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La muestra erótica del pintor José Pedro Godoy que removerá el Museo de Bellas Artes «Una historia violenta y luminosa» se inaugura este miércoles

La muestra erótica del pintor José Pedro Godoy que removerá el Museo de Bellas Artes

Con alrededor de cincuenta obras recientes, el artista explora la cultura camp y la lleva hasta los límites. «Me interesa la estética del mal gusto, me interesa lo que pasa con las teleseries, donde está la mala que se está muriendo, con los ojos pintados y la uñas recién hechas, hay algo falso en eso que me atrae y trato de representar. Retrato la sexualidad frontalmente, pero también está idealizada, la idea es estetizar las relaciones, el sexo, el horror», adelanta.


Tomando elementos de la cultura pop, cargado de referencias a las teleseries, el porno soft y la estética camp y con colores saturados, el pintor José Pedro Godoy (Santiago, 1985) crea encuentros sexuales dentro de paisajes nocturnos, algunos de abundante vegetación o en parajes indeterminados en los que ocurren choques o explosiones, en la muestra «Una historia violenta y luminosa», que se exhibirá desde el miércoles en el Museo Nacional de Bellas Artes.

En muchas escenas el pintor se cita a sí mismo aportando un imaginario propio de animales, pájaros, flores, autos en destrucción y cuerpos desnudos o semidesnudos de parejas de distintas identidades y orientaciones sexuales, que miran al espectador sin inhibiciones, cuenta la reseña de la exposición. Su nombre se inspira en una frase con la cual la cantante y actriz mexicana María Félix describía a su patria.

«Me interesa la estética del mal gusto, me interesa lo que pasa con las teleseries, donde está la mala que se está muriendo, con los ojos pintados y la uñas recién hechas, hay algo falso en eso que me atrae y trato de representar. Retrato la sexualidad frontalmente, pero también está idealizada, la idea es estetizar las relaciones, el sexo, el horror», cuenta Godoy.

En el catálogo de la exposición, el periodista Óscar Contardo explica que además del softporn que es una versión más suave o menos literal del porno, el artista se nutre de la estética camp.

«La irrupción del adjetivo camp en el ámbito del debate intelectual, gracias al famoso ensayo de Susan Sontag, iluminó aquello que antes había permanecido en la oscuridad, en la zona clandestina donde la sexualidad disidente se resguardaba de la policía social. Lo camp era hasta ese momento el espíritu que surgía a contrapelo del gusto oficial y los patrones de comportamiento convenidos como apropiados por una comunidad», aclara el autor.

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Dimensiones antagonistas

Con el mismo título de la exposición, la obra central de la muestra es una pintura de tres por once metros. Se trata de un políptico de siete paneles unidos que cumplen el rol de los antiguos carteles de las películas, que se pintaban en grandes lienzos y se instalaban en la fachada de los cines. En esta obra, Godoy representó dos escenas antagónicas que muestran dimensiones negativas y positivas del mundo actual.

Godoy, licenciado en Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile, ha expuesto individualmente en Santiago y Nueva York y en muestras colectivas en Chile como también en Panamá, Canadá (2013), Bolivia (2010), Argentina (2008).  Además ha participado en ferias de arte como ARCO Madrid sección Solo Projects Focus Latinoamérica, Pinta NY, Cutlog Paris, Cutlog NY, ArteBA, Ch.ACO, Art Scope y Art Miami.

Entre sus premios destaca la adjudicación del Fondart en los años 2012 y 2015, el último para el montaje de esta exposición. En 2010 obtiene una mención honrosa en el concurso Entre Ch.ACO y Finlandia. En el año 2008 gana el segundo lugar en el concurso Cabeza de Ratón organizado por el Museo de Artes Visuales de Santiago, por su obra Naturaleza Quieta/Paisaje. Además ha sido finalista a los premios Illy Sustain Art (ARCO Madrid, 2015) y Arte (Cutlog París, 2013).

