Distintas reacciones en el oficialismo generó el mensaje del arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, en el marco del Te Deum realizado en la Catedral Metropolitana.
El presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Patricio Melero, dijo que «como siempre, la Iglesia Católica y los distintos credos, en esta ceremonia ecuménica, ayudan a reflexionar sobre el futuro del país y nos ponen a quienes tenemos responsabilidades políticas, a asumirlas».
Vestida de guasa, la senadora UDI por Santiago Oriente, Ena von Baer, señaló que monseñor Ezatti hizo un llamado a trabajar unidos por un Chile mejor.
En tanto, el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, en La Moneda aseveró que este es «un día de paz y de diálogo». Y expresó que la única disputa que tiene «es en las mañanas con la almohada para levantarme. Estoy en recreo mental, no quiero pensar en nada terrible».
Y luego de la homilía apuntó al papel que tiene la iglesia en el país y rescató el mensaje de Ezzati, sobre el trabajo pendiente por restablecer la confianza.
«Eso se consigue respetando la ley, desterrando la violencia, cultivando todo lo que la religión fomenta, que es el buen trato de unos con otros, y lo que es tan típico de nuestra tradición chilena, que es tirar todos para el mismo lado», dijo.
A su vez, el ministro de Defensa, Andrés Allamand, declaró que el país debe recuperar sus confianzas, tal como lo expresó el arzobispo, y para eso «hay que perseverar en el camino del entendimiento, en el camino de la unidad, en el camino del diálogo, erradicar toda forma de violencia».
Y destacó que monseñor Ezzati haya recordado al cabo de carabineros, Cristián Martínez, que resultó muerto en Quilicura el 11 de septiembre pasado.
«Esa es una demostración práctica de que en Chile no debe haber espacio para la violencia», expresó.
Y añadió que las desconfianzas se superan, tal como lo afirmó el arzobispo, con un diálogo franco, abierto, donde se pongan las posiciones arriba de la mesa, y donde se haga un esfuerzo por hacer prevalecer el interés general del país.
A su vez, la ministra del Trabajo y Prevención Social, Evelyn Matthei, expresó que la homilía le encantó, porque «hubo un llamado muy profundo, donde realmente señala Monseñor Ezzati que no se puede construir nada ni en una familia ni en un país, ni en una institución, ni en ninguna parte, si no hay confianza».
Matthei, en esa línea, expresó que el religioso «hizo varios llamados a los migrantes, a respetarlos, lo cual a mí obviamente me gusta muchísimo. Muchos de ellos son trabajadores que no conocen a nadie, son gente muy vulnerable».
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