Según un comunicado de Amnistía Internacional, los cadáveres fueron arrojados en varias áreas y la mayoría de ellos muestran señales de que las víctimas fueron torturadas por sus secuestradores antes de ser asesinadas.
Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves que otras doce personas fueron torturadas y asesinadas en Zimbabue, aparentemente por seguidores del partido del presidente del país, Robert Mugabe.
Según un comunicado de la entidad divulgado en Johannesburgo, los cadáveres fueron arrojados en varias áreas y la mayoría de ellos muestran señales de que las víctimas fueron torturadas por sus secuestradores antes de ser asesinadas.
La organización pro derechos humanos señala que las víctimas fueron secuestradas por militantes de la gubernamental Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), que en algunos casos iban acompañados de hombres armados, presuntamente, agentes del Gobierno.
Cuatro de las víctimas fueron secuestradas por jóvenes de la ZANU-PF de la casa de un hombre de apellido Chipiyo, consejero municipal electo por el distrito de Chitungwiza por el opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), y entre ellas estaba el hijo mayor del funcionario.
El portavoz oficial del MDC, Nelson Chamisa, dijo en Harare que los cuatro secuestrados en Chitungwiza, a unos veinte kilómetros al sur de esa capital, fueron golpeados con barras de hierro, garrotes y las culatas de fusiles y subidos luego a un camión por un grupo que se identificó como «veteranos de la guerra» de independencia de Zimbabue.
«Los cadáveres fueron hallados hoy a las afueras de Chitungwiza y en el lugar había también cartuchos usados de armas de fuego, con las que, probablemente, fueron asesinados», dijo Chamisa.
Amnistía Internacional añade en su comunicado que otros cinco cadáveres fueron hallados en la provincia de Masvingo (sudeste de Zimbabue), otros dos en el distrito Gokwe, en la provincia de Midlands (centro) y uno en Harare.
Otra víctima, una mujer, falleció hoy en un hospital de Harare tras ser ingresada por las graves heridas que sufrió a manos de jóvenes de la ZANU-PF que la apalearon salvajemente mientras ella atendía el funeral de un familiar en Buhera, a 170 kilómetros al sur de la capital zimbabuense.
EFE
