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¡Güena Willy!

Manuel Riesco
Por : Manuel Riesco Economista del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (Cenda)
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El Willy se pasó. A fines de octubre del 2010, los fondos de pensiones AFP recuperaron todas las pérdidas incurridas desde el inicio de la crisis mundial. Los ahorros de los afiliados al fondo A siguen un 8,7 por ciento por debajo de su valor de entonces y los del B un poco menos, pero sus pérdidas son compensadas por las modestas ganancias de los que se cambiaron a tiempo a los fondos más seguros, especialmente al E. No dejaría de ser una gracia, considerando la gravedad de la crisis, si no fuera porque es mayormente una ilusión. Se basa principalmente en el rebote insostenible de las monedas y mercados accionarios emergentes y especialmente, en el desbocado inflamiento del peso y la bolsa chilena, que baten todos los records mundiales.

Desde el inicio de la crisis el 25 de julio del 2007 y hasta el 28 de octubre del 2010, los fondos AFP salieron ras-ras. Es decir, tomados todos en conjunto, los afiliados no han perdido ni ganado nada. El valor total del fondo es hoy exactamente igual a la suma de su valor al inicio de la crisis, más los aportes netos de los afiliados y el fisco desde entonces y hasta ahora.

Ello se puede apreciar en el gráfico que sigue, que www.cendachile.cl viene actualizando en tiempo real a partir de los datos publicados por la Superintendencia de Pensiones (SP, www.safp.cl) y el valor de la UF y el dólar actualizados diariamente por  www.bcentral.cl. En el gráfico la línea roja y el área rosada muestran la evolución del valor del fondo total y la línea y área amarilla muestran los aportes netos acumulados de los afiliados y el fisco, todos a partir del 25 de julio del 2007 y expresados en pesos de ese día. Se aprecia que a fines de octubre del 2010, el aumento en el valor del fondo equivale exactamente a los aportes netos acumulados en el período.

G1

Los afiliados al fondo A todavía no se recuperan de las pérdidas, puesto que al 28 de octubre del 2010 el valor de su cuota se mantiene un 8,7 por ciento por debajo de su valor al 25 de julio del 2007, lo cual implica una pérdida de más de un billón de pesos de entonces, es decir, más de dos mil millones de dólares de hoy. El fondo B también registra pérdidas todavía, aunque menores. Sin embargo, dichas pérdidas son compensadas por las modestas ganancias que muestran los afiliados que se cambiaron a tiempo a otros fondos más seguros. Ello se aprecia en el cuadro que sigue.

G2

Llama la atención en el cuadro que en el curso de la crisis y estimulados por las AFP y la propia SP, los afiliados trasladaron más de dos billones de pesos al fondo A, aunque felizmente fueron más que los que trasladaron sus ahorros a los más seguros fondos D y E.

El problema es que la recuperación de las pérdidas se basa principalmente en la especulación de las AFP en las muy riesgosas bolsas de valores, tanto en Chile como en el extranjero. En efecto, la mitad del fondo total está invertido en acciones y otros instrumentos de renta variable, incluyendo un quinto del total que está invertido en la bolsa chilena, que está inflada a más no poder, en parte por eso mismo.

Como se aprecia en al gráfico que sigue, que CENDA actualiza mensualmente a partir de www.mscibarra.com y de www.safp.cl,  a fines de octubre del 2010, la bolsa chilena medida en euros (línea verde) está completamente desorbitada. Se encuentra más de dos veces y media por encima de su valor al 31 de marzo del 2000, antes el estallido de la burbuja «punto.com» que marcó el inicio de la actual crisis secular.

Por contraste, a la misma fecha las bolsas de los países emergentes en su conjunto (naranja), que también están infladas, se encuentran una vez y media por encima de su valor en marzo del 2000. Por su parte, el conjunto de las bolsas mundiales (roja), es decir bolsas de los países emergentes y los desarrollados considerados en conjunto, que están determinados por estos últimos que son los que más pesan, de lejos, todos ellos medidos en euros, se encuentran a fines de octubre del 2010 un 40 por ciento por debajo de su valor de inicios de la década.

G3

La hipertrofia de la bolsa chilena es tal, que su capitalización bursátil medida en dólares, alcanzó a fines de septiembre del 2010 nada menos que 1,8 veces el producto interno bruto (PIB) del país el año precedente.

