Desde Celia Cruz, a sus 77 años personificación auténticas de los ritmos cubanos, hasta el legendario Bob Dylan, »Mr Tambourine man», el festival de jazz de Montreux, del 6 al 22 de julio, ofrece espectáculos para todos los gustos.
Una de las citas más esperadas es sin duda el encuentro entre dos reyes de la música popular brasileña: Gilberto Gil, de Bahía, y Milton Nascimento, ambos nacidos en 1942, dos grandes personalidades musicales que se crecen cuando tocan juntos.
Tras varios años de ausencia, Joao Gilberto, leyenda viva de la bossa nova – esa fascinante combinación de jazz, cool y samba- vuelve al festival suizo dispuesto a encantar a sus seguidores.
Del Brasil llegan también Jorge Gen Jor, la estrella del rock brasileño, que, partiendo de la bossa nova de su admirado Gilberto, supo seguir un camino original, que combina la batucada, la samba y la orquesta funk años setenta, y el grupo Skank, que producen una especie de »reggae rock» que levanta el ánimo.
Los aficionados al son latino disfrutarán en una velada de contrastes con el jazz ácido brasileño de Zuco 103, el encanto de Bebel Gilberto, hija de Joao Gilberto y sobrina de Chico Buarque, o el grupo Ozomati, que mezcla la salsa, el merengue y la cumbia, con el funk y el hiphop.
El blues tendrá entre sus representantes al siempre elegante guitarrista B.B.King, hijo del Mississippi, un veterano de 75 años de voz raspada y un toque mágico que combina expresividad y virtuosismo.
Tampoco faltará Paco de Lucía, el guitarrista que nunca aprendió solfeo y toca sólo de oído, el músico que abrió el flamenco al mestizaje, mientras que otro virtuoso de la guitarra flamenca, Tomatito, actuará junto al prodigio del piano jazzístico dominicano Michel Camilo.
Chick Corea llega por su parte a Montreux con su New Trio y el director de orquesta y cantante Bobby McFerrin, con quien colabora desde los años ochenta: desde la música clásica hasta el jazz, sus exploraciones musicales comunes son tan diversas como originales.
Polivalente y virtuoso, Herbie Hancock, un innovador, un mago del piano que ha impreso su sello a todos los estilos musicales, lo mismo el hard bop que el funk o la música tecno, está igualmente en el programa.
El ex miembro del grupo de rock Police, Sting, abanderado del ecologismo, que ha sacado recientemente su álbum Brand New Day, elogiado por la crítica, traerá su música mestiza, de un fascinante poder melódico.
Una figura emblemática del rock femenino, Patti Smith, que abrió en 1975 con su álbum Horses el rock al entonces incipiente »punk», viene también a Montreux con su sensibilidad y su compromiso.
Veinte años después de haber dado cartas de nobleza a la generación funk se presenta el pianista George Duke, tan brioso como siempre como lo demuestra el álbum »Cool», publicado el año pasado.
La historia de la música negra tiene a uno de sus principales representantes en el pianista Randy Weston, que buscó en Africa las raíces naturales de su música, mientras que el legendario Ray Brown, considerado el mejor contrabandista del mundo, celebrará durante el festival su 75 cumpleaños.
Pero hay muchos más nombres como la cantante norteamericana Dianne Reeves, su compatriota, el bajista Marcus Miller, el británico de origen indio Talvin Singh, un representante del llamado «Sonido asiático» o la vocalista iraní Sussan Deyhim, influida por la tradición del sufismo.
La última jornada corresponde al pianista Keith Jarrett, gran triunfador del verano pasado, que junto a sus dos fieles desde 1983, el bajista Gary Pecock y el batería Jack De Johnette, transmitirá sin duda al público su química particular.
Entre protagonistas y acompañantes, alrededor de dos mil músicos participan en la edición número treinta y cinco del famoso festival suizo, a la que se espera asistan como mínimo 200.000 aficionados de todo el mundo.
EFE
