distintas aristas de la investigación que llevaba Gajardo, las que parcialmente han ido confirmándose en el tiempo.

Frente al comentario de Bravo, el conductor de ‘Información Privilegiada’ llama a la calma.

“Creo que es repeludo (que los ausculten), los forwards no tienen registro, no creo que lleguen hasta ahí”, agrega, obteniendo la afirmación de su padre y de Bravo.

La revelación de Lavín Junior sugiere que estaba en conocimiento de lo que pasa en el holding, pese a que él mismo al declarar como testigo en la causa laboral entre Bravo y los dueños de Penta asegura que sabía casi nada de lo que hablaban en dicha reunión y que asistió a la misma sólo por “buena onda” y para visitar a una persona (Bravo) que lo estaba pasando mal, dada la denuncia que había presentado el Servicio de Impuestos Internos (SII) a fines de julio.

Consultado acerca de la grabación durante el fin de semana, Lavín Subercaseux insistió en que no sabía los detalles acerca de para qué se estaba usando ese tipo de operaciones y que solo dio una opinión técnica, ya que tiene amplios conocimientos de cómo opera el mercado de forwards

Cuando fue a declarar en la causa de Bravo, el juez le preguntó  directamente sobre su rol en el caso: “Si dice que siempre se mantiene al margen, que no recuerda, ¿por qué su papá dice que lo llevó de testigo?”.

La respuesta del conductor de 'Información Privilegiada' fue contundente en el sentido de que él afirma no tener responsabilidad alguna en el caso: “… es que no me puedo hacer cargo de declaraciones de mi papá, si él dice eso pregúntele a él. Yo fui de nuevo para acompañarlo en una situación de una persona que estaba en problemas”, dijo, olvidando quizás que, como indicó el juez, Lavín padre lo presentó ante Bravo como “testigo” para que se sintiera tranquilo de que le pagarían todos los dineros prometidos, cosa que finalmente no ocurrió y desató las revelaciones de Bravo ante la justicia, que terminaron desatando el escándalo que hoy se conoce.

Tras la audiencia, Carlos Lavín Subercaseux pidió clemencia a los periodistas, nuevamente tomando distancia del caso. “El caso no es mío, quiero pedir una cosa: lo mismo he dicho en el programa de radio, una cosa es lo que le pasa al padre y otra la que le pasa al hijo, este caso no es mío, estoy aquí conversando abiertamente con ustedes porque me grabaron sin preguntarme en una reunión, que me encantaría no haber asistido, para ser honesto, y, bueno, así sucedió, pero el caso no es mío”, sostuvo ese día, evidenciando su mala memoria. 

Lavín Junior había dicho el 27 de agosto de 2014, el día después que el SII denuncia a su padre, que confiaba en éste, añadiendo que su progenitor siempre llevó su vida con rectitud. Un mes antes, frente a la denuncia del SII contra Hugo Bravo, Lavín Junior había separado aguas entre el ejecutivo y su padre, asegurando que el caso sólo lo involucraba a él (Bravo) y no al grupo.

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