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Peligro de derrumbe, ratones muertos, falta de agua, luz y gas: La debacle en 7 colegios de Atacama PAÍS

Peligro de derrumbe, ratones muertos, falta de agua, luz y gas: La debacle en 7 colegios de Atacama

Carlos Saldivia
Por : Carlos Saldivia Periodista de El Mostrador
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La mayoría tenía contemplado iniciar el año escolar entre el 11 y el 16 de marzo. Sin embargo, estas fechas se retrasarían. Roedores y aves muertas en el patio, una llave de paso para agua donde debería haber una para gas, baños sin agua, son algunos problemas que presentan los colegios.


Roedores  y aves muertas en el patio del colegio; una llave de paso para el agua donde debe haber una para gas en la cocina; baños sin agua; ventanas con restos de vidrio; salas con sillas, pero sin pupitres; cielos y techos destruidos; cables eléctricos y de red colgando; enchufes húmedos; la manguera de incendio detrás de la puerta y desconectada; robos de cañería; filtraciones de agua; y daños estructurales son algunos de los problemas que presentan a lo menos siete de los 60 colegios dependientes del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) de Atacama al inicio del año escolar.

Los académicos de la región -si bien lograron un acuerdo de tres puntos con el Gobierno y los cuatro dirigentes del Colegio de Profesores de Atacama depusieron la huelga de hambre-, no creen que la mayoría de las falencias sean de fácil reparación.

De hecho, por no reunir las condiciones básicas de higiene, infraestructura, seguridad, servicios de alimentación y material pedagógico, 23 colegios -de los 60 del SLEP de Atacama- iniciaron el año escolar con media jornada. Y, al cierre de esta edición, otros 11 deben postergar su ingreso a clases a lo menos hasta el 16 de marzo al menos, mientras se realizan reparaciones urgentes, y cerca de 20 más están a la espera de postergar las clases.

Los casos con anomalías más graves afectan a siete establecimientos educacionales de Atacama, principalmente en las comunas de Copiapó, Chañaral y Tierra Amarilla. Se trata de la Escuela Básica Angelina Salas y la Escuela Básica Diego Portales, de Chañaral; el Instituto Comercial Alejandro Rivera Díaz, el Liceo José António Carvajal, al Escuela Pedro Leon Gallo y el Colegio Buen Pastor, en Copiapó; y la Escuela Concentración Fronteriza Los Loros, en Tierra Amarilla.

Según explican representantes del Colegio de Profesores de Atacama, mientras empresas contratadas trabajan en diversas obras de reparación o mitigación, surgen cuestionamientos sobre la calidad de las obras y su lentitud en los avances.

En paralelo, justo cuando tres profesores se sumarìan a la huelga de hambre, una buena noticia llegó la noche del jueves al ministro de Educación Nicolás Cataldo: los cuatro dirigentes de la región pondrían fin a sus cinco días de abstinencia de alimentos que mantenían como protesta por la crisis educacional que afecta a la zona, si se firmaba un acuerdo de tres puntos en Atacama. Y a las 17 horas Cataldo tomò un vuelo a Copiapó.

“Por supuesto que esta es una medida extrema, muy respetable la huelga de hambre. Esto se dio en el contexto de la grave crisis que se está viviendo en Atacama con el SLEP que está en una profunda crisis, en donde han habido promesas incumplidas, en donde lleva largo tiempo con condiciones deplorables de trabajo de los docentes y de los estudiantes”, dice el Presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar.

“(…) baños insalubres, techumbres insalubres, con asbestos que no se han cambiado, agua que no es potable, salas en condiciones paupérrimas, una gestión que ha sido un desastre,, incluso con visos de corrupción (…) durante el verano se realizarían los trabajos para que esas situaciones se solucionaran, eso no se cumplió y ha generado muchísima indignación “, agrega Aguilar.

La vocera del Colegio de Profesores de Copiapó, Pamela Pino,  sostiene a El Mostrador que “más que postergar se trata de no iniciar el año escolar” hasta que “todos los establecimientos funcionen como corresponde” o “con lo mínimo de lo mínimo prácticamente”.

Según explica los comités técnicos, que se acordaron en noviembre del año pasado, formados por apoderados, el Colegio de Profesores, los docentes, y representantes del SLEP evalúan si los colegios tienen un estándar mínimo tras las obras.

“La idea es que cada comité técnico revise cómo está el establecimiento y diga, sí, estamos bien, por tanto deberíamos entrar a clases o este otro no está apto. En los establecimientos no estamos bien, así que deberíamos tener media jornada (por la mañana) y por la tarde estarían haciendo los trabajos para avanzar lo más rápido posible. La idea no es postergar eternamente el inicio de clases”, aseguraba la vocera del Colegio de Profesores de Atacama, Pamela Pino.

No obstante, poco antes de las 22 horas de la noche de ayer jueves, los profesores de Atacama, representantes del SLEP y el ministro Cataldo llegaron a un acuerdo para retomar el inicio de clases que consta de tres lineamientos: Instalación de nuevos comités técnicos, una mesa de inversiones en infraestructura escolar, y una mesa pedagógica de trabajo para la recuperación de aprendizaje.

Los siete colegio en la debacle

Profesores de la Escuela Básica Angelina Salas, que tiene a cerca de 250 alumnos de primero a octavo básico, explican que el inmueble tiene severos problemas de infraestructura en sus baños. Según comentaron a El Mostrador, no hay presión de agua, los excusados no tienen tapas, no hay papel higiénico, ni dónde colocarlos rollos, la manguera de incendio está atorada detrás de una puerta, y desde el cielo del recinto, por los diversos agujeros, se puede ver el techo.

 

Desde el Colegio de Profesores de la zona registraron varias imàgenes con la sorprendente realidad que se encuentra en la Escuela Concentración Fronteriza Los Loros. El establecimiento alberga 200 estudiantes en Tierra Amarilla y en sus patios se puede ver sobre el pasto roedores muertos y a metros de distancia restos de aves de la zona. Además, muestran fotografías con los tubos que conducen desechos al alcantarillado están a la vista y con perforaciones, y agua contaminada.

 

Asimismo cuenta otros problemas: no hay pupitres ni sillas en las salas, las ventanas están rotas o sin vidrios, los techos rotos, entre otras falencias. En la Escuela Concentración Fronteriza el huerto agrícola se secó por falta de agua, hay instalaciones eléctricas con problemas, comedores infantiles que no pueden funcionar por condiciones sanitarias, agua contaminada con asbesto, y techos destruidos.

   

“Yo me pregunto, quién podría poner a sus hijos en un colegio así, que se encuentra de esta forma. Y no es que el problema sea una cosa reciente, esto lleva meses o años así”, señala una apoderada de la Escuela Concentración Fronteriza Los Loros que pide no ser nombrada y que participó en la “toma” de 2022.

Los docentes, explican que desde la Escuela Básica Diego Portales, de Chañaral, se informa puertas sin chapas o problemas en chapas, sistemas eléctricos dañados y falta de agua. Además desde una ventana se puede ver una sala con un agujero de más de cerca de medio metro en el cielo.

El tercer pabellón del Instituto Comercial Alejandro Rivera Díaz, fue construido el 2002, sin embargo presenta “graves problemas de infraestructura, principalmente en los pilares que lo sostienen., y donde en caso de un movimiento sísmico “se puede ir abajo”. Esta es la escuela más afectada en el tema de infraestructura. “Hay unos pilares que se pusieron mal, uno está doblado y se tuvo que clausurar un pasillo con unos paneles para que los alumnos no entren a ese sector”, dice una de las dirigentas. Y lo grafica en estas fotografías.

 

De hecho, durante 2023 la comunidad escolar del Instituto Comercial estaba realizando clases el Liceo Bicentenario Mercedes Fritis Mackenney.

En diversos videos a los que accedió este medio se puede ver por los pasillos del Instituto Comercial Alejandro Rivera grietas, que segùn los docentes no son superficiales, sino como de los “edificios que sobrevivieron a un terremoto”.  También se distinguen algunos pilares “que difícilmente soportan el peso de la construcción, o que están soldados a barandas de escaleras”.

En el Liceo José Antonio Carvajal, además de baños sin agua, la cocina no se puede ocupar por un error grave, que podría ser de antología de fallas: una llave de paso para el agua fue instalada hace algunas semanas en vez de una llave para cortar el flujo de gas.

“Lo que hicieron fue una instalación de agua en una instalación de gas. Hay una llave de paso para el agua donde debe haber una para gas. Por tanto, es súper peligroso porque en vez de colocar dos llaves correctas que tienen que colocar, que son para cerrar el gas, colocaron una sola. Y al ser esa una sola, puede explotar en cualquier momento el establecimiento. Así que ahí los trabajos están muy mal hechos”, dice la vocera del Colegio de Profesores, Pamela Pino, a El Mostrador.

En la Escuela Pedro León Gallo a algunos problemas se han podido constatar  son filtraciones de agua que mantiene baños sin utilizar. Ello se suma a la mayoría de puertas rotas, el comedor con daños y extintores de incendios que no sirven o faltan. Los profesores no están de acuerdo con algunos arreglos que se ejecutan. “Esta puerta en vez de cambiarla la taparon con cinta adhesiva. Es indignante. No tengo palabras para tanta inoperancia”, señala una dirigente del Colegio de Profesores de Atacama.

 

No es el único caso que asombra a los dirigentes gremiales.  En el Liceo José Antonio Carvajal, además de baños sin agua, la cocina no se puede ocupar por un error grave, que podría ser de antología de fallas: una llave de paso para el agua fue instalada hace algunas semanas en vez de una llave para cortar el flujo de gas.

 

“Lo que hicieron fue una instalación de agua en una instalación de gas. Hay una llave de paso para el agua donde debe haber una para gas. Por tanto, es súper peligroso porque en vez de colocar dos llaves correctas que tienen que colocar, que son para cerrar el gas, colocaron una sola. Y al ser esa una sola, puede explotar en cualquier momento el establecimiento. Así que ahí los trabajos están muy mal hechos”, dice la vocera del Colegio de Profesores Pamela Vera a El Mostrador.

El Colegio Buen Pastor, en Copiapó, es uno de los 13 establecimientos de la región que decidió no iniciar las clases en apoyo a los docentes en huelga de hambre. El establecimiento presenta dos salas destruidas, otras dos atiborradas de sillas y bancos en mal estado. A eso se suman cañerías eléctricas rotas, cocinas sin conexión a gas y tapadas.

 

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