Con importantes declaraciones continuó ayer el juicio oral contra Gilbert Lara Carvajal (29 años) por el crimen con violación de la adolescente María Nathaly Arias Peña, de 16, ocurrido en enero del 2009.
En la segunda jornada, el hermano de la víctima, Cristián Arias, abrió la etapa. El joven relató al tribunal la cercanía con su hermana menor quien siempre mantuvo una personalidad alegre, sociable y apegada a su grupo familiar. Comentó al tribunal la relación paralela a su nexo familiar de amistad que mantenían pues ambos frecuentaban el mismo circulo social, a lo que agregó que en las innumerables ocasiones que compartieron juntos jamás la vio consumiendo alcohol ni en compañía del imputado, por lo que el joven descartó la tesis de la defensa que dice relación con que la joven mantenía una relación previa con su supuesto victimario, Gilbert Lara.
Durante la jornada también prestaron declaración cinco peritos de la PDI y la actual directora del Servicio Medico Legal, Mabel Torres, quien relató al tribunal el resultado del examen de alcoholemia practicado de una muestra obtenida del cuerpo de Naty, quien al momento de fallecer tenía 1, 39 gramos de alcohol por litro de sangre en el cuerpo, es decir estaba en estado de ebriedad al momento del fallecimiento, lo que según explicó la profesional significa una clara disminución de sus habilidades, hecho que perfectamente habría facilitado el supuesto ataque sexual de Lara contra la menor cuyo cuerpo presentaba además signos inequívocos de haber sido violentada sexualmente.
El testimonio más dramático de la jornada fue el dado por el padre de Nathaly quien incluso, junto a su hijo mayor, entre los diversos intentos por encontrar a la joven, entraron a su cuenta de chat, manteniendo una conversación con el imputado, el que al momento de ser encarado cerró sesión.
Cabe recordar que el imputado mantuvo el último contacto con la joven antes de hacerla concurrir hasta su domicilio en calle Errázuriz en Puerto Aysén a través del chat, y según la tesis de la fiscalía y los abogados querellantes representantes de la familia, nunca más salió con vida del domicilio de Lara transformándose en la víctima del crimen más violento de los últimos años en la región
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