Como se aprecia en el gráfico que sigue, actualizado mensualmente por CENDA en base a world-exchanges.org y worldbank.org, la capitalización bursátil chilena expresada como porcentaje del PIB (naranja), excede de muy lejos todos los niveles alcanzados por la misma en los últimos veinte años.
Si se compara con la capitalización bursátil de los países desarrollados, se aprecia que esta última no alcanza un 90 por ciento del PIB global, en el mismo mes (línea azul). La capitalización bursátil de los países emergentes en su conjunto (roja), que también se encuentran sobre valuados al igual que sus monedas, como se ha observado, alcanzó a 1,18 veces el respectivo PIB en septiembre del 2010.

Se aprecia que la capitalización bursátil del conjunto de los países desarrollados en ningún momento a lo largo de las últimos dos décadas superó una vez y media el respectivo PIB, nivel que alcanzaron precisamente en el frenesí de las punto com, a principios del 2000. Por su parte, la capitalización bursátil de los países emergentes nunca ha superado 1,3 veces el respectivo PIB, lo que sucedió el 31 de octubre del 2007, el fatídico día de Halloween en que se precipitó la actual crisis.

G4

Se trata de una gigantesca burbuja y ya se conoce su destino inevitable. Como se aprecia en el cuadro que sigue, preparado por CENDA en base a las mismas fuentes anteriores, la sobre valoración del peso y la bolsa chilena a fines de septiembre del 2010 solo se compara a la bolsa china antes de reventar su burbuja en octubre del 2007 y a la estadounidense en la víspera del estallido de la burbuja «punto.com,» el 2000. Incluso la burbuja de la bolsa japonesa no alcanzó esos niveles en la víspera de su estallido en 1989, del cual aún no se recupera puesto que veinte años después su valor no alcanza a la mitad de entonces. Todas ellas perdieron alrededor de la mitad de su valor a los pocos meses.

Como se demuestra en el estudio de CENDA «La Gran Ilusión,» las elevadas rentabilidades que muestran los fondos de pensiones chilenos se explican principalmente porque nacieron en 1981, justo en el punto más bajo de la recesión secular iniciada en 1969. Se beneficiaron así del largo boom que se extendió en los países desarrollados hasta 1999 y continuó en los países emergentes hasta el 2007.

Ello se aprecia claramente en el gráfico que sigue, preparado por CENDA en base a safp.cl, bcentral.cl, yahoo.com y mscibarra.com, que muestra la evolución de la cuota real del fondo de pensiones AFP (línea roja) a lo largo de toda su existencia, desde 1981 hasta fines del 2009. Se superpone la misma al gráfico del índice bursátil Dow Jones de los EE.UU., que se muestra desde 1928 hasta el 2009 (línea azul). Asimismo, se muestra la evolución de los mercados emergentes a partir de 1987 (naranja). Todos ellos en valores corregidos por inflación.

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Con los multifondos ocurre exactamente lo mismo, como se aprecia en el gráfico 2, más arriba, que muestra la evolución de la cuota real del fondo A de las AFP comparado con las bolsas mundiales, desde su creación el 2002, en el punto más bajo de la recesión posterior al estallido de las «punto.com.» Como se aprecia en ese gráfico y también en el gráfico 4, el rendimiento de los fondos AFP fue inferior al de las bolsas mundiales en los períodos respectivos.

Sin embargo, en el largo plazo, el rendimiento de estas últimas es inferior al 2 por ciento anual real, como lo demuestra el Dow Jones estadounidense, por ejemplo, que tal como se comprueba en el estudio de CENDA referido, tuvo un incremento promedio de 1,96 por ciento real anual entre sus máximos de 1928 y 1999. No puede ser de otra forma, por lo demás, puesto que el dinero no hace dinero por sí solo y la rentabilidad de los mercados financieros no pueden exceder en el largo plazo el crecimiento del PIB, que es de ese orden.

Adicionalmente, el Dow Jones pasó a pérdida la mayor parte del tiempo, tres décadas después de 1929, dos décadas después de 1969 y ya lleva una década a pérdida después de 1999.

Por lo tanto, el comportamiento de los tres últimos años del fondo de pensiones, en que como se ha dicho la rentabilidad del conjunto ha sido cero y menos 8,7 por ciento en el caso del fondo A, lejos de representar una anomalía, corresponde al inicio del ajuste de las rentabilidades del fondo de pensiones chileno a las rentabilidades de largo plazo de los mercados financieros internacionales. Lo que cabe esperar son nuevas pérdidas del fondo cuando inevitablemente reviente la burbuja que se ha inflado en la bolsa y el peso chilenos. Asimismo, un largo período de oscilaciones y bajas rentabilidades.

¡Celebra ahora Willy, que no te va a durar mucho!

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