Las mujeres estudiantes de Irán realizan una hazaña magnánima, se sacan el velo en respuesta a años de abusos, tiranías y autoritarismo estatal de ejercer control sobre los cuerpos de las mujeres y las niñas, que entre otras cosas las obliga a ocultar su cabello.
Esto se lleva a cabo masivamente luego de la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, quien fue detenida por agentes de la policía moral y llevada a un recinto policial para ser reeducada. En ese lugar sufre un paro cardíaco y fallece tres días después en un centro asistencial. Sus familiares señalan que falleció producto de los golpes, lo que desató la quema de velos y las protestas de mujeres alrededor del mundo que han realizado el gesto de cortarse el cabello, como forma de empatizar con las mujeres iraníes.
Esta vigilancia sistemática de la policía moral iraní tiene la prerrogativa de detener indiscriminadamente a las mujeres y revisar sus vestimentas, su cabello y maquillaje, entre otros. En el caso del velo, el no uso en espacios públicos es la máxima ofensa, y mujeres niñas son consideradas inmorales y delincuentes.
El control estructural vigila los cuerpos de las mujeres. El desobedecer o desafiar el mandato implica el castigo de detención, torturas físicas e incluso la muerte. Este mandato patriarcal somete a las mujeres a estar supeditadas a ocultar su cuerpo, brazos, piernas y a cubrir su cabeza.
La inspección a la indumentaria de las mujeres desde la moralidad hegemónica opera como una esclavitud moderna y se irradia en todos los sistemas: las universidades, las escuelas, el trabajo. Este trato abusivo, discriminatorio e impropio, es degradante y opera en la impunidad de leyes del Estado que impone violencia estructural de género a la sombra de un encubrimiento institucional. Producto de esto hechos se ha levantado un movimiento que rechaza el velo obligatorio y desafía la autoridad con marchas en las calles sin velo o amarrándolos a modo de bandera.
El estallido social provocado ha generado un efecto multiplicador, donde la rabia e impotencia ha emergido con valentía y ha movilizado a mujeres jóvenes que se han atrevido a desafiar el autoritarismo masculino del Estado, que ha atentado en contra de los derechos humanos fundamentales de las mujeres y niñas al negarles la libertad de una vida plena y justa.
El hecho de la muerte de Mahsa Amini se constituye en un hito y con el lema mujeres, libertad y vida ha comenzado un camino de lucha y demandas a líderes patriarcales y clericales para poner fin al hiyab.
