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Tironi hace brutal autocrítica y dice que su «generación debe hacerse a un lado porque perdió la capacidad de soñar»

Tironi hace brutal autocrítica y dice que su «generación debe hacerse a un lado porque perdió la capacidad de soñar»

En el escenario de la exitosa jornada que tuvo este jueves la marcha convocada por la Confech, el influyente sociólogo hizo un ‘mea culpa’ sobre cómo el desempeño de su generación política, la naciente Concertación, terminó aminorando el paso hacia la democracia. Una nueva tarea que, según él, hoy pueden y deben asumir los jóvenes dirigentes del movimiento estudiantil.


Una dura autocrítica hizo este jueves el sociólogo Eugenio Tironi hacia el rol que su generación política está cumpliendo en la actualidad, ante el levantamiento de las demandas ciudadanas que encarna el nuevo referente en que se ha convertido el movimiento estudiantil, cuya marcha reafirmó las dimensiones de su alcance. «Esta generación tiene que hacerse a un lado. Esta generación por razones biológicas ha ido perdiendo su capacidad para soñar, para pensar que es posible un mundo distinto al que ella misma creó con tanto esfuerzo», señaló en entrevista con CNN Chile. Pero agregó que esa lucha sí la pueden asumir los jóvenes de hoy.

Quien fue uno de los fundadores de la Concertación de Partidos por la Democracia, que nació como respuesta a la represión y la dictadura, y uno de los ideólogos de la rupturista franja del «No», detalló uno a uno cuáles fueron los factores que terminaron desgastando a la generación cuya insignia fue la transición a la democracia. «Esta es una transición que se hace con Pinochet ‘vivito y coleando’. Con un comandante en jefe, con un Consejo de Seguridad, con un senador designado, con ejercicios de enlace, con un poder empresarial que pedía públicamente al gobierno que lo dejara trabajar tranquilo y que no se metiera en su feudo. Con una derecha que no estaba dispuesta a hacer ningún cambio y que vetó todos los cambios que iban en dirección a lo que hoy se está planteando», aseguró.

Con esto el proceso de transición democrática que vivía la sociedad chilena se desaceleró de una forma que, según Tironi, fue incluso más allá de lo debido «porque el partido del orden que representada la oposición se impuso». Pero el sociólogo aseguró sentirse orgulloso de su legado: «Podemos andar con la frente alto y mirar a los ojos a cualquiera, que hicimos lo que estuvo en nuestras manos hacer».

Una marcha para Bachelet

Pero este escenario poco optimista lentamente, desde la elección de Bachelet y la «revolución pingüina» ha ido variando para desembocar en el movimiento estudiantil y las figuras jóvenes que lo lideran. Este jueves la consigna estudiantil superó con creces las expectativas de quienes pensaron que el movimiento no podría cumplir los dos años de vida manteniendo el mismo fervor en las calles y entre la ciudadanía, y al mismo tiempo engendrando una renovada generación política. Fueron más de 150 mil los chilenos, según las cifras de los dirigentes estudiantiles, que sólo en Santiago salieron a la calle, pese a los encapuchados y a los enfrentamientos con Carabineros. En todo el país, se dice que el monto llegó a los 250 mil adherentes.

En paralelo, en el Senado se votará la próxima semana una acusación constitucional contra el ministro de Educación, Harald Beyer, que fue impulsada por un grupos de parlamentarios independientes y también de la Concertación, pero también por la insistencia de los dirigentes estudiantiles de la Confech. En ese contexto, no son pocos los parlamentarios que temen votar en contra de la medida y echarse encima con ello a una causa completa. En la misma línea, el movimiento estudiantil ha optado por desmarcarse de cualquier propuesta de educación hecha por los candidatos presidenciales y que no han dado con la talla de sus demandas, particularmente con la proposición de Michelle Bachelet quien primero planteó la gratuidad en la educación y luego detalló que esta no abarcaba todos los quintiles. «Cuando hablamos de gratuidad, comprendemos una gratuidad para todos, ricos y pobres, porque creemos que tienen que estudiar en conjunto y nos parece que es un derecho», aseguró el propio presidente de la FEUC, Diego Vela, después de la marcha de este jueves.

Eugenio Tironi fue enfático en lo mismo. El movimiento estudiantil no le rinde cuentas a nadie. «Es una demostración de fuerza hacia el mundo político, hacia el gobierno, hacia los candidatos presidenciales, particularmente a la que tiene más probabilidades ganar, que es Michelle Bachelet, y hacia el Parlamento», precisó, aunque agregó que pese a ello, la opción presidencial que hoy mejor encarna cada una de las demandas es la ex Presidenta.

Cuando los jóvenes envejecen

«Aquí hay una cuestión clave. Qué va a pasar con Camila Vallejo y con Giorgio Jackson que son los dos símbolos. Yo creo que Camila Vallejo va a ser respaldada por la Concertación como candidata a diputada y que Giorgio Jackson va a ser respaldado por la Concertación para ser candidato a diputado. El precio para eso es que respalden a Bachelet», aseguró el sociólogo.

Hoy, todo Chile se pregunta cuáles serían las consecuencias de este eventual consenso y el sociólogo se atreve a explicarlas. «Tiene costos y beneficios. Pierden un poquito de glamour utópico, se meten al Congreso, tienen que ir con corbata, tienen que llegar a la hora, y todo eso se rutiniza pero, por otra parte, aumentan su poder», señaló Tironi, resaltando que «al final, lo que hay que cambiar para que cambien las cosas son las instituciones».

Cambiar para que cambien las instituciones

«Yo tengo bastante orgullo por lo hecho (…). Somos una generación que vivimos la destrucción de la democracia, sufrimos la dictadura y las violaciones a los derechos humanos, nos propusimos reconstruir la paz y la democracia. Para hacer eso hubo muchas concesiones qué hacer, las hicimos con muchísimo dolor. Obviamente no tuvimos, porque nunca nadie tiene, las posibilidades para hacer todo lo que quiera», asegura hoy el sociólogo que a finales de los años ’80 participó en un movimiento político que también fue joven, rupturista, ciudadano, como lo es el movimiento estudiantil.

Así como su generación política, Tironi ha enfrentado sus propios desgastes producto de polémicas que le han significado abundantes críticas desde los distintos bandos. Uno de los episodios más polémicos ocurrió en el año 2009, cuando se desempeñaba como el jefe del área de Contenidos de la campaña del candidato presidencial Eduardo Frei Ruiz-Tagle cuando estalló el caso de las tres cadenas de farmacias coludidas —Salcobrand, Ahumada y Cruz Verde—. Pese a que en el aquel momento el ex Presidente fue tajante y tildó de «inaceptable» el escándalo, Tironi llevó a cabo una asesoría a Salcobrand para ver cómo sortear la dura acusación ante la Fiscalía Nacional Económica y manejar la consecuente crisis de imagen. Para algunos el episodio señaló un evidente conflicto de interés. Finalmente, el sociólogo terminó abandonando la campaña del candidato concertacionista.

Entre otras asesorías emblemáticas que ha realizado el ex Mapu, se encuentran sus consultorías a Endesa España tras su llegada al mercado chileno, al Banco Santander, a Sonda (la empresa que se adjudicó el sistema tecnológico del Transantiago), la minera Anglo American, y el manejo de imagen y comunicación de crisis para Celco en el caso de los cisnes de cuello negro que murieron en Valdivia.

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