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Muerte de un escolar en un colegio cuico: la última novela de Sergio Gómez Acaba de lanzar “La felicidad de los niños”

Muerte de un escolar en un colegio cuico: la última novela de Sergio Gómez

En esta ocasión, la trama de la novela tiene que ver, entre otros, “con las familias de nuevos ricos de izquierda llegados a la provincia en busca de vidas impolutas y naturales, pero arrastrando los vicios y costumbres propias de la capital”, según el autor.


La desaparición de un menor en un colegio privado en una tranquila localidad del sur de nuestro país es la trama que mueve la nueva novela policial del escritor Sergio Gómez (Temuco, 1962), “La felicidad de los niños”, y donde su protagonista, Plinio Jáuregui, es el encargado de dilucidar los motivos y la identidad del autor del crimen.

La novela del sello Suma va hilando paralelamente dos historias en medio del contexto de las protestas estudiantiles del año 2011. Mientras Plinio, editor del diario local Tribuna, investiga lo ocurrido tras la desaparición de un menor de 12 años al interior del colegio privado Monteluna, su amigo y colega, “El Turco”, internado en una clínica de rehabilitación, deberá descubrir quién fue el autor del intento de homicidio de Rudy Cantero, un año atrás en medio de los estragos del terremoto y posterior maremoto de 2010.

Sergio Gómez (c) Francisca Rivera

Sergio Gómez (Foto: Francisca Rivera)

Gómez retoma como escenario el pueblo imaginario de Vertiente Baquedano en el sur de Chile y como personaje a Jáuregui, que ya había aparecido en su obra anteriormente. Autor de dos libros de cuentos, novelas juveniles y las novelas “Vidas ejemplares”, “El labio inferior”, “La mujer del policía”, “La obra literaria de Mario Valdini” y “Patagonia”, Gómez ha sido finalista de los premios Rómulo Gallegos, Planeta de Argentina y Jorge Herralde de novela.

Un pobre niño rico

En esta ocasión, la trama de la novela tiene que ver, en sus palabras, con un niño que es encontrado muerto en un colegio exclusivo, «pertenece a familias de nuevos ricos de izquierda llegados a la provincia en busca de vidas impolutas y naturales, pero arrastrando los vicios y costumbres propias de la capital».

“No es lo más importante, pero es cierto, hay una crítica de perfil a la llamada educación exclusiva y excluyente, feudo del arribismo más notorio que tenemos como sociedad y en el que todos participamos con pasmosa naturalidad y hasta entusiasmo”, admite Gómez.

En cuanto al escenario, lejos de Santiago, Gómez explica su preferencia al decir que es “un escritor de provincia encerrado en la capital”. “Nunca he dejado de escribir de la provincia, por eso no me parece extraño o distinto”, afirma.

“Escribo de una provincia que no es sólo paisaje bonito, postal, o llena de gente sonriente y amistosa. La provincia es un Santiago chico, acotado, con la particularidad que se puede ver nítidamente y mejor todos nuestros defectos, y, claro, también las virtudes. Y donde se mata con la misma constancia, efectividad, regularidad y ganas que en la capital”.

Veterano policial

Con este libro, Gómez reincide además en el género policial. “Vuelvo al género negro, del que nunca me he ido realmente porque Plinio Jáuregui es el protagonista secundario de una novela anterior: ‘La mujer del Policía’”, señala el autor. “Esta es la primera novela, de tres más, en que Plinio investiga casos de su pueblo en un presente cercano”.

Gómez confiesa que la novela policial lo obsesiona sólo para intentar responder una pregunta: ¿Cómo es que nos matamos los chilenos? “Es decir, cómo somos tan constantes en ese deseo, más o menos oculto”, acota.

El autor es un veterano practicante de esta variante, que se ha puesto de moda en el último tiempo (valga decir, por ejemplo, que el último libro de Hernán Rivera Letelier es un policial).

“Chile se pone al día siempre tarde”, comenta Gómez. “Lo que más se lee en el mundo es novela policial. Probablemente esto se deba a que se trata de novela entretenidas de leer, que acogen a lectores, que permiten criticar y levantar la alfombra para ver la pestilencia debajo de un país o una comunidad, pero, ante nada, entretienen. Por lo tanto, si agarra vuelo el género, bienvenido”.

Para niños y adultos

Aunque ha sido autor para niños y adultos, Gómez señala que con este libro no se dirige a ningún público en especial.

“Lo que llamamos público prefiero volver a llamarlo, como se hacía antes, simplemente lectores”, afirma. “Y los lectores, se ha probado hasta el cansancio –asunto que no lo tienen muy claro los expertos en planes de motivación de la lectura- pueden ser todos y cualquiera que coloque los ojos en un libro”.

Para los más chicos, Gómez anuncia no una, sino tres novelas a publicarse este año. “A eso agrego, en el segundo semestre, una nueva entrega de Quique Hache –policial juvenil-, pero corresponde a una segunda novela gráfica con el mismo personaje, por lo tanto tengo allí la mitad de la autoría, la otra mitad es del gran dibujante chileno Gonzalo Martínez”, dice.

Hay Gómez para rato.

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