Hoy se inicia nuevamente el tramite legislativo para que nuestro país pueda contar con un marco legal que regule el funcionamiento de las salas de juegos en el territorio nacional. El proyecto, que fue enviado a la Cámara de Diputados por el ex presidente Frei, ha sufrido una serie de modificaciones. Hoy destaca la rebaja de 25 a 15 locales y que Santiago no contará con uno de estos recintos.
El proyecto denominado "Ley de Casinos" fue enviado al Congreso el año 1999 por el ex presidente Eduardo Frei R.T., con el objeto de regular una actividad económica relevante como lo es la industria de la entretención. Hasta ahora Chile no cuenta con una ley que rija a las salas de juego, y lo
más seguro es que en el tramite legislativo en el senado se excluya a Santiago de poseer un centro de juegos.
El proyecto que envió el ahora senador vitalicio, ha sufrido una serie de "metamorfosis" que hoy saltarán de nuevo al tapete en la tercera jornada de debate de este proyecto de ley, en su segundo trámite, en la cual se establecerán las bases generales para la autorización, funcionamiento y fiscalización de casinos.
Al comenzar el trámite legislativo, la iniciativa contenía tres principios básicos: la regulación por parte del mercado de las licencias de casinos; la existencia de una Superintendencia encargada de la entrega de permisos y de fiscalizar a los organismos en el cumplimiento de la normativa, y se estipulaba el pago y control del impuesto especial del 20% de los ingresos, que se distribuiría entre el municipio local y los gobiernos regionales.
El 30 de abril de 2003 los diputados aprobaron en forma "parcial" la ley, para que ingresara al Senado. Ya se había eliminado la creación de una Superintendencia de Casinos.
El proyecto enviado por Frei demoró seis años en ser aprobado debido a que existió un «fuerte» debate entre diputados regionalistas que se oponían a que Santiago contara con un casino, por ello se hicieron una serie de modificaciones en las que se eliminó a la Región Metropolitana de la posibilidad de tener una sala de juego, además se fijó un limite de 24 licencias, dos por región.
Los "regionalistas" exigieron que Santiago no contara con un centro de juegos debido a que se privilegiaría a esta zona metropolitana con un mayor ingreso de turistas, lo que afectaría el normal flujo de visitantes a las regiones.
También se introdujeron otras modificaciones, como el rechazo a establecer un radio de prohibición de 200 kilómetros entre un casino y otro, y de exijir que uno de los socios tenga experiencia comprobada en el rubro, además de 10% de las acciones.
En el Senado
El 6 de mayo de este año la iniciativa ingresó a la Cámara Alta, que aprobó aumentar a 25 las licencias de casinos en todo el país, descontando siempre a la Región Metropolitana, y se restableció una Superintendencia de Casinos.
Sin embargo, en el debate posterior, los senadores introdujeron "fuertes" cambios en el proyecto de ley, entre los más significativos: se aprobó la rebaja a sólo 15 casinos, lo que se traduciría en la construcción de ocho nuevas salas de juego ya que actualmente existen sólo siete en funciones, creadas por leyes especiales. Además, se volvió a eliminar la idea de crear una Superintendencia de Casinos.
Hoy, por tercera vez, se iniciará el debate. Estarán presentes muchos intereses. Clave será el hecho que las salas de juego provocan un incremento en el turismo, lo que las regiones quieren capitalizar. De ser así, Santiago -a diferencia de muchas de sus pares latinoamericanos- no tendrá Casino.
