Idea es entregar soporte financiero para quienes asuman la tutela de los menores.
Un llamado al Gobierno a establecer «todos los cambios que sean necesarios» en la red de protección social, con el fin de atender los casos de los hijos de mujeres asesinadas, formuló el presidente de la Cámara de Diputados, Patricio Walker (DC).
El parlamentario falangista quien manifestó su preocupación por la situación en que han quedado 48 niños, cuyas madres fueron asesinadas en el contexto de un femicidio.
«De los 60 femicidios que han ocurrido, hay 48 niños han quedado abandonados, de los cuales el 45% son menores de 8 años. Ellos quedan con una secuela sicológica gravísima. Por eso quiero hacer este llamado al Gobierno, a que a través del Sename tengamos una estrategia integral, de protección y apoyo a estos niños», señaló Walker.
Por ello, planteó la necesidad de crear un subsidio permanente por parte del Estado, que permita que los menores sean ubicados en una familia sustituta o con algún pariente. »
"Muchas familias no se hacen cargo de ellos por no tener los recursos suficientes, y la idea es que el niño no vaya a un hogar que es masificado, impersonal, que no repara el daño psicológico provocado", enfatizó.
Walker se refirió al caso concreto de Isabel Chandía, quien falleció este jueves y pasó a ser la víctima 60 de los femicidios durante 2007, dejando a cinco hijos en el abandono.
Agregó que si bien el Sename, el Sernam y la División de Seguridad Pública del Ministerio del Interior asumieron un programa conjunto, debe estructurarse una estrategia integral, que contemple, además, la posibilidad de otorgar subsidios especiales a estos menores.
En el mismo sentido, llamó al Gobierno «a crear al menos un centro de asistencia de victimas por región, pues hay solamente dos centros en todo Chile, y ambos están en Santiago. Quiero manifestar nuestra disposición como Cámara de Diputados, de aprobar rápido los recursos que sean necesarios para ese efecto».
Walker finalizó agregando que «cuando ocurre un femicidio, no sólo muere la madre, sino sus hijos y la familia entera; sabemos que se está atendiendo a las mujeres que se sienten amenazadas, y eso ha sido un gran paso; pero hoy, nuestro llamado apunta, también, a preocuparnos de los hijos que quedan».
