Señor director:
Sin lugar a dudas el 2021 estuvo marcado por distintos acontecimientos en Chile y en el mundo. En términos medioambientales la crisis y la problemática fue noticia todo el año. Uno de los hitos fue en agosto cuando se entregó el lapidario informe de la ONU en el que se afirmó que “las consecuencias del cambio climático son irreversibles”. Desde el mundo privado y sobre todo desde las empresas que buscamos contribuir a tener un mundo más sustentable debemos preguntarnos cuáles son los desafíos que nos esperan para el 2022 para justamente no hacerle más daño al planeta y por lo contrario ser un aporte.
La movilidad sustentable es un concepto que ha ganado fuerza y mejor aún se ha convertido en un estilo de vida para miles de personas. Andar en bicicleta, por ejemplo, ha sido uno de los grandes cambios que hemos visto en las urbes. Si bien desde la llegada de la pandemia esto ya venía ascendiendo, ha sido inevitable ver cómo este año los ciclistas han vuelto a reinar en las calles. Porque para muchos pedalear no es solo para salir a pasear o recrearse, sino que se ha convertido en su medio de transporte.
Un estudio de Movilidad y Transporte realizado en la Región Metropolitana por Studio Público dio a conocer que para trasladarse con mayores medidas de precaución sanitaria, las personas decidieron optar por algo mucho más ecológico y bueno para la salud: la bicicleta. El estudio también expuso un aumento de 4% en personas que migraron hacia la bicicleta, en comparación con el año anterior, alcanzando un 12,6%. Cifras positivas, pero no necesariamente suficientes. Y ese es el desafío que debemos enfrentar el 2022, que estos números aumenten y por sobre todo persuadir los beneficios a corto y largo plazo que tiene andar en bicicleta. Que sí se puede convertir en un medio de transporte oficial para muchos, que es más económico que otros medios y que además es bueno para la salud. No basta con escribirlo sino que debemos aplicarlo.
Llegó el momento de ocuparse del tema, Santiago al igual que otras ciudades, es una ciudad pedaleable, pero debemos hacerla más amigable. Desde la calidad de las ciclovías hasta la empatía vial de todos los que transitan en las calles. Solo así motivaremos a más personas a ser parte de esta cultura. Una persona que pedalea cambia su vida y si muchas lo hacen pueden cambiar una sociedad completa, impactando en la ciudad que buscamos construir para nosotros y las futuras generaciones.
Alex Ferreira, country manager Tembici Chile
