Presidente colombiano le había advertido a su par venezolano durante la última Cumbre Iberoamericana que «no distrajera a sus generales del trabajo frente a los bandidos" de la guerrilla.
José Obdulio Gaviria, principal asesor del presidente colombiano, Álvaro Uribe, afirmó que la decisión de retirar la autorización al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y a la senadora Piedad Córdoba para avanzar hacia un acuerdo humanitario con las FARC, es «irreversible».
En declaraciones a la emisora Caracol Radio, el funcionario dijo que el gobernante vecino se había comprometido con el presidente Uribe a no establecer «contactos con los altos mandos militares».
De esta manera, la llamada hecha este miércoles por el presidente venezolano y de la senadora Piedad Córdoba al general Mario Montoya, comandante del Ejército, provocó una «reacción drástica de los altos mandos militares», quienes se sintieron engañados, dijo.
Gaviria recordó que Chávez se había comprometido con el presidente Uribe a no establecer contactos con los altos mandos militares y sostuvo que esta comunicación podría tener «efectos impensables».
De acuerdo con el asesor de Uribe, éste le había advertido a Chávez durante la última Cumbre Iberoamericana que «no distrajera a sus generales del trabajo frente a los bandidos de las FARC».
El comunicado de la Casa de Nariño, sede de la Presidencia colombiana, explicaba que Córdoba «llamó telefónicamente al comandante del Ejército, general Mario Montoya, le pidió una cita y, a continuación, le pasó al teléfono al presidente Hugo Chávez de Venezuela», quien le preguntó «sobre secuestrados por las FARC».
Uribe se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Araujo, y el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, para analizar la situación planteada.
Previamente en una breve declaración a la prensa, el presidente afirmó que «hay que seguir buscando la liberación» de los secuestrados, sin que esto «afecte a la política de seguridad democrática», emblema de la gestión del presidente colombiano de lucha contra la guerrilla.
A mediados de agosto pasado Córdoba y Chávez fueron autorizados por Uribe para hacer gestiones en busca de la liberación de 45 secuestrados por las FARC a cambio de unos 500 guerrilleros presos.
Entre los primeros, se encuentran policías, militares y políticos, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, también ciudadana francesa, su compañera de candidatura, Clara Rojas, que tuvo un hijo en cautiverio, y tres contratistas estadounidenses.
Tras los contactos de Chávez y Córdoba con representantes de las FARC se preveía que el grupo guerrillero al menos diera pruebas de supervivencia de los secuestrados y pusiera en libertad a algunos de ellos.
Sin embargo, Chávez no pudo presentar pruebas de vida de los secuestrados, como se preveía, en la reunión que mantuvo el pasado martes en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el gobierno colombiano dio un plazo hasta el 31 de diciembre para que fructificara la mediación del presidente venezolano.
EFE
