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Operación Albania: Ex director de la CNI juega última carta ante plenario

Hasta ahora los ex agentes que declarado en el probatorio han señalado que la responsabilidad intelectual y operativa en la muerte de los 12 miembros del FPMR el 15 y 16 de junio de 1987 corresponde al ex director de la CNI de la época. Hoy la expectación está centrada en si el ex oficial ratificará las imputaciones o si deslindará responsabilidades en Pinochet.


Según lo establecido en el calendario testimonial del caso Albania, hoy corresponde que comparezca ante el ministro Dolmentsch, el ex director de la Central Nacional de Informaciones (CNI), Hugo Salas Wenzel, quien dirigía dicho organismo los días en que se ejecutó el operativo conocido también como la "Matanza de Corpus Christi" y que terminó con la muerte de 12 miembros del FPMR.



Salas Wenzel deberá hoy ratificar todas sus declaraciones anteriores y a la vez contestar todas las dudas que tengan los abogados de los otros procesados y de los abogados querellantes. El ex oficial deberá hacer frente a la responsabilidad que le cabe en el montaje de la operación y al rol especifico que cumplió la Unidad Antiterrorista (UAT) de la CNI, el 15 y 16 de junio de 1987.



Este lunes el mayor (R) Krantz Bauer, ex agente del organismo y jefe de la unidad que combatió al FPMR, señaló que todas las acciones fueron autorizadas por Salas Wenzel y el entonces presidente de la República Augusto Pinochet, aunque tácitamente. Lo mismo dijo el ex agente Luis Arturo Sanhueza Ross.



En tanto, ayer prestaron testimonio ante el ministro Hugo Dolmetsch, el coronel (R) Iván Quiroz Ruiz, el suboficial René Valdovinos Morales y los empleados civiles: César Acuña Luengo, Jorge Vargas Bories.



Tal y como lo hizo en su primer testimonio, el coronel (R) de Carabineros, Iván Bellarmino Quiroz, volvió a insistir en la responsabilidad jerárquica del general (R) Augusto Pinochet, sobre los servicios de inteligencia que ejecutaron la Operación Albania.



La abogada María Inés Horvitz, que representa al Consejo de Defensa del Estado (CDE), fue quien solicitó a Quiroz que confirmara la responsabilidad jerárquica de Pinochet. La profesional consultó al procesado sobre si el general (R) sabía de la operación, ante lo cual el ex agente señaló que todos los servicios de inteligencia del mundo dependen del jefe de Estado y que a su juicio Chile no constituía una excepción.



También durante la segunda jornada del plenario el coronel (R) fue requerido sobre su intención de eliminar al funcionario de la CNI, Juan Jorquera Abarzua, alias "El Muerto", durante el operativo de calle Pedro Donoso. Según las versiones que constan en el proceso, la idea del ex oficial era "aparentar bajas", para lo cual tenía planificado utilizar un arma con silenciador. Quiroz, al respecto, negó tajantemente dicho propósito, el cual fue "comentario general" cuando los agentes volvieron en la noche al cuartel Borgoño. No obstante, Quiroz reconoció al ministro Dolmetsch que es efectivo que en esos tiempos tuvo un arma con silenciador, de uso particular, la cual aun mantiene debidamente inscrita, pero que después de su reingreso a Carabineros se deshizo de ella.



La participación de Quiroz, en esta etapa probatoria, se extendió por dos horas y media, tiempo durante el cual ratificó también que el armamento que se colocó a los frentistas abatidos, correspondía a la Central Nacional de Informaciones y, específicamente, al cuartel Loyola. En este punto atribuyó responsabilidades a los fallecidos ex agentes Cifuentes y Zúñiga.



Después de un receso de 10 minutos, vino el turno del suboficial René Valdovinos Morales, quién el 15 de junio de 1987 participó del seguimiento y posterior muerte del economista y fundador del FPMR, Recaredo Ignacio Valenzuela, el cual fue abatido en el pasaje Alhue, en Las Condes.



Según la versión de Valdovinos, la orden que recibió, junto a cinco compañeros, fue de detener al "individuo peligroso". Sin embargo, después de gritar tres veces alto y de conminarlo a que no utilizara un revólver que portaba en su cintura, el que después sacó, el equipo le disparo a dos metros de distancia. El suboficial no pudo confirmar si Valenzuela alcanzó a disparar su arma.



Idéntica declaración prestó el empleado civil César Acuña Luengo, quién participó también de la eliminación de Valenzuela. La única diferencia radicó en si existieron otros testigos de los hechos del pasaje Alhue. Al respecto, Valdovinos señaló que se enteró los días posteriores, y por la prensa, de un señor de apellidos "Rojas", que habría presenciado los hechos. Sin embargo Acuña dijo que efectivamente un vecino del sector que en esos momentos sacaba su vehículo, presenció también los acontecimientos.



El último en ratificar sus declaraciones anteriores ante el ministro fue Jorge Vargas Bories, empleado civil de la Unidad Especial que también operaba en el cuartel Borgoño. El ex agente precisó que el 15 de junio tuvo que presentarse muy temprano al cuartel, debido a una citación que no sólo se le hizo a él, sino que a todos los funcionarios, mozos, barrenderos, lavadores de autos, etc.



Este hecho se contradice con la versión prestada por Quiroz, en el sentido que la citación se produjo durante el transcurso del día, insistiendo en que no existía una planificación de las acciones. De hecho, llegó a decir que le correspondió ayudar a servir alimentación en los operativos, además de oficiar de ayudante del fiscal que llegó a Pedro Donoso, para colaborar en las funciones que debían efectuarse con el servicio médico legal.



Vargas Bories señaló que su unidad compuesta por 12 personas, en realidad operaba con sólo 7 funcionarios, y no tenía como función realizar labores de inteligencia, sino de protección al ministro del Interior y otros ministros como Mónica Madariaga, por lo que no participo de los operativos, porque además debieron facilitar sus vehículos y radios.



En la tribuna se encontraba el abogado querellante de una de las victimas, quién solicito que precisara por qué fue excluido del operativo. Vargas Bories insistió en que habían prestados todos sus equipos y además ellos no estaban preparados física ni tácticamente para enfrentarse a miembros del FPMR. De hecho causó risas entre el ministro que Vargas dijera que todos los miembros de la unidad especial eran "chicos"de estatura.



Dolmetsch, complicado con esta palabra a la hora de redactar la respuesta oficial, se preguntó en voz alta cómo cambiar la palabra "chicos" de estatura, oportunidad que se dio para que la abogada del CDE ironizara con que cómo era posible que una unidad dedicada a la protección de los más altos cargos políticos, tuviera personal tan poco apto. A su vez, otro abogado opinó que debería colocarse entonces la palabra "minusválido".



El turno del agente, terminó con la intervención de la abogada del CDE, quién pidió a Vargas que precisara a que se refería cuando en una parte del proceso señaló que existirían intereses de otros mandos en involucrarlo, a lo cual respondió que se refería a dos de los autores confesos de los crímenes, Manuel Morales Acevedo y José Morales Morales.



Vea las declararaciones clave:



Declaración del coronel (R) Iván Quiroz



Declaración del mayor (R) Alvaro Corbalán



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