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Contralor municipal niega haber autorizado fiesta de matrimonio en el Palacio Falabella y le quita el piso a Josefa Errázuriz Respondió a concejal que dudó de versión de la alcaldesa de Providencia

Contralor municipal niega haber autorizado fiesta de matrimonio en el Palacio Falabella y le quita el piso a Josefa Errázuriz

«A esta dirección no le corresponde autorizar el uso de dependencias municipales, por no estar comprendido en sus funciones. Por lo tanto, no hubo autorización escrita de parte de la Dirección de Control Municipal», aseguró Rodrigo Risopatrón.


Después que la semana pasada El Mostrador informara que la alcaldesa de Providencia, Josefa Errázuriz, utilizó en junio de este año las dependencias del Palacio Falabella para la celebración del matrimonio de su sobrino, la propia jefa comunal debió salir a dar explicaciones sobre cómo se gestó el evento en el edificio consistorial de su comuna y en el cual ella puso el «espumante» para brindar con los invitados.

Pero dichas explicaciones no convencieron al concejal independiente Rodrigo García Márquez, quien le envió un correo electrónico al contralor municipal, Guillermo Risopatrón, para chequear la versión de la jefa comunal, la que aseguró que contó con la autorización de la Contraloría interna para ocupar su oficina y el tercer piso del municipio.

Según detalla este viernes el diario El Mercurio, García Márquez recibió el martes la respuesta en que Risopatrón le quita piso a la versión de Errázuriz y enfatiza que con la alcaldesa sólo trató el tema en una conversación informal.

«En el contexto de una conversación informal, la Sra. alcaldesa consultó al suscrito la posibilidad de utilizar los salones de la Sede Consistorial para efectos de realizar una reunión familiar privada (matrimonio civil), a lo cual respondí que ello no era posible».

Agregó que, «sin embargo, le mencioné, ante una nueva consulta, que podría eventualmente, ocupar su oficina privada, después de la jornada laboral, ya que en mi opinión, la oficina constituye un lugar privado».

Risopatrón aseguró que no supo si el festejo se llevó o no a cabo y aclaró que «a esta dirección no le corresponde autorizar el uso de dependencias municipales, por no estar comprendido en sus funciones. Por lo tanto, no hubo autorización escrita de parte de la Dirección de Control Municipal».

Josefa Errázuriz, consultada por el mismo matutino, reiteró su versión respecto a que sí contó con autorización y volvió a ofrecer disculpas a quienes consideran que lo suyo fue «un abuso de poder».

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