Cuenta con dos publicaciones monográficas: los catálogos de El Progreso del Amor (2012) y Heliogábalo (2010), y su obra ha sido incluida en libros de arte y teoría como Sub30 (Jorge González Lohse Ed. Editorial Ocho Libros, Santiago, Chile, 2014), Revisión Técnica (Jorge González Lohse Ed. Editorial Ocho Libros, Santiago, Chile, 2010) y Desmemoria y Perversión (Fernando Blanco, Editorial Cuarto Propio, Santiago, Chile, 2010), además de estar incluida en numerosos catálogos y revistas de arte (Chaco, Galería Gabriela Mistral, Sala de Arte CCU, Sala Cero, Pinta NY, Picnic).

Entre sus obras favoritas e inspiradoras hay de todo, según comenta: la pintura El Cerrojo, del francés Jean-Honoré Fragonard o novelas eróticas como Historia del ojo de su compatriota George Bataille. También películas como La ley del deseo de Pedro Almodóvar, la escultura El rapto de Proserpina del renacentista Gian Lorenzo Bernini, la obra Puppy de Jeff Koons, lienzos como Niños en la playa del post impresionista Joaquín Sorolla, o artistas como el inglés David Hockney, el cineasta Pier Paolo Pasolini, el pintor norteamericano Paul Cadmus o su colega cubano Félix González Torres.

Brillar con luz propia

Godoy es pareja del escritor Pablo Simonetti, pero sin duda brilla con luz propia: ha vendido cuadros por varios millones de pesos, todos marcados con un particular estilo.

«Esta exposición reúne gran parte de los que he pintado durante los últimos tres años, y teniendo la confianza en que las obras al estar juntas iban a tener una coherencia, no tuve mucho criterio en la selección», confiesa Godoy. «Pero sí dejé fuera un cuadro, porque se escapa del relato que quería articular con Historia violenta y luminosa, y otros que si bien calzaban, se volvían muy repetitivos. Muchas de estas pinturas que no van a ser expuestas están listas, y otras a medio camino».

Aunque su obra puede resultar provocadora, el artista pretende sobre todo que su trabajo lo «vea mucha gente», para lo cual fue clave la selección del MNBA.

Aún así, estima que «distintas personas tienen aproximaciones muy diferentes, y saber las lecturas y reacciones que una pintura puede generar es muy entretenido y también muy estimulante».

Temáticas camp

Entre los temas de su trabajo, Godoy apunta a elementos como la apariencia del deseo, la seducción, los lugares comunes en torno al sentimentalismo y el romance, el erotismo, y la relación entre naturaleza y artificio, lo vivo y lo muerto.

En cuanto a su vínculo con la estética camp,el pintor apunta a que se trata más bien de una sensibilidad, «y eso lo hace más interesante, porque es un vínculo que une distintas cosas que en términos formales pueden ser muy distintos, y ahí caben personajes, artistas, películas, novelas, canciones, lugares y muchas cosas más».

«Entendiéndolo así, tengo una sensibilidad compartido con eso que se entiende como camp, pero no porque tenga una voluntad de hacerlo, o una determinación en que mi trabajo se inscriba dentro de ese concepto».

Para la alegría de sus seguidores, el trabajo de sus primeros 10 años en pintura pronto podrá verse en un libro, publicado por la prestigiosa casa editorial Puro Chile.

Influencias

Reconoce que hay aspectos formales de artistas como el estadounidense David LaChapelle, que suele mezclar íconos de Hollywood con una estéctica religiosa, que son parte de su trabajo, «pero no tengo una fijación particular con él. Y me llama la atención, porque en las entrevistas que he dado por esta exposición me lo han preguntado mucho, y creo que se debe a la exposición que se hizo de él el año pasado en el MAC».

«Veo muchas cosas, y de ahí voy tomando referencias, copiando, citando, o representando», revela Godoy. «A veces eso está vinculado a los temas o los relatos, pero también a la paleta de colores, la composición, el formato y las dimensiones, que son las cualidades que finalmente determinan la apariencia de una imagen y así también lo que esta significa».

«Hay muchos artistas, cineastas, fotógrafos, diseñadores que me influyen, pero también algunos videoclips, como los playeros de Luis Miguel, o películas como La Sirenita o La ley del deseo, revistas como Butt Magazine, lugares como los invernaderos, las florerías, los ritos de iniciación, y tantas cosas más».

 

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