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EE.UU. niega trabas a la Argentina


«No hemos visto un solo papel de la Argentina. Todo lo que tenemos hasta ahora son noticias a través de los diarios.» Con esas palabras, un funcionario de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) expresó ante LA NACION la «decepción» de la oficina por la decisión del Palacio San Martín de «reaccionar con una represalia» en lugar de «buscar soluciones» para la creciente protesta internacional que enfrenta por las trabas a las importaciones que impone el Gobierno.

El comentario de la agencia no hace sino confirmar el desacuerdo entre ambos países en el terreno comercial, un segmento que Washington considera «estratégico» para la relación diplomática.

Pese a que aún no tiene «un solo papel» ni queja formal del gobierno de Cristina Kirchner, la misma fuente anticipó que todas las decisiones comerciales que toma Estados Unidos «están en línea» con disposiciones de la OMC. Eso incluye -señaló- las limitaciones que ahora existen para el ingreso de limones y de carnes argentinos en el mercado norteamericano, rubros por los que el canciller Héctor Timerman anunció que se presentaría una queja formal ante la OMC.

«Hasta ahora, eso no ha sucedido», insistían ayer en el USTR. Lejos de eso, el organismo devolvió el golpe con estadísticas según las cuales «los productos agropecuarios argentinos disfrutan de una enorme apertura del mercado norteamericano», algo que, de acuerdo con sus cifras, no se verifica a la inversa.

«Durante el año pasado la Argentina colocó US$ 1640 millones en concepto de productos agrícolas, mientras que Estados Unidos sólo lo hizo por 153 millones», en el mercado argentino, indicó el USTR, al desestimar así el supuesto «cierre» del mercado norteamericano del que hablaba ayer la Cancillería.

Las expresiones del USTR constituyen una nueva e incómoda página en la escalada de reproches que se desató hace 48 horas entre los dos países, algo que se suma a las crecientes quejas que, en el escenario internacional, genera la política de importaciones que aplica el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

QUEJAS INTERNACIONALES

La escalada empezó cuando Washington confirmó la presentación ante la OMC de un recurso formal contra la Argentina por «proteccionismo» y «políticas poco transparentes», en lo que refiere a la concesión de permisos para importar. En la misma ocasión, otra potencia comercial -Japón- formalizó similar queja.

En menos de dos horas, la cancillería argentina replicó con el anuncio de que presentaría la misma queja contra Estados Unidos. Nada dijo de Japón.

Washington insiste en que, hasta ahora, no ha visto «ni un solo papel» de la Argentina al respecto y que sólo se enteró de la anunciada protesta por los reportes de prensa.

«Estados Unidos está sorprendido y decepcionado por la reacción de la Argentina», fue lo primero que dijo el vocero del USTR Nkenge Harmon, al ser consultado al respecto.

«Parece que es parte de una tendencia preocupante, que los países que participan en las acciones incompatibles con sus obligaciones en la OMC toman represalias con los países que presentan quejas, en lugar de solucionar el problema de fondo planteado», añadió.

«Sin embargo, puedo decir que las medidas relativas a las importaciones de productos argentinos, incluyendo limones y carne de vaca, son basadas en la ciencia y en consonancia con los requisitos de la OMC», dijo.

En su ofensiva, la cancillería argentina sostuvo que el «cierre» del mercado agrícola norteamericano a los productos argentinos no tenía fundamento y que respondía a una cesión de la Casa Blanca «al lobby proteccionista» de los Estados Unidos. En medios locales se interpretó que la reacción argentina no hacía mucho por ayudar a resolver el problema de fondo.

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