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Pepa Valenzuela y su cansancio de Chile

Por: Ximena Vidal Bastías, antropóloga


Señor Director:

Pepa, no me conoces, yo tampoco a ti, sólo leí tu texto de “opinión”, y comparto algunos de los temas que planteas, pero, sin ánimos de ninguneo, también tengo preguntas.

Contarte que soy una mujer pueblerina del centro sur de Chile, de 41 años de edad, autodidacta, de escuelas públicas, que poco o nada me enseñaron, de profesión antropóloga, aunque dicho título no me enorgullece, porque no creo en la academia, ya que es androcéntrica, eurocéntrica y misógina.

Hace aproximadamente dos años, regresé a mi pueblo de infancia-adolescente desde Valparaíso, porque hacía mucho quería volver al Sur.

Trabajo como antropóloga temporera, ya que lo hago por temporadas, y en proyectos independientes, por opción, pero también por el nepotismo y la precariedad laboral que existe.

Entro otros, me interesa el arte de la escritura, aunque hasta ahora, no he publicado nada.

No pertenezco a partido alguno, jamás he votado por alguien, y desde niña he cuestionado la cultura patriarcal, no por aparición divina ni tradición familiar.

Desde tu opinión, estaría afectada por la desgracia de ser mujer, da para mucho escribir sobre aquello, pero contarte que cuando niña, al igual que tú, sufrí violencia sexual, fui toqueteada por un hombre mayor, un vecino, pero dicha experiencia, y otras después en la cultura patriarcal en que nacemos, no me atemorizan. Al contrario, porque ese es el objetivo, que vivamos con miedo.

Sobre el nepotismo en Chile, contarte que provengo de una familia de obreros/as, trabajadores/a, profesores/as. Sin tradición de lobby, lo que supone un mal porvenir, porque todos lo méritos que tengo no cuentan a la hora de las muchas postulaciones para cargos públicos.

Cuando inicio la lectura de tu texto, te leo desde el lugar que escribes: Nueva York. Estados Unidos.

Tengo una amiga en Nueva York, Rita, una hermosa amiga, hija de una chilena y un hindú. Me ha invitado, pero aún no he ido a visitarla.

Pepa, dices cuestionarlo todo, en las diez páginas que te leí, no hay cuestionamiento alguno al imperio de Estados Unidos, el que te ha recibido muy bien, el que no te pregunta por intimidades, y el que te permite viajar a otras partes del mundo, siendo que es uno de los países más beligerantes del planeta. Con presidentes genocidas, y en particular, en la historia de Chile, este imperio bonachón generó una de las guerras civiles más atroces de la humanidad.

Los “gobernantes ridículos” y de “mala memoria” no solo están en Chile, Pepa.

¿Quién preside el imperio bonachón hoy día?

La televisión de mierda que dices se ve en Chile, (detesto también los matinales), son malas copias de la televisión del imperio yanqui.

No sé si has visto el documental de Oliver Stone: “La historia no contada de Estados Unidos”.

Así como te gustaría mostrar un mapa de distribución del poder económico, político de Chile, de las poblaciones periféricas de Santiago, o una comparación gráfica entre la vida de un empresario/a, un obrero/a, agricultor/a, o pescador/a artesanal, debieses mostrarles este documental a tus amigos “americanos”. Se trata de su propia historia, pero que también es la nuestra, la de los países “tercermundistas”, que está violentamente relacionado. Este documental de 10 capítulos da cuenta de cómo las decisiones y políticas de exterminio del imperio bonachón son responsables de mucho de lo que escribes en tu texto.

No sé si has visto películas o documentales de célebres cineastas chilenos como Raúl Ruiz, que da cuenta de la(s) identidad(es) chilena(s), desde la cultura campesina o de Patricio Guzmán, que relata la “Batalla de Chile”, pero también la “Nostalgia de la Luz”, y “El Botón de Nácar”, que muestra desde el sentir del agua como órgano mediador entre las estrellas y nosotros/as, las historias negadas del mar, el exterminio patagónico y de la última dictadura en Chile.

Escribes también sobre tu experiencia en distintas partes de Chile: “barrios peligrosos” y “lugares imposibles”. Me pregunto, si acaso esos barrios, esos lugares tienen contextos históricos, culturales, políticos, que dan cuenta de por qué los consideras así, es decir, ¿de dónde viene todo eso Pepa?, no nacen de la nada. No se nace o crece en un “barrio peligroso” por opción.

Pepa, el “imperio de la estupidez” va de la mano con el “imperio de la ignorancia”, y en el caso del mito de Chile, mucha de dicha estupidez y dicha ignorancia provienen del país que elegiste para continuar con tu formación académica.

Por ratos pareciera que tu texto fuera solo un berrinche de una niña-mujer que ha sido muy afortunada en la vida, a pesar de la violencia que le afecta, como a todas las mujeres de este mundo.

Mencionas a Nabila Rifo, bueno yo te contaré de Florencia Di Marco, una niña de 12 años de Argentina que fue brutalmente violada y asesinada por su padrastro hace una semana.

No hay esencialismos ni exclusividades en la violencia contra las mujeres, aquella que nosotras mismas denunciamos, pero si no logramos vincular las relaciones entre culturas e imperialismos, y lo hacemos coherente con nuestras diferencias, decisiones, acciones y estilos de vida, sólo serán las mismas herramientas del amo que apoyan la construcción de dichos imperios, como diría Audre Lorde, gran poeta afroamericana.

La violencia contra las mujeres no es exclusiva de Chile, y menos desde los lugares de privilegios desde donde escribes.

Dices amar a tu país, ¿cuál Chile me pregunto?, porque hay varios. ¿El Chile de la metrópoli? ¿El Chile del centro-sur? ¿El Chile del norte? ¿El Chile de Valparaíso? ¿El Chile del campo?

¿Sabes cómo se inventó Chile?

¿Sabes quién es Lola Kiepja o Gabriela Paterito?

¿Sabes que son los Zoológicos Humanos?

¿Sabes quién es Lorenza Cayuhan?

Yo no amo el mito de Chile, quiero a su gente, sus campos, sus ríos, su mar, la cordillera, los árboles nativos. Quiero aprender de las culturas ancestrales, de antes del invento mal parido de Chile, que los textos escolares aún niegan, y que el estado acusa de terroristas.

¿Sabes de donde viene la cultura del terror?

Tú eres de profesión periodista, bueno, te dejo un fragmento de Edward W Said, autor palestino-estadounidense, crítico literario, musical y activista relacionado a los medios de comunicación, no sé si has leído algo de él:

“Aunque sea cierto que los medios de comunicación están naturalmente mejor preparados para la caricatura y el sensacionalismo que para la comprensión de procesos más lentos de la cultura y la sociedad, no obstante la razón más profunda para la difusión de concepciones erróneas es la dinámica imperial y sobre todo sus tendencias dominantes, reactivas, separadoras y esencializadoras”.

Atentamente
Ximena Vidal Bastías, antropóloga

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