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Puente sobre el Canal de Chacao: ¿por unos dólares más?

Carlos Cruz
Por : Carlos Cruz Miembro del Consejo de Politicas de Infraestructura
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El Presidente no puede exponerse nuevamente a dar disculpas en un discurso público por haber creado muchas expectativas o por no haber anticipado oportunamente las reacciones de la comunidad. Al ser anunciado, el Puente de Chacao volverá a ser una reivindicación muy sentida para la comunidad de Chiloé, por lo que es muy difícil que deje de construirse “por unos dólares más”. Será la propia comunidad la que velará porque esto no suceda.


Una de las novedades que anunció el Presidente Piñera en su discurso del 21 de mayo recién pasado fue la reactivación del Puente de Chacao, el cual fue desechado por la administración anterior por ser “extremadamente caro”. La presentación la hizo el Presidente en el contexto de los esfuerzos de la actual administración por darle una mayor conectividad al país.

Los argumentos que luego se han dado para explicar su decisión son:

– El mayor crecimiento del tráfico entre la isla y el continente, consecuencia de la mayor actividad económica que ha tenido lugar en esa zona del país y del crecimiento del ingreso y de la consecuente mayor tasa de ocupación de automóviles.

– Los menores costos que podrían derivarse del cambio del proyecto en relación al original y de las nuevas tecnologías que se debieran reflejar en nuevos materiales, diseños más modernos y mayor eficiencia.

– El financiamiento, al ser este un proyecto asumido plenamente por el Estado y no a través del sistema de concesiones.

– Y la forma de licitación a suma alzada, lo cual asegura un precio máximo, garantizándose así una rentabilidad social razonable para el proyecto.

[cita]El Presidente no puede exponerse nuevamente a dar disculpas en un discurso público por haber creado muchas expectativas o por no haber anticipado oportunamente las reacciones de la comunidad. Al ser anunciado, el Puente de Chacao volverá a ser una reivindicación muy sentida para la comunidad de Chiloé, por lo que es muy difícil que deje de construirse “por unos dólares más”. Será la propia comunidad la que velará porque esto no suceda.[/cita]

Los más entusiasmante de este anuncio es el hecho que es posible que desde el gobierno se esté recuperando una forma de hacer políticas públicas, al menos en el campo de la infraestructura, a partir de una visión de futuro respecto del rol de Chile en el mundo.

El Presidente reconoce que este concepto, que tiene que ver con la integración del territorio nacional y la necesidad de estrechar las comunicaciones con los países vecinos como forma de potenciar nuestra capacidad de competir, que fue  elaborado durante la administración Frei, se implementó con gran entusiasmo en los primeros años de la administración Lagos y luego de eso se dejó de lado. Es a través de esa mirada que se le dio un sentido de integridad a los esfuerzos de inversión desplegados con gran éxito en el país durante esos años y que se perdió luego como consecuencia de visiones extremadamente tecnocráticas, cortoplacistas y de derecha.

Hoy se vuelve a formular una propuesta similar, la que permitirá enhebrar la seguidilla de proyectos que se han anunciado en el último tiempo y que, evaluados caso a caso, muchos no tienen una debida justificación. Es esta una forma de mirar las políticas públicas que debiera permear otras áreas, como la educación, la energía, la salud, la seguridad social, entre otras.

Lo preocupante del anuncio es —como siempre lo ha sido durante esta administración— la “letra chica”. De hecho, el fijarle un límite máximo a la inversión es una demostración de la falta de convicción acerca de la importancia que tiene el Puente de Chacao para la Isla de Chiloé, para la Décima Región y para el país. No se refleja en esta forma de plantear las cosas la decisión que ha habido, por ejemplo, detrás de los esfuerzos que se han hecho para llegar por tierra hasta Coyhaique y, ahora, hasta la frontera norte de Campos de Hielo. Es obvio que en esa decisión no son los tráficos los que definen la cantidad de recursos que se destinarán para ese efecto ni una convenida tasa de retorno social, sino la visión que se tiene de cómo debe unirse el territorio nacional.

Es por esa inhibición anticipada respecto de la voluntad efectiva de sacar adelante el proyecto Puente de Chacao que algunos se atreven a pensar que este anuncio es una maniobra populista, con un afán meramente electoral. Queremos creer que esto no es así. Y, aunque algunos en el gobierno pudiesen tener esa intención, estamos convencidos que el Presidente no puede exponerse nuevamente a dar disculpas en un discurso público por haber creado muchas expectativas o por no haber anticipado oportunamente las reacciones de la comunidad. Al ser anunciado, el Puente de Chacao volverá a ser una reivindicación muy sentida para la comunidad de Chiloé, por lo que es muy difícil que deje de construirse “por unos dólares más”. Será la propia comunidad la que velará porque esto no suceda.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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