Hasta el miércoles fue postergada en el Senado la votación del proyecto que otorga descanso a los trabajadores dependientes del comercio con motivo de los festejos del Bicentenario, estableciendo por una sola vez como feriados obligatorios e irrenunciables los días 19 y 20 de septiembre.
La decisión de aumentar en 24 horas el plazo para que los legisladores analicen la iniciativa, provocó la molestia de los trabajadores que llegaron hasta el Congreso para presenciar el debate, ante lo cual se debió suspender la sesión ordinaria por unos 30 minutos y pedirle a los manifestantes que se retiraran.
Durante la sesión el senador Pedro Muñoz (PS) justificó su apoyo a la iniciativa en los festejos por los 200 años desde el primer hito independentista, afirmando que «una celebración de la relevancia de la que nos aprestamos a conmemorar merece que la mayor parte de los chilenos pueda disfrutarla adecuadamente».
«No olvidemos que la principal riqueza y el elemento esencial de un estado es su gente, de nada sirve tener banderas, escarapelas y cintas tricolores por doquier si tantos chilenos están excluidos de los festejos», sostuvo.
Andrés Allamand (RN) argumentó, por su parte, que el cierre de los supermercados por tres días «en la práctica van a perjudicar a la gente más modesta», planteando que se obligará a que la gente deba comprar para tres días el 17 de septiembre.
«La norma que se está aprobando, aunque pueda ser muy popular y yo lo respeto en las tribunas, es perjudicial para la gran mayoría de las personas», esgrimió aludiendo a los trabajadores que asistieron a presenciar la discusión.
Por su parte, la senadora Lily Pérez explicó que como mujer apoya la iniciativa planteando la importancia de que los trabajadores y trabajadoras del comercio que habitualmente descansan en días de semana, sin coincidir con su familia, lo puedan hacer en esta oportunidad en una celebración de trascendencia.
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