Poco grata fue para el local la conformación del Grupo A. La Rojita deberá vérselas con tres selecciones que en el papel asoman superiores, incluyendo al campeón vigente.
Antes de empezar a jugar el Mundial Sub 17, Chile ya rompió con una máxima del fútbol: aquella que dicta para el anfitrión de un torneo internacional un grupo fácil, que le facilite seguir avanzando y garantizando buenas asistencias que rentabilicen la inversión organizadora.
Esta vez fue al revés. El Grupo A que se disputará en Santiago y Viña del Mar es uno de los más duros del certamen y situó a Chile junto con Nigeria, Croacia y Estados Unidos.
Nada de rivales oceánicos, caribeños o centroamericanos que promuevan un pasar tranquilo en la primera ronda. Cual más, cual menos, los tres adversarios tienen pergaminos de sobra como para hacer temer que la Rojita pueda despedirse de entrada.
Y no tan sólo por la calidad de africanos, balcánicos y norteamericanos, sino que también por las debilidades intrínsecas de un cuadro que provoca más dudas que certezas, y que únicamente con la tardía llegada de Miguel Ponce a la dirección técnica ha insinuado una tibia mejoría de su pobre juego, lo que no es garantía de que le alcance para ser un digno hospedador.
Tal como la selección juvenil de Luis Ibarra en 1987, esta Rojita debutará ante una selección balcánica. Aquella vez la oncena de Tudor, Tupper, Margas se inclinó inobjetablemente 2-4 contra la Yugoslavia campeona de Mirko Jozic. Los goleadores del encuentro fueron los croatas Boban, Suker y Stimac.
Ahora, los dirigidos por Ponce se las verán de entrada con Croacia, cuya campaña clasificatoria asusta por su contundencia.
Si bien sus dos experiencias mundialistas previas -en 2001 y 2013- acabaron con eliminaciones en primera fase, esta vez el equipo croata acude respaldado en una campaña invicta de 11 partidos, con 8 triunfos y 3 empates y tan solo una eliminación por penales en cuartos de final ante Bélgica.
Justamente en este duelo el arquero Adrian Semper resignó su valla invicta durante 577 minutos, a lo largo de los seis partidos previos del certamen eliminatorio. El cierre del paso a semifinales no desmoralizó a los croatas que vencieron 1-0 a Italia en el partido de cierre y sacaron pasajes hacia Chile.
La campaña Croacia registra otros triunfos sobre rivales difíciles, como Serbia (3-0), Portugal (1-0) y Austria (1-0), además de una igualdad ante España (0-0).
El seleccionado es dirigido por Dario Basic que, como corresponde, tras el sorteo mundialista elogió la solidez de la selección chilena y, para acentuar sus buenos modales, respaldó tal elogio en el nivel de la Roja adulta, «un tremendo equipo que es precisamente producto del trabajo con las selecciones menores”.
Las figuras del equipo son el portero Semper, el defensa Soldo y, sobre todo, el conductor Nikola Moro y el goleador Karlo Majic, ambos con talento y potencia para asustar a la defensa chilena.
El segundo partido de la Rojita será contra Nigeria, una potencia mundial a nivel Sub 17 y Sub 20.
Las sospechas sobre sus éxitos en las series menores por la edad real de sus jugadores son, a estas alturas, un dato de la causa. La FIFA tomó en los últimos años medidas para evitar esos vicios y, más allá de si han sido certeras o no, Nigeria ha continuado roncando.
De partida es el actual campeón mundial de la categoría y el país que más veces ha obtenido el título Sub 17. Las «águilas verdes» alzaron la copa en 1985, 1993, 2007 y 2013, y fueron segundas en 1987, 2001 y 2009. Solamente en la versión 2003 no superaron la primera fase.
Eso sí, para llegar a Chile los africanos cuajaron una campaña poco digna de su alcurnia. En el torneo clasificatorio de marzo pasado batieron fácilmente en su grupo a Níger (2-0) y Zambia (3-1) e igualaron con Guinea (1-1). Sus reveses posteriores contra Sudáfrica (0-1) y la misma Guinea (1-3) no impidieron su clasificación.
El combinado lo dirige Emmanuel Amunike, un histórico de las mejores generaciones adultas nigerianas, quien defendió a su país en el mundial adulto de 1994 y se tituló campeón olímpico en 1996.
Acostumbrado a las cimas futbolísticas, el ex jugador del Barcelona (1996-2000) viene a Chile a revalidar el título mundial de hace dos años. Sabedor de que la clasificatoria no fue totalmente óptima, Amunike intensificó la preparación del combinado en los últimos seis meses. De paso, declaró que usualmente a su país le va mejor en los mundiales que en las copas africanas «porque las condiciones de un Mundial se ajustan mejor a las características nigerianas».
Las estrellas del plantel son los mediocampistas Kelechi Nwakali y Samuel Chunkweze, los delanteros Victor Osimhen, Ebere Osinachi y el defensa Usman Abass.
Nwakali ha sido observado por el Manchester City, club que ha valorado su talento y dinámica. No sería raro que el mundial próximo lo catapulte definitivamente al fútbol europeo.
Curiosamente, a Chile no le ha ido mal contra Nigeria. En los Juegos Olímpicos de 2000 la batió 4-1 y en el Mundial Sub 20 de 2007 le encajó un 4-0 rotundo. En ambos casos, sin embargo, las escuadras nacionales tenían planteles poderosos, muy superiores al que ha pre seleccionado Miguel Ponce. En ambos encuentros, el dominio de juego fue compartido. Nigeria nunca se vio sobrepasado por Chile, pero pagó caro sus desaprensiones defensivas muy bien aprovechadas por ambas formaciones nacionales.
El tercer duelo del Grupo A enfrentará a Chile con Estados Unidos, habitual participante en los mundiales gracias a su propio crecimiento y a la debilidad de la Concacaf. 14 veces ha acudido a citas mundialistas y su mejor actuación la logró en 1999 con un cuarto puesto. Como un mentís a los que cuestionan la validez de sus clasificaciones, los norteamericanos han llegado también en cuatro ocasiones a cuartos de final.
Ahora, el equipo de Richie Williams disputó seis partidos en las clasificatorias. No tuvo problemas en la fase inicial para doblegar a Cuba (5-0), Trinidad y Tobago (2-0) y Guatemala (4-1). Mayores dificultades encontró en la ronda final pues perdió con Jamaica (0-1) e igualó con Honduras (2-2) y la misma Jamaica (0-0) en el partido final, que se lo apropió gracias a la definición a penales.
Los jugadores más destacados son los primos Will y Christian Pulisic, arquero, y volante, respectivamente. También lucen los atacantes Joe Gallardo y Heji Wright, jugador del Cosmos, elogiado unánimemente en su país por su poder goleador y al que se le augura un gran futuro.
Como es cada vez más común, la plantilla estadounidense cobija a un buen número de latinos. Son ocho muchachos morenos encabezados por el capitán Hugo Arellano, un eficiente zaguero central.
El repaso de la historia y las cualidades de estas tres selecciones dejan en claro los problemas que aguardan a la Rojita a partir del 17 de octubre.
Lo esperanzador es que Miguel Ponce ha elevado el rendimiento del equipo y que conoce perfectamente bondades y defectos de sus más que respetables adversarios. Que con eso le baste para superarlos, es otra cosa.
