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Jorge Molina, autor de “Chile Narco”, advierte: hampa nacional podría empezar a secuestrar chilenos

Jorge Molina alertó sobre la creciente amenaza de secuestros en Chile, advirtiendo que la violencia de los recientes casos podría ser “copiada” por el hampa nacional. A su juicio, se podría tratar de venganzas o simplemente para conseguir dinero. “Es una preocupación para cualquier fiscal”, declaró.


En las últimas semanas, Chile ha sido testigo de un preocupante incremento en los casos de secuestro, generando inquietud en la opinión pública y planteando nuevos desafíos para las autoridades encargadas de la seguridad. Jorge Molina, reconocido periodista de investigación y colaborador de El Mostrador, así como autor del libro Chile Narco, analizó la situación actual y realizó una advertencia que involucra al hampa nacional.

El caso más destacado fue el secuestro del empresario Rudy Basualdo en Rancagua, quien fue liberado tras un millonario pago de rescate. Hasta el momento, cuatro personas, todas extranjeras, han sido detenidas en relación con este incidente. Sin embargo, este no es un hecho aislado, ya que se han registrado otros dos casos en Iquique, donde los captores también exigieron dinero para la liberación de las víctimas.

El panorama se torna aún más sombrío con el reciente doble secuestro con homicidio y descuartizamiento en Pudahuel. Estos eventos han encendido las alarmas de la sociedad y plantean la posibilidad de que los métodos del hampa evolucionen hacia prácticas más violentas y extremas.

Jorge Molina expresó su preocupación sobre la posible replicación de estos crímenes, destacando la diferencia con delitos “de moda” como los portonazos. Se pregunta si el hampa nacional podría empezar a adoptar los secuestros como un método común, no limitándose a bandas conformadas por extranjeros, particularmente colombianos y venezolanos, como ha sido el caso hasta ahora.

“El tema es si el hampa nacional va a empezar a copiar estos métodos, a secuestrar personas, chilenos, no extranjeros, que uno podría especular que se puede tratar de una venganza o efectivamente para conseguir dinero, como el acto predatorio”, dijo en un nuevo capítulo de Al Pan Pan con Mirna Schindler.

“Esa es la preocupación para cualquier fiscal o más bien dicho para cualquier persona que persigue estos delitos, porque en general hay entre comillas crímenes de moda, los portonazos, por ejemplo, ocurrió uno, ocurrieron dos, ocurrieron tres y hoy día son una realidad”, añadió.

El periodista señaló una seguidilla de secuestros en diversas ciudades, desde Arica hasta Santiago y Rancagua, evidenciando la expansión geográfica de esta peligrosa tendencia. Aunque destacó que las autoridades manifiestan su preocupación, Molina subrayó también la dificultad de detener este fenómeno, dada la naturaleza cerrada y sigilosa de las bandas involucradas.

“Puede haber una cantidad de medidas de seguridad que la autoridad podría estar entregando, pero imagínate pensar en Carabineros o la PDI recorriendo cada empresa de relativa cantidad de dinero y recomendándole cosas o transmitiéndolo por los medios de comunicación”, cuestionó.

Ante este panorama, Molina también expresó su preocupación por las medidas que las autoridades podrían implementar, similares a las utilizadas en otros lugares del mundo. En este sentido, hizo referencia a la presencia de guardaespaldas en colegios de Brasil, donde asisten hijos de personas de altos ingresos, como un ejemplo de las medidas extremas que podrían adoptarse para proteger a la población.

En conclusión, el aumento de los secuestros en Chile plantea un desafío significativo para las autoridades y la sociedad en general. La incertidumbre sobre la posible escalada de estos crímenes y la dificultad para preverlos y prevenirlos generan una atmósfera de inquietud y exigen respuestas urgentes por parte de las autoridades competentes.

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