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Rajevic se defiende y critica a quienes se quedaron solo con «la caricatura que se hizo de mi trayectoria» Tras el rechazo de su nombre para asumir la Contraloría

Rajevic se defiende y critica a quienes se quedaron solo con «la caricatura que se hizo de mi trayectoria»

El abogado señala que “obviamente no era el resultado que esperaba” tras su fallido intento, añadiendo que «habría esperado una evaluación más rigurosa, que no se quedaran solo en la caricatura que se hizo de mi trayectoria».


El abogado Enrique Rajevic salió a defenderse de los cuestionamientos que generó su nombre en el Senado y que provocó el rechazo de la Cámara Alta a su nominación como contralor, asegurando que esperaba de los legisladores una evaluación más rigurosa y que se quedaron solo con la «caricatura que se hizo de mi trayectoria» profesional.

En entrevista con El Mercurio, Rajevic precisa que “me queda la preocupación de que el Senado termine resolviendo sólo por consideraciones políticas y no por los proyectos y las características de las personas que son postuladas a estos cargos. En la votación, solo tres senadores mencionaron las propuestas que hice para la Contraloría”.

El Senador rechazó hace cuatro días, por la falta de un voto, su nombramiento como titular de la Contraloría General de la República, cargo que permanece vacante tras la salida de Ramiro Mendoza en abril de este año.

El abogado señala que “obviamente no era el resultado que esperaba” tras su fallido intento, añadiendo que «habría esperado una evaluación más rigurosa, que no se quedaran solo en la caricatura que se hizo de mi trayectoria».

En su defensa, asegura que tener una sensibilidad política no impide fiscalizar el uso de los recursos públicos o el cumplimiento de la legalidad con independencia y ecuanimidad, precisando que «existen todas las garantías para ejercer como contralor con independencia e imparcialidad. De hecho, solo puede ser removido por acusación constitucional, y la ley considera potenciales inhabilidades para quienes han trabajado en la administración pública o el mundo privado».

Sobre los cuestionamientos a su trayectoria profesional en donde aparecen asesorías a tres ministerios y a la Dirección de Presupuestos, el abogado explica que «la ley establece un “período de enfriamiento” respecto de relaciones que uno ha tenido, como mi vínculo con tres subsecretarías de un total de 32 y con un servicio de un total de 250. Está absolutamente contemplado para evitar un conflicto en ese sentido”.

Rajevic también fue consultado respecto a que le dolió que se pusiera en duda su independencia para ejercer el cargo, respondiendo que “me preocupan las inexactitudes de algunos, como que solo hubiera trabajado para los gobiernos de la Concertación y Nueva Mayoría, olvidándose de mi trayectoria académica, del Consejo para la Transparencia, de las asesorías al Ministerio de Justicia en el gobierno de Sebastián Piñera”.

En cuanto a la votación del presidente de la UDI, Hernán Larraín, de quien fue ayudante, el abogado señala que “la fundamentación de su voto fue bastante completa, lo respeto. Sí lamento que, siendo muy elogioso conmigo, prefiriese la ética de la responsabilidad política más que la de la convicción. Entiendo que estaba en una posición difícil como presidente de un partido”.

«He recibido ataques injustos y superficiales pero me quedo con el apoyo de la gente que me conoce y ha trabajado conmigo, muchas de otras veredas políticas. Han sido emocionantes y no los esperaba, como la carta que recibí de la ex ministra Patricia Pérez», menciona.

Y agrega que el resultado obtenido en el Senado «no mella mi compromiso con el servicio público. Puedo aportar desde la academia, el sector público o el mundo privado. No es momento de tomar decisiones”.

Rajevic también tiene palabras para el manejo que hizo el ministro del Interior, Jorge Burgos, en el proceso, afirmando que «él actuó de buena fe», asegurando de paso que «cuando dos bloques actúan monolíticamente a favor y en contra, es evidente que el proceso se politizó. Es un camino peligroso. Lo mío es pasado, pero hay que poner una mirada de Estado en estos procesos. No quisiera que el candidato a fiscal nacional o el próximo candidato a contralor se resuelva en pasillos fuera de la vista pública».

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