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Código de Protección Animal: en deuda para avanzar en una salud Opinión

Código de Protección Animal: en deuda para avanzar en una salud

Se hace imprescindible la dictación de este “Código de Protección Animal” que sistematice la normativa de protección animal sobre la base de estos principios, permitiéndoles su entrada en vigor y permeando en distintas reparticiones públicas. La solución se encuentra en manos del Presidente de la República.


Desde el año 2009 que en la Ley N°20.380 del Ministerio de Salud se reconoce a los animales como seres vivos, sensibles y parte de la naturaleza, a quienes se les debe proteger, otorgar un trato adecuado y evitarles sufrimientos innecesarios. Estos principios legales están llamados a servir como piedra angular en la política pública animal, permitiéndonos superar el obstáculo cultural (ya no jurídico) consistente en considerar a los animales más allá de su regulación patrimonial como bienes afectos a las reglas demaniales.

A partir de la Ley N°20.380 se han dictado importantes normas legales y reglamentarias que han avanzado en esta línea, especialmente consagrando la idea de bienestar animal, de variadas formas y en distintos ámbitos sociales (por ejemplo, producción animal, acuicultura, mascotas y animales de compañía). 

Junto con estos avances, surge el problema de la dispersión regulatoria en distintas reparticiones del Estado en materia animal.  En Chile existen distintas autoridades que regulan materias relacionadas con los animales, tales como los ministerios del Interior y Seguridad Pública, Agricultura, Medio Ambiente, Economía, Fomento y Turismo y, por supuesto, Salud, sobre la base de distintos puntos de vista e intereses sectoriales. Con esto se pierde la unidad, armonía y, finalmente, la noción de política pública en el ámbito de la protección animal, dificultándose, además, el efectivo conocimiento y aplicación del sistema de normas de protección animal. En otras palabras, a pesar de que existen las normas de protección animal, no se reconoce una política pública unitaria en materia de protección animal, lo que impacta en la interpretación y aplicación de estas.

La solución a este problema se encuentra a disposición de la Presidencia de la República desde hace más de diez años. En efecto, en la Ley N°20.380 se facultó al Presidente de la República para dictar un decreto con fuerza de ley por medio del cual se refundiera, coordinara y sistematizaran “[…] los preceptos legales atingentes a la protección de los animales, reuniendo disposiciones directa y sustancialmente relacionadas entre sí que se encuentren dispersas e introduciendo cambios formales, sea en cuanto a redacción, titulación, ubicación de preceptos y otros de similar naturaleza, pero sólo en la medida en que sean indispensables para su coordinación y sistematización”. Se trata de un verdadero “Código de Protección Animal” que resulta esencial para unificar la normativa animal dispersa en leyes, reglamentos y normas técnicas.

Lamentablemente, tras cinco gobiernos, el Poder Ejecutivo continúa en deuda.

Se hace imprescindible la dictación de este “Código de Protección Animal” que sistematice la normativa de protección animal sobre la base de estos principios, permitiéndoles su entrada en vigor y permeando en distintas reparticiones públicas. Esto llevará, además, a incorporar en la interpretación y aplicación de estas normas el enfoque de Una Salud (One Health, en inglés), el cual consiste en desarrollar políticas públicas y normas, reconociendo que el bienestar y salud de los humanos están inherentemente relacionados con la salud animal y el medio ambiente. 

Estos principios en materia de protección animal y este enfoque de Una Salud resultan imprescindibles para generar un cambio cultural y demostrar a los jóvenes un compromiso con su futuro. 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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