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Socialismo de cuello y corbata II


El tema de las inversiones del PS es muy importante y amerita decir algo más. No estamos ante un simple error o una impasse de un grupo de militantes encargados de las finanzas, asistimos al fenómeno cultural de cómo el pensamiento socialista se entregó al de corte neoliberal, sin haber intentado el más mínimo acto de resistencia o de propuesta alternativa en estas décadas.
En el capítulo anterior habíamos citado a un profesor de filosofía porteño, de bajo rating, quien explicaba que antes de las ideas están los negocios, pues los discursos ideológicos se construyen después, para argumentar y justificar las acciones económicas.
Hasta los años ochenta el socialismo creía en el rol empresarial del Estado y veían en éste el motor para fomentar la economía, creía en marcar las líneas de la cancha y escribir el reglamento antes de que salieran los jugadores a la cancha.

Los socialistas consideraban importante respetar al árbitro y al entrenador, hoy para ese pensamiento es más significativo el representante, pues éste puede venderle los jugadores antes de los 14 años. Para ellos, el ministro de economía es una figura secundaria, ya no interesa impulsar un modelo de desarrollo, quien debe ser empoderado es el ministro de Hacienda, porque posee vínculos de todo tipo con el empresariado chileno especulador y rentista.
¿Renovación?, por último, en el socialismo se hubiera asistido a una verdadera renovación de ideas para intentar implantar en el país recetas de sociedades que lograron un desarrollo económico y humano destacable. Hay muchos ejemplos.

No hablo de chimeneas y obreros machacando tuercas, estamos en el siglo XXI y las opciones son ir hacia las industrias del conocimiento y el valor agregado, recuperación real de la educación, mediante. En vez de haber invertido millones por décadas en la estafa de la educación superior privada, en suma un refrito de la “titulitis” de la colonia, los socialistas hubieran impulsado un “Chile Silicon Valley” con capital de riesgo, pero no, abrazaron el rentismo y se fueron a vivir y pensar a La Condes, Vitacura, Lo Barnechea y La Reina.

Por más que simule ser estadista con una visión de futuro, el socialismo de cuello y corbata es acólito del camino corto. Prefieren ser socios de Fundación Paz Ciudadana de Agustín Edwards, heredar a sus hijos los mejores trabajos, ser partners neoliberales en el Transantiago, entregar a los bancos a los estudiantes y el mar de la duodécima región como garantía a esa misma banca, para salvar a la industria salmonera, pues no les interesa rediseñar esa actividad contaminante con criterios de desarrollo real, como lo hizo Noruega.

Este episodio del PS Investment no es menor, no es corrupción pública como el caso carabineros, es una podredumbre del alma, tráfico de influencias. Concurrimos a un claro ejemplo de cómo el pensamiento socialista no se renovó, sino de que se descompuso.
Sus brokers de la comisión patrimonio exigen ser felicitados tras duplicar el dinero, aunque haya sido de la mano de los corruptores de la política y de empresas manchadas con sangre. Total, los detractores son morenos estatistas, enfermitos, anclados en la UP.

[cita tipo=»destaque»]Por más que simule ser estadista con una visión de futuro, el socialismo de cuello y corbata es acólito del camino corto. Prefieren ser socios de Fundación Paz Ciudadana de Agustín Edwards, heredar a sus hijos los mejores trabajos, ser partners neoliberales en el Transantiago, entregar a los bancos a los estudiantes y el mar de la duodécima región como garantía a esa misma banca, para salvar a la industria salmonera, pues no les interesa rediseñar esa actividad contaminante con criterios de desarrollo real, como lo hizo Noruega.[/cita]

El mote de “sociolistos” se fue construyendo culturalmente hace décadas y es un producto de la sabiduría popular, cuando ésta constató cómo el socialismo se había ido a vivir al sector oriente sin pensarlo dos veces, para oficiar de puentes dorados entre los dueños del mercado y la sociedad endeudada.
En mala imagen de la presidenta Bachelet se debe al rechazo a esa forma de vivir este momento de la historia, adheridos a la especulación y al tráfico de influencias familiares en el poder, una red que consigue un bienestar jamás visto, mientras el grueso de la población paga los costos de una vida laboral miserable.

¿Por qué PS Investment puso su dinero en esas empresas y no hace como Noruega que revisa antes con quien amarra su dinero? Es porque ese PS Investment piensa, trabaja y vive cómo los dueños de esos grupos económicos chilenos, no fue un descuido, es una opción de vida.
¿Habrá socialistas redactando una nueva constitución, para liberarnos de la fascista que nos rige?, ¿Habrá socialistas pensando un nuevo modelo económico, y así superar esta sociedad neo salitrera? Lo dudo, pues el camino corto implica lograr el poder, acceder al botín estatal laboral y no atender estos desafíos históricos.

Los medios de comunicación del duopolio seguirán tratando este caso en el contexto electoral de un simple empate de acusaciones. Para quienes están atentos a la historia, en cambio, este episodio es muy trascendente, pues permite exponer públicamente el ADN de este socialismo, protagonista de una época donde se consolidó legítimo ir al hombre y no al balón, pues el partido hay que ganarlo a cualquier precio.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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