Argumenta que respetará las instancias oficiales
Mientras tanto, el senador reelecto hizo un llamado a la unidad del partido y a trabajar tras la candidatura presidencial de Claudio Orrego, advirtiendo que su lista se impuso por mayoría, que así es la democracia y que hay que respetarla.
Aunque por un estrecho margen, en la elección interna de la Democracia Cristiana se impuso el actual timonel, senador Ignacio Walker, al resultar reelecto con un 50,66 por ciento de los sufragios escrutados frente al 47,14 por ciento alcanzado por el diputado Aldo Cornejo. Pero lejos de llegar a la sede de la colectividad en Alameda 1460 a reconocer el triunfo de su adversario, este último advirtió que para ello esperará la resolución final de la Sala Electoral del Tribunal Supremo.
Así, aunque la lista de Walker se adelantó a los cómputos oficiales para declararse vencedora, posteriormente el encargado oficial corroboró las cifras y descartó cualquier posibilidad de segunda vuelta, aun cuando restan ocho mesas por escrutar.
De esta forma, no parece que el ambiente poselectoral vaya a ser muy pacífico en la Democracia Cristiana, lo que claramente podría perjudicar la campaña del abanderado presidencial del partido, el ex alcalde Claudio Orrego. Tras este proceso interno no resulta tan claro que la DC salga fortalecida, debido justamente a la negativa del diputado a reconocer el triunfo de Walker. Y las señales políticas al término de la jornada no fueron las más alentadoras. Al punto que Cornejo llegó a la sede partidaria, dio la conferencia de prensa acompañado de su lista y sus adherentes y se retiró sin saludar al senador. Algo que no pasó para nada inadvertido.
En un principio, el ahora reelecto timonel tuvo expresiones halagadoras hacia las otras dos listas con las que compitió y, en especial, fue políticamente correcto con el diputado, reconociendo “el gran aporte, en esta campaña, de nuestros camaradas y amigos Aldo Cornejo y Leonel Sánchez”. Sin embargo, al conocer la posición adoptada por el diputado, Ignacio Walker fue categórico e insistió en que, “reconociendo la gran campaña” realizada por su principal adversario, “es importante entender que aquí hay una mayoría, así es la democracia”, algo en lo que hizo hincapié en más de una oportunidad, durante su discurso. Destacó también que en los próximos dos años pretende realizar una “gestión integradora”, ya que “hemos escuchado la voz de todos los demócrata cristianos”.
Por lo que a partir de mañana mismo, dijo, “nos vamos a poner las zapatillas de clavo para salir a la calle a apoyar a nuestro candidato presidencial Claudio Orrego” y enfatizó que “esta es la hora de la grandeza, de pensar en Chile”, lo que fue interpretado como un llamado al candidato vencedor para trabajar unidos los próximos dos años y, particularmente, este que contempla no sólo la primaria presidencial el próximo 30 de junio, en que su abanderado se deberá enfrentar no sólo a los demás aspirantes de la oposición, sino especialmente a la más popular de todos y cuyo arribo a Chile es inminente tras su renuncia a la dirección de ONU Mujeres, Michelle Bachelet; sino también las elecciones parlamentarias y presidenciales del 17 de noviembre.
Respecto a la actitud asumida por Cornejo de negarse a reconocer el triunfo de de Walker, este último intentó bajar el perfil al tema y evitar la polémica, señalando que él hará lo mismo, porque finalmente es la Sala Electoral del Tribunal Supremo del partido el que tiene la última palabra institucionalmente hablando.
En cambio, el tono de Cornejo fue bastante más duro y menos fraternal. Visiblemente conmocionado por la derrota, agradeció a los militantes que participaron en la elección interna y a los que le dieron su confianza al votar por él. Y explicó que por lo “estrecho de los resultados, nosotros vamos a esperar la determinación de la Sala Electoral del Tribunal Supremo”, para dar por cerrado el proceso y acatar el resultado cuando este se pronuncie. Y en un tono despectivo advirtió que “si otros celebran no es mi problema”, aludiendo al hecho de que la lista de Walker ya se había dado por triunfadora. Aun cuando descartó que hubiera ánimo de parte de su lista de impugnar los resultados y mucho menos la elección.
Acto seguido le mandó un mensaje directo a Walker, advirtiéndole que “aquí hay, en la práctica, una Democracia Cristiana empatada”, por lo que de confirmarse su triunfo tendrá “el desafío de generar condiciones para que sea gobernada de verdad con un trabajo inclusivo”, algo que se le ha criticado de manera manifiesta al timonel, pues se dice que toma las decisiones solo de forma inconsulta la mayor parte del tiempo; también “tendrá la obligación de acoger aquello por lo que la mitad del partido se ha pronunciado” y encabezar una DC “que lidere las reformas sociales que este país requiere con urgencia”.
Cornejo también se refirió a la acusación de intervención que hizo durante la jornada, subrayando que hubiera preferido que postulando a la reelección el presidente hubiera mantenido la prescindencia, ya que “un presidente candidato no puede instalarse fuera de un local de votación, por el significado que ello tiene”, aunque no va a hacer por ello ningún tipo de reclamo aclaró.
Si bien el diputado se negó a reconocer el triunfo de Walker durante la jornada, en el entorno del timonel reelecto hicieron circular por las redes sociales el reconocimiento que sí hizo la senadora Soledad Alvear, quien apoyó la lista de Cornejo. En su cuenta de Twitter escribió: “felicitaciones a Ignacio Walker por su elección como Pdte del PDC y a Aldo Cornejo por la gran votación obtenida. A trabajar!!!”. Algo que no cayó del todo bien entre los adherentes del diputado y con lo que confirman que tanto la senadora como su marido, el ex timonel y diputado Gutemberg Martínez tenían “fichas en ambas listas!”. En tanto, Martínez, quien respaldaba oficialmente a Aldo Cornejo, llegó hasta la sede del partido, donde “no se le veía hace rato”, según se comentó, pero no lo acompañó en la conferencia de prensa.
En cualquier caso, incluso cuando Cornejo no haya logrado imponerse a Walker, la alta votación no sólo le permite controlar el trabajo del reelecto timonel, sino también integrar a dos representantes de su lista en la nueva directiva. Esa es la negociación que se viene y que ya se ve que el diputado no la hará fácil. Por lo pronto, la Sala Electoral del Tribunal Supremo, encabezada por Christian Valenzuela, se reunirá mañana lunes a partir de las 18:30 para comenzar a trabajar y poder dar a conocer los resultados finales lo antes posible.
