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¿Laurence por Ena?

Cristián Cabalín
Por : Cristián Cabalín Académico del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de la Universidad de Chile.
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El rescate le entregó a Golborne un poder que jamás imaginó y que incluso debe incomodar a La Moneda, porque pronto empezarán las presiones para que el secretario de Estado capitalice sus actuales ganancias políticas. Dentro de las especulaciones, la secretaría general de Gobierno aparece como una de las opciones posibles para Golborne, convirtiendo a la ministra Ena Von Baer en la gran damnificada del rescate.


Rescate exitoso de los 33 mineros. Felicitaciones unánimes al gobierno. Cámaras y más cámaras para el Presidente Sebastián Piñera. Mil millones de televidentes. Reconocimiento a André Sougarret y todo su equipo. Y el ministro de Minería, Laurence Golborne, se transforma en el gran ganador en términos políticos y de popularidad.

Tanto así que ya existen voces desde la derecha que lo piden en un ministerio con mayor visibilidad y algunos lo ponen como una de las cartas presidenciales para el 2014. Lo cierto es que el rescate le entregó a Golborne un poder que jamás imaginó y que incluso debe incomodar a La Moneda, porque pronto empezarán las presiones para que el secretario de Estado capitalice sus actuales ganancias políticas.

Dentro de las especulaciones, la secretaría general de Gobierno aparece como una de las opciones posibles para Golborne, convirtiendo a la ministra Ena Von Baer en la gran damnificada del rescate. La vocera ya había recibido las críticas de Andrés Allamand y Alberto Espina, quienes acusaron un mal manejo comunicacional cuando la evaluación de la gestión de Piñera decaía a mediados de año. Y ahora se suma su ausencia durante el episodio de los mineros.

[cita]El rescate le entregó a Golborne un poder que jamás imaginó y pronto empezarán las presiones para que capitalice sus ganancias políticas. Dentro de las especulaciones, la secretaría general de Gobierno aparece como una de las opciones posibles para Golborne, convirtiendo a la ministra Ena Von Baer en la gran damnificada del rescate.[/cita]

Por más que desde la UDI y de Interior la respalden, siempre está rondando su nombre en cualquier rumor de cambio de Gabinete. Según la encuesta Adimark, Von Baer es una de las ministras más conocidas (68%), pero tiene una baja evaluación de acuerdo con la medición del CERC, con un 9%.  Por el contrario, Golborne goza de un amplio respaldo, siendo el secretario de Estado mejor evaluado con un 55% de adhesión, considerando el mismo sondeo.

Si fuera solo por estos resultados -y si efectivamente en La Moneda tomaran decisiones de acuerdo a la percepción de la opinión pública- el cambio en la Vocería sería irreversible.

Pero para ser justos en la evaluación del trabajo de la ministra Von Baer es necesario analizar el esquema comunicacional que utiliza el Gobierno para controlar la agenda pública, donde todo se construye en función de la figura del Presidente. El protagonismo de Sebastián Piñera y la alta presencia mediática del titular de Interior, Rodrigo Hinzpeter, interfieren el normal funcionamiento de la vocera, opacando su presencia. Incluso, en algunos episodios Hinzpeter ha acompañado a Von Baer en las conferencias de prensa.

Conociendo el estilo de Sebastián Piñera, era esperable que concentrara gran parte de las apariciones públicas, dejando en un segundo plano a Von Baer. Por ello, las comparaciones con los últimos voceros de la Concertación, Francisco Vidal y Carolina Tohá, no son aplicables en este caso, porque ambos ya gozaban de notoriedad pública y enfrentaban los temas más complejos para Michelle Bachelet. De hecho, muchos acusaron un supuesto blindaje a la ex Mandataria.

El actual escenario de Von Baer se acerca a lo que vivió Pilar Armanet en su paso fugaz como vocera de Bachelet en los últimos meses del gobierno anterior. Ahí, en pleno periodo electoral, quien concentró las apariciones fue la propia ex Presidenta y el entonces ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma.

Por eso, pensar en Golborne como nuevo vocero incluso podría torpedear sus proyecciones presidenciales. Piñera no toleraría a un ministro con mayor aceptación y popularidad que él, menos en el mismo Palacio de Gobierno.

Quizás escojan para el actual ministro de Minería la cartera de Obras Públicas, pues ahora la apuesta será la reconstrucción del sur devastado por el terremoto y tsunami de febrero. Los damnificados no pueden seguir esperando y todos los cálculos estiman que los trabajos tomarán a lo menos 3 años, justo el tiempo para armar una campaña presidencial.

Quienes ven a Golborne como presidenciable deberían jugársela para que lidere la nueva gesta: levantar una gran parte del país que sigue en el suelo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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