Presentará su último disco, «Centellas». «Yo busco al cantar que pase algo, nunca sé bien qué, pero lo importante es que pase algo. La energía del vivo es algo colectivo, se hace entre todos. Así fue todas las veces, por eso voy con ilusión», señala el cantautor.
Una nueva presentación en Chile prepara el cantautor argentino Julián Oroz (Buenos Aires, 1986), quien vendrá en marzo a mostrar «Centellas», su última producción.
«Llevar mis canciones al otro lado de la cordillera siempre es algo increíble», comenta. «Claro que hoy por hoy con el avance de las tecnologías es posible compartir la música sin salir de tu casa, pero sin dudas el contacto directo entre las personas es clave, más en estos tiempos. Es de vital importancia vivir las experiencias en primera persona».
Anteriormente, este músico publicó los discos «Las cosas que se ven con los ojos cerrados” y “La importancia”. Ha realizado giras en ciudades como Montevideo, Florianipolis y Cordobá.
Su primer contacto con Chile «fue hace varios años en un maravilloso viaje que me llevó desde Puerto Montt hasta Antofagasta y más también», señala. «Luego volví en repetidas ocasiones a Valparaíso, ciudad de la que me enamoré a primera vista. Mi mas reciente estadía fue en Santiago el año pasado, que hasta ese entonces, aunque parezca mentira, no conocía. Tal fue de hermoso aquel último viaje que ahora me encuentro planificando el de este 2017».
Oroz describe su música como simple, con canciones «breves y bien directas». «Buscan ser lo más humanas posible, por eso a veces son tiernas, graciosa, tragicas, efusivas, melancólicas, alegres y varias cosas más, así como lo son las personas. Cuando las canto en vivo intento ser lo menos solemne posible. Me gusta la frescura. Me llevo bien con eso».
Según reseñó el año pasado el diario argentino Página 12, sus temas «tienen una dosis de humor, ingenuidad y hablan de horneros y caracoles».
A la hora de nombrar a sus maestros, Oroz reconoce tener una clara conexión con la música del Uruguay. «Entre mis influencias más grandes se encuentran Jorge Drexler, Fernando Cabrera y Jaime Roos, todos ellos uruguayos. También sin dudas artistas argentinos como Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Charly Garcia y Fito Paez, entre otros».
En cuanto a la música chilena, conoce a los clásicos como Víctor Jara, Violeta Parra y Los Jaivas. «Y también los actuales, entre los cuales resalto a Chinoy, Nano Stern y Camila Moreno. Destaco a estos últimos tres porque creo que son parte de la nueva generación cancionera. Son aire fresco y vital. Tienen un lenguaje propio, tanto en sus voces como sus letras».
Respecto a su experiencia en nuestro país, dice que ha tocado aquí en varias ocasiones y lo que más resalta «es la atención que hay».
«Todas las veces que me ha tocado estar en un escenario, la respuesta del público ha sido muy cálida y receptiva», asegura. «Suelo interactuar bastante con la gente, por eso es clave que haya interés del otro lado. Ya sea para hacer palmas, cantar, reír, o simplemente estar ahí, siendo parte. Yo busco al cantar que pase algo, nunca se bien que, pero lo importante es que pase algo. La energía del vivo es algo colectivo, se hace entre todos. Así fue todas las veces, por eso voy con ilusión».
