Publicidad
Ernesto Ottone en sus horas claves ante últimos trámites del Ministerio de las Culturas Este miércoles la iniciativa fue aprobada en el Senado

Ernesto Ottone en sus horas claves ante últimos trámites del Ministerio de las Culturas

El proyecto más emblemático del CNCA deberá pasar su último obstáculo la próxima semana en la Cámara de Diputados, tras lo cual quedará listo para su promulgación. Algunos temen, eso si, que si esto no sucede en agosto, debido a un eventual paso a Comisión Mixta, la dilación sería el peor enemigo, ya que, se encontraría con otras iniciativas más urgentes como la Reforma Educacional, y de ahí todo sería incertidumbre.


El futuro Ministerios de las Culturas, las Artes y el Patrimonio se encuentra en la puerta del horno, y su ministro Ernesto Ottone, atento a la cocción esperando la hora para descorchar la champaña. Y es que el emblemático proyecto fue despachado este miércoles en su segunda jornada en el Senado y se espera que la próxima pasar a la Cámara de Diputados, donde mantiene suma urgencia y en caso de obtener luz verde quedará listo para su promulgación. De lo contrario, podría pasar a comisión Mixta, donde el riesgo de dilación sería el peor escenario.

Los más optimistas esperan que la aprobación parlamentaria ocurra antes de la próxima Convención del Consejo Nacional de la Cultura (CNCA) y las Artes, a realizarse en Arica entre el 24 y 27 de agosto. El martes y miércoles hubo centenares de artistas, gestores culturales y miembros del CNCA en la Cámara Alta para ser testigos del histórico trámite. En el mundo de la cultura hay gran optimismo de que este mes el ministerio, un viejo anhelo del sector, después de varios años finalmente vea la luz.

El actual proyecto, que como es de suponer no termina de convencer a todos, entre otros abarcará bajo un mismo paraguas funciones que actualmente desempeñan la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM), el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y el propio CNCA. Entre las objeciones de algunos está la creación de una verdadera «burocracia cultural», ya que pasará de los 1.200 funcionarios actuales a 2.400. Un «elefante» que de nacer heredará el próximo gobierno.

Para el académico Pablo Chiuminatto, uno de los más entusiastas detractores, «la Nueva Mayoría se ha autoconvencido de que es esto o nada», expresa. «De la misma forma en como cooptan cualquier otra línea política distintas al modelo binario de izquierda y derecha, sin alternativa».

Expectativas

Más allá de que sea este mes, en el CNCA las expectativas están puestas en poder contar sí o sí con el nuevo ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio durante el mandato de la presidenta Michelle Bachelet, según expresa Moira Délano, subdirectora nacional de Cultura (s).

«Por supuesto que los tiempos no dependen de nosotros, pero valoramos el alto compromiso e interés que han mostrado los parlamentarios de todas las bancadas para este proyecto que además tiene suma urgencia», dice.

Tras la sesión del miércoles, Ottone agradeció el apoyo de las bancadas. “Estamos felices por este paso crucial para un proyecto ampliamente esperado por artistas, cultores de nuestro patrimonio y la ciudadanía cultural del país, y que dotará a Chile de una institucionalidad más robusta, coordinada y desplegada territorialmente. Ahora queda su revisión por la Cámara de Diputados en su tercer trámite, donde esperamos sea aprobado para celebrar prontamente la creación» del nuevo Ministerio.

El mundo cultural destila optimismo y apuesta por una aprobación este mismo mes. En la Unión Nacional de Artistas (UNA) hay confianza en que el proyecto sea aprobado en un plazo breve, según expresó uno de sus directores, el cantautor Mario Rojas. «Consideramos que es un buen proyecto» y las objeciones del gremio son «menores». «Estamos muy esperanzados».

«Es un proyecto que lleva harto tiempo de discusión y se han zanjado los puntos más complejos. Mi impresión es que se ha llegado a un consenso de todos los sectores políticos respecto de la necesidad de contar con un ministerio. Creo que no debiera pasar de agosto», coincidió Bárbara Negrón, directora del Observatorio de Políticas Culturales.

La concejal por Santiago y ex presidenta de la  Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, Rosario Carvajal, también espera que «este mes exista un resultado con respecto al ministerio. Es un anhelo de las comunidades».

Ahora le toca a la Cámara de Diputados, pero tampoco