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Deuda fiscal, caída del petróleo y devaluación agravan crisis de Petrobras

Deuda fiscal, caída del petróleo y devaluación agravan crisis de Petrobras


Una millonaria deuda con el Gobierno que Petrobras fue obligada a pagar, la caída del precio del petróleo y la devaluación del real frente al dólar redujeron las ganancias de la petrolera brasileña este año y agravaron la crisis que enfrenta por el escándalo de corrupción del que es protagonista.

La mayor empresa de Brasil y responsable por buena parte del producto interno bruto (PIB) brasileño informó hoy que su beneficio neto en el primer semestre se redujo en un 43 % frente al mismo período del año pasado y se limitó a 5.861 millones reales (unos 1.674,6 millones de dólares).

La caída de los ingresos en el segundo trimestre fue aún más significativa. Petrobras obtuvo entre abril y junio un beneficio neto de 531 millones de reales (unos 151,7 millones de dólares), con una reducción del 90 % frente al mismo período de 2014.

La petrolera, controlada por el Estado pero con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires, atribuyó la caída de sus ganancias a la fuerte devaluación del real frente al dólar en el último año, de casi el 40,1 %, y a la significativa depreciación de la cotización del petróleo en el mercado internacional, de casi el 47 % en el mismo período.

Petrobras también atribuyó la reducción de sus ingresos al fuerte aumento de sus gastos financieros por la depreciación del real, ya que la mayor parte de su deuda está definida en dólares, y al reconocimiento de una elevada deuda con el Fisco brasileño.

Descontadas las pérdidas provocadas por los efectos extraordinarios y financieros, la compañía obtuvo en el primer semestre un beneficio operacional de 22.822 millones de reales (unos 6.520,6 millones de dólares), en un 39 % superior al de los seis primeros meses del año pasado.

«Estamos satisfechos con el resultado operacional en este trimestre. Tuvimos que hacer algunos ajustes en el resultado por tributos que no reconocíamos», dijo el presidente de la estatal, Aldemir Bendine, en la rueda de prensa en la que anunció el balance.

Para el presidente de la petrolera, el beneficio del semestre, especialmente el del segundo trimestre, hubiera sido muy superior si no hubiese sido afectado por tres factores extraordinarios: la deuda tributaria, una provisión para otra deuda que la empresa puede ser obligada a pagar y el ajuste de los activos ante el aplazamiento de algunos proyectos en el nuevo plan de inversiones.

«Teníamos procesos administrativos para no pagar impuestos que se acumularon entre 2007 y 2010. No habíamos reservado provisiones para esas deudas. La tesis que defendíamos era débil pero conseguimos reducir la deuda hasta 1.600 millones de reales (unos 457 millones de dólares) y pagarla», explicó Bendine.

El ejecutivo dijo igualmente que de los resultados trimestrales también fueron excluidos otros 2.600 millones de reales (unos 742,8 millones de dólares) de provisión para una deuda fiscal que también es contestada administrativamente.

Las deudas fiscales pagadas en momentos en que el Gobierno enfrenta un histórico déficit en las cuentas públicas y la elevación de los gastos con deuda por la devaluación del real le provocaron a la estatal pérdidas por 11.700 millones de reales (unos 3.342,8 millones de dólares), según su balance.

La deuda líquida de la compañía, fuertemente presionada por la devaluación del real, saltó un 15 % entre diciembre del año pasado y junio de 2015, cuando sumaba 323.900 millones de reales (unos 92.542,8 millones de dólares).

La mejoría de los resultados operativos, por su parte, fue posible gracias a que la empresa elevó su producción de petróleo y gas natural en un 9 %, hasta un promedio de 2,784 millones de barriles diarios en el primer semestre, y su producción de derivados en un 7 %, hasta 2,178 millones de barriles diarios.

Según la compañía, el aumento de la producción de petróleo y de derivados y los mejores márgenes en la comercialización de gasolina y diesel en el mercado interno por el aumento de los precios de los combustibles compensaron el impacto provocado por la menor demanda interna por derivados.

Las ventas de combustibles en Brasil se redujeron en un 7 % en el primer semestre como consecuencia, según la empresa, de la propia contracción de la economía brasileña, que puede llegar al 1,5 % este año, de acuerdo con las proyecciones del Gobierno.

Según el balance divulgado, las inversiones de la empresa cayeron un 13 % frente al primer semestre de 2014 y se ubicaron en 36.200 millones de reales (unos 10.342,8 millones de dólares) en los seis primeros meses de 2015.

La empresa ya había anunciado una reducción de las inversiones para hacer frente a la crisis que enfrenta, que le ha dificultado las captaciones, como protagonista de uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia de Brasil.

El resultado semestral supone un nuevo revés para la empresa, que en 2014 sufrió pérdidas por 21.587 millones de reales (unos 6.167,7 millones de dólares), su primer perjuicio anual desde 1991.

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