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Jueza con santos en la corte II: la buena opinión de los imputados sobre la justicia en Puerto Montt

Jueza con santos en la corte II: la buena opinión de los imputados sobre la justicia en Puerto Montt

Una excelente opinión de la justicia de Puerto Montt tenían dos de los principales implicados en uno de los más bullados casos penales que se ha producido en los últimos años en la Región de Aysén, el cual culminó con un grupo de narcotraficantes condenado a altas penas y una jueza de garantía y su pareja (Cecilia Urbina Pinto y Jorge Cáceres Osses, respectivamente) condenados por el delito de revelación de secretos.


Como informó El Mostrador, Cecilia Urbina Pinto, que pese a estar condenada a cuatro años vigilancia intensiva no ha perdido su condición de jueza por el delito de revelación de secretos, accedió en forma subrepticia a la causa que se indagaba en el Juzgado de Garantía de Coyhaique, informando luego a su cónyuge que el hijo de este, Jorge Cáceres Vásquez, estaba siendo investigado por tráfico de estupefacientes y que la PDI tenía intervenido su teléfono.

Cáceres Osses se reunió entonces con su hijo, más conocido como “Matanga” y le contó, luego de lo cual el joven se deshizo del celular, eliminado evidencia valiosa. Mientras “Matanga” terminó condenado a 10 años, su madrastra y su padre terminaron posteriormente condenados por revelación de secretos.

Ella, además, fue objeto de dos investigaciones internas por parte de la Corte de Apelaciones de Coyhaique, pero en la segunda logró que se inhabilitaran todos los ministros de esa ciudad, por lo cual la causa debió ser trasladada a la Corte de Puerto Montt, lugar que ella conoce muy bien, dado que trabajó varios años en Chaitén. De hecho, fue absuelta de ese segundo sumario en la capital de Los Lagos. Luego de ello, recurrió de nulidad contra la sentencia del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Coyhaique y nuevamente pidió la inhabilitación de los miembros del tribunal de alzada de Aysén, por lo cual dicha causa fue alegada, una vez más, en Puerto Montt, en una sala compuesta por dos de los tres jueces que previamente la habían absuelto en lo administrativo, los cuales deben entregar su sentencia al respecto el próximo lunes 7. 

Por cierto, los Cáceres sospechaban ya que en Puerto Montt la justicia operaba de un modo distinto a la de Coyhaique, como lo evidencia una escucha telefónica efectuada por la PDI (con autorización judicial) a sus teléfonos, cuando “Matanga” estaba en la cárcel y recibió una llamada de su padre, quien en ese momento no sabía que también estaba siendo investigado.

Luego de hablar sobre los abogados, el hijo señaló a su progenitor:

—Ahora están solicitando incompatibilidad de tribunales (refiriéndose a la inhabilidad).

—Claro, sí, si sé —le responde Cáceres Osses.

—Y ahora le van a preguntar a Seba si quiere pa’ que se vaya todo a Puerto Montt, que todos nos vayamos a Puerto Montt..

—No… si se van a Puerto Montt quedan todos libres, huevón, si allá no se hacen problema por nada, poh.

—Claro, por eso (ininteligible)… si yo me sumo a la huevá también o no.

—Ahí el único que va a cagar es el huevón que abrió el tarro, que empezó a hablar huevás. Por ese jetón están todos pegados y el hueón salió perjudicado. Fue a trasquilar y salió trasquilado —opinaba el padre del ahora condenado por narcotráfico.

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