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Zapping de guerra

El conductor dice que han sido atacadas tales y tales ciudades y que la segunda oleada ha sido más maciza. Hay varios objetivos alcanzados, agrega. Ni una mención a los habitantes de esos lugares. Nadie quiere pensar en muertos.


La guerra ya empezó, y uno se sorprende por algunos que, gozosos, parecen creer que ha llegado la hora más feliz, la hora de la fuerza, la hora de la muerte. La guerra nos llega por la pantalla de la televisión. Una guerra de mapas y voces, pero no de imágenes. No hay gritos, ni llantos, ni heridas, ni mutilados. Por ahora. Sólo la cara de Bush, de Clinton, de Chirac, de Aznar, de Rumsfeld. Hago zapping entre uno y otro.



1 Pantalla verde botella de la CNN, algunos destellos en la lejanía. ¿Estrellas fugaces? ¿Fugacidades luminosas como las que cuenta la leyenda del Cristo, en Belén, hace ya tanto tiempo? ¿Mahoma hace referencia a alguna luz trazadora en la quietud de la noche? Son misiles y bombas buscando a sus víctimas, y recuerdo haber escuchado a alguien hablar del terror que provoca el sonido de la bomba que cae, de la carga mortífera que se acerca. Habla George Bush y me parece que lo han maquillado en exceso.



2 Aparece Jorge Garcés sobre la gramilla (y no gramado, por siaca) de Curitiba. Terno plomo, corbata oscura y zapatos… Ä„Cafés! Parece que cada uno de sus gestos es para la televisión, pero no: él es así. Habrá que comprenderlo. Y soportarlo. Sobre Garcés no vuelan bombas. A pesar de la derrota es un hombre feliz.



3 Es Osama Bin Laden quien está ahí. ¿Es una cueva de verdad o de cartón piedra? De verdad, no hay duda. Como es de verdad ese fusil a su lado. ¿Fusil para evangelizar? Pasemos. ¿Pero por qué algunas cosas que dice Bin Laden, en esa cueva, con ese fusil al flanco, me hacen sentido? ¿Por qué, desde la distancia absoluta que me provoca su enceguecimiento religioso, de su mirar a los otros como «infieles» a los que hay que combatir, hay frases que me detienen?



Sí, cuando habla desde la marginalidad de los desposeídos, cuando dice que por allá mueren los niños de hambre, cuando agrega que la inseguridad que le promete a Estados Unidos es una migaja de la inseguridad en la que ellos han vivido por décadas. Pero está claro, ese valor universal que son los derechos humanos está en juego. Ninguna forma de entender y aplicar una religión tiene el derecho a pisotearlos. Tampoco China, por si acaso. Tampoco la lucha por los derechos humanos.



4 Un canal transmite una película que es la historia de un comando estadounidense que realiza acciones de sabotaje contra el régimen iraquí de Sadam Hussein y con ayuda de disidentes. No, no es la CNN. Es HBO.



5 La televisión española muestra imágenes de archivo de esos bombarderos estadounidenses dignos de una película de ciencia ficción. Negros y lustrosos, como la imagen misma de la muerte. De sus vientres caen puñados de bombas. El conductor dice que han sido atacadas tales y tales ciudades y que la segunda oleada ha sido más maciza. Hay varios objetivos alcanzados, agrega. Ni una mención a los habitantes de esos lugares. Nadie quiere pensar en muertos.



6 Ä„Aguante, Uruguay! Confié en el tiro libre, el del final, de Recoba. Le pegó a la barrera. Se sigue sufriendo.



7 Habla Lagos. ¿Desde cuándo Lagos es oficialista? ¿Desde cuándo antes de ser presidente? Conceptos irrebatibles: democracia, libertad, tolerancia. ¿Pero dónde están los niños, esos que mueren de hambre por el bloqueo contra Irak? ¿Qué culpa tienen esos niños? ¿Habrá que ser oficialistas? ¿Totalmente? ¿Es verdad que Lagos habla mejor que Bush, que es más preciso, conciso y clarito? Lo que me molesta es que todos tratan de hablar igual que Bush. También Lagos.



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