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Piñera intenta retomar agenda política con binominal y AVP La propuesta del Jefe de La Moneda no tendría grandes diferencias con la del timonel de RN

Piñera intenta retomar agenda política con binominal y AVP

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Ambos son compromisos asumidos durante su campaña presidencial. La modificación al sistema electoral es particularmente emblemática y una de sus banderas de lucha durante mucho tiempo. Sin embargo, la batalla no es sólo por los contenidos. El mandatario, sobre todo, quiere tomar las riendas de una iniciativa en la que ya se le adelantó el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín.


La presentación de la reforma constitucional para modificar el sistema electoral fue la culminación de una larga lista de desencuentros públicos y privados entre el Presidente Sebastián Piñera Echeñique y el timonel de su partido, Carlos Larraín Peña.

La habilidad del controvertido dirigente para dejar de manifiesto las falencias del mandatario cada vez se hace más insufrible para La Moneda. A pesar que el ministro del Interior, Andrés Chadwick Piñera, aseguró ayer que las relaciones con Renovación Nacional no están congeladas, pues varios de sus representantes participaron el miércoles en la reunión con el jefe de Estado, lo cierto es que no ha habido contacto entre el Ejecutivo y el senador por Valdivia.

La molestia del gobierno, a raíz del acuerdo entre Renovación y la Concertación que lo dejó placé, fue evidente sobre todo cuando a través de la vocera Cecilia Pérez, se le envió un duro mensaje al parlamentario: “Las tretas a escondidas no corresponden”. Esa y otras frases similares habrían provocado el desinterés de las cúpulas de la casona de Antonio Varas por cerrar este capítulo, pero con las que Piñera pone sobre aviso de que su objetivo es retomar la agenda política, pues a esto se suma que le puso urgencia al proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP).

Y entre más detalles surgen acerca de la propuesta que el gobierno pretende ingresar la próxima semana al Congreso, más queda en evidencia que no existirían diferencias profundas con la que suscribió Larraín. De allí que en el mundo político se comente que la iniciativa que está elaborando el Ejecutivo sólo busca “salvar la imagen presidencial y asegurarse de que si el proyecto es aprobado, en él quede la firma de Piñera para que pueda utilizarlo como propaganda de campaña para el 2017”, según un antiguo militante de RN que parece disfrutar con las permanentes controversias entre el timonel del partido y el mandatario.

De hecho, el anuncio que hizo el propio jefe de Estado, a través de la cadena nacional de anoche, da cuenta que el aumento del número de parlamentarios es lo que jugaría en contra de la moción. Para los detractores del presidente de RN este elemento es el que podría inclinar el gallito a favor de Piñera. Porque en la Alianza sostienen como un hecho cierto la impopularidad de aumentar los diputados y senadores, dado el desprestigio de la política y los partidos. Ese sería el aspecto, argumentan los partidarios de la propuesta del jefe de Estado, que hace mucho más probable la aprobación del Mensaje presidencial, dejando atrás la moción parlamentaria que tanta indignación causó en Palacio.

[cita]La molestia del gobierno, a raíz del acuerdo entre Renovación y la Concertación que lo dejó placé, fue evidente sobre todo cuando a través de la vocera Cecilia Pérez, se le envió un duro mensaje al parlamentario: “Las tretas a escondidas no corresponden”.[/cita]

“El sistema electoral actual (…) ya cumplió su ciclo”, afirmó el Presidente en la cadena nacional, para darle sustento a su improvisada determinación de presentar un proyecto paralelo al que resultó del acuerdo entre Carlos Larraín y la Democracia Cristiana. Con su reacción está generando mayor tensión al interior de RN, donde ya se evalúa que el partido atraviesa una “crisis profunda” y que si no se pide la cabeza de su timonel es sólo porque “ya le queda poco tiempo”, aludiendo a que en marzo del 2014 corresponden elecciones y máximo dirigente de la tienda ya ha anunciado que no repostulará. Los más drásticos advierten que a esas alturas “se le va a poder pedir cuentas no sólo de la derrota en la primaria, sino también en las parlamentarias si, como algunos pronostican, nos va mal”.

 La vuelta de mano

Pero mientras en Renovación Nacional se preparan para pasarle la cuenta a Larraín, Piñera ha dado todas las señales de que no está dispuesto a entregarle la agenda política al timonel de su partido, con quien no para de tener problemas. Ello, porque no sólo reaccionó e improvisó un proyecto de modificación al binominal, para lo cual consiguió respaldo de la UDI que se ha opuesto históricamente a él, pero que ahora lo acepta porque sería elaborado en base a sus propuestas, sino que adicionalmente le puso urgencia al polémico proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP).

Así, resulta evidente para un analista del sector, el conflicto político que generó el máximo dirigente de Renovación al adelantarse al Presidente en presentar un proyecto que modifica el binominal: “Lo que hizo Carlos Larraín, una de las figuras más conservadoras de la derecha chilena, fue apropiarse de una de las banderas de lucha de Piñera, quien siempre se mostró partidario de introducir reformas al sistema electoral y que no había podido hasta ahora justamente por el veto de la UDI”, explica.

El experto añade: “Eso obliga a Piñera a reaccionar rápidamente para conducir nuevamente la agenda política. Y la vuelta de mano que le hace a Larraín, luego que éste se apropiara de una de sus banderas de lucha más antigua y lo pusiera casi en ridículo, es la urgencia al proyecto de AVP. El Presidente sabe que esa es una iniciativa que el timonel de RN nunca aceptará y no habrá acuerdo posible que lo obligue a respaldarlo”. A partir de ahora el jefe de Estado será quien asuma la responsabilidad de los principales cambios políticos a que se comprometió en campaña, pero que había postergado hasta ahora. En su propio partido sostienen que RN debe hacer un mea culpa en ese sentido, porque pese a que existe un compromiso de Piñera de por medio recién “en las postrimerías de su gobierno va a enviar al Congreso un proyecto para modificar el binominal”, dice el jefe de la bancada de diputados Leopoldo Pérez. Por otra parte, el AVP —sucedáneo del Acuerdo de Vida en Común (proyecto original de Andrés Allamand y Andrés Chadwick)— fue emblemático en su campaña, pero no sólo le produce problemas con un sector de RN, que lidera Larraín, sino con también con la UDI, por lo que no se le había puesto urgencia antes, pese a que incluso hubo una campaña en las redes sociales en la que se le pedía que lo hiciera.

El que finalmente lo haya hecho y el contexto elegido, da cuenta de que Piñera intenta retomar la agenda política y no ceder más espacio a otros actores. Ello, porque necesita, dicen en RN, imperiosamente mejorar su aprobación pública. Pero también asegurarse de dejar el camino preparado para intentar volver a La Moneda el 2018.

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