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Barack Obama abandona su iglesia de Chicago

Los comentarios de Wrigth han sido uno de los mayores problemas para la campaña de Obama, el favorito a hacerse con la candidatura presidencial demócrata.


Barack Obama abandonó la iglesia de Chicago de la que era miembro desde hace 20 años ante la controversia desatada por los incendiarios sermones de su ex pastor Jeremiah Wright y nuevos comentarios polémicos de otro reverendo, informaron este sábado fuentes de la campaña del senador por Illinois.



El director de comunicación de su campaña, Robert Gibbs, señaló en declaraciones a los medios que el senador demócrata por Illinois envió una carta a la congregación anunciando su decisión.



Gibbs explicó que la decisión se produjo «en los últimos días», aunque no ofreció detalles más precisos.



Los comentarios de Wrigth han sido uno de los mayores problemas para la campaña de Obama, el favorito a hacerse con la candidatura presidencial demócrata.



La polémica entorno al líder espiritual de Obama, quien ofició su matrimonio y bautizó a sus dos hijas, se disparó después de que varias cadenas de televisión dieran a conocer hace un par de meses sermones de hace varios años que estaban a la venta en la página web de la iglesia pero habían pasado desapercibidos.



En esos sermones, Wright decía cosas como que EE.UU. había sido en parte culpable de los atentados del 11-S del 2001 contra Washington y Nueva York por su política internacional e invitaba a los afroamericanos a entonar un «Dios maldiga América» en lugar del himno «Dios bendiga América», por lo que él considera racismo todavía rampante en el país.



Varios comentarios raciales realizados recientemente desde el mismo púlpito por otro reverendo, Michael Pfleger, causaron nuevos problemas al senador afroamericano.



Pfleger, que trabaja en un barrio de negros y es conocido en Chicago por campañas controvertidas, pronunció un sermón el domingo pasado que se reprodujo rápidamente en Internet.



«Cuando Hillary lloró, la gente dijo que era de mentira. Realmente, yo no creo que fuera de mentira. Realmente creo que ella siempre ha pensado, ‘Esto es mío. Soy la esposa de Bill. !Soy blanca y esto es mío! Simplemente tengo que levantarme y ocupar el lugar’. Entonces, de la nada, !salió Barack Obama!», dijo Pfleger, que es blanco, entre el aplauso y las risas de la congregación.



«Soy blanca. Tengo derecho. Hay un negro que me está robando el lugar», afirmó Pfleger, y fingió llorar.



El sacerdote hacía referencia a un acto en Nueva Hampshire a principios de enero, durante el cual la senadora demócrata Hillary Clinton se emocionó y sus ojos se llenaron de lágrimas después de haber perdido los caucus de Iowa ante Obama.



Clinton, que compite con Obama por la candidatura presidencial, ganó las primarias de Nueva Hampshire.



Obama ha condenado tanto los comentarios de Wright como los de Pfleger pero no ha logrado escapar a la polémica.



EFE

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