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Kosovo aprobará mañana una Constitución que le da poderes de Estado

La luz verde a la Carta Magna supone un paso más en la afirmación de la soberanía kosovar, iniciado el pasado 17 de febrero, cuando Pristina declaró de forma unilateral su independencia de Serbia.


Kosovo dará mañana domingo un nuevo paso hacia la soberanía con la aprobación por el Parlamento de Pristina de una Constitución y un cuerpo legislativo que otorgan a la ex provincia serbia poderes estatales, aunque las competencias policiales, de Justicia y fronterizas siguen bajo control internacional.



El texto constitucional define a la República de Kosovo como un «Estado independiente, soberano, democrático, único e indivisible» y destaca su condición de sociedad «multi-étnica»



El documento se basa en la propuesta de estatuto para la región creada hace un año por Martti Ahtisaari, ex mediador de la ONU en Kosovo, y que planteaba una independencia tutelada para la joven nación.



Ese plan no pudo ser aprobado por las divergencias entre las potencias mundiales sobre el futuro estatuto de Kosovo.



El documento que será aprobado mañana no prevé ningún papel de la ONU en el país, aunque sí invita a la Unión Europea a supervisar la construcción de un Estado de Derecho.



El plan inicial de las potencias occidentales era que una misión de la UE (EULEX) reemplazara a la misión interina de la ONU (UNMIK) que administra la región desde 1999.



Sin embargo, ante la fuerte resistencia de Serbia y de su aliado Rusia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha planteado una solución alternativa.



El máximo dirigente de la ONU ha sugerido reducir el papel de UNMIK, poner EULEX bajo el paraguas de la ONU, concederle gradualmente más responsabilidad a la Policía y Justicia kosovar, y al mismo tiempo darle más derechos a los serbio-kosovares, concentrados en la parte norte del país.



El secretario general de la ONU reiteró que estas decisiones las toma en el marco de la resolución 1.244 que en 1999 autorizó la presencia de una administración internacional en Kosovo después de que la OTAN expulsara por la fuerzas de seguridad serbias del territorio.



A su vez, la OTAN ha decidido hacerse cargo del entrenamiento de los 2.500 miembros de la nueva fuerza de seguridad kosovar, que en un plazo de tres años deberá asumir responsabilidades de seguridad interior, aunque no de las fronteras del nuevo Estado.



Sin embargo, Serbia, que sigue considerando a Kosovo una parte integra de su territorio, insiste en que cualquier modificación de la misión internacional en la zona ha de ser aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia cuenta con derecho a veto.



Desde Belgrado se recuerda que la misión EULEX no cuenta con el mandato del máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas.



La luz verde a la Carta Magna supone un paso más en la afirmación de la soberanía kosovar, iniciado el pasado 17 de febrero, cuando Pristina declaró de forma unilateral su independencia de Serbia.



Desde entonces, 43 países han reconocido la independencia de Kosovo, entre ellos Estados Unidos y las principales potencias europeas. El país ya cuenta con bandera, escudo e incluso adoptó el himno nacional el pasado día 11 de junio.



EFE

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