La película elegida por el público como el Mejor Documental Internacional de IN-EDIT NESCAFÉ 2011 —y candidata de Alemania al Óscar de Mejor Película Extranjera— se instalará en salas esta semana. El emocionante tributo de Wim Wenders a la coreógrafa alemana Pina Bausch, está desde hoy jueves en los cines.
El largometraje Pina es una producción en 3D que comenzó a filmarse como homenaje a la destacada creadora poco antes de su fallecimiento, en 2009 (justo cuando ella trabajaba en una pieza sobre Violeta Parra). La cinta viró entonces hacia un tributo colectivo, en el que alumnos, socios creativos y colaboradores recuerdan su talento pionero y legado, y los detalles en torno a su trabajo ininterrumpido de 35 años con la danza.
Más que una biografía, la cinta es una narración sobre danza y creación, articulada desde y hacia dos de los talentos más conovedores de la historia contemporánea alemana. A Pina Bausch se le tributa como corresponde: bailando, y no sólo en escenarios o salas de ensayo, sino que también en entornos urbanos (dentro de un vagón, junto a una autopista) y de retiro natural.
Las coreografías que se muestran son composiciones suyas, partiendo por un trabajo a partir de La consagración de la primavera, de Igor Stravinsky, y pasando por otras tres piezas (Café Müller, Vollmond y Kontakthof) que se apoyan en grabaciones de Caetano Veloso, Jun Miyake, Thom Hanreich o René Aubry. Pocas veces la música ha podido traducirse así en el cine: a través de un movimiento poético y lleno de sentido, que la tecnología 3D acompaña en toda su profundidad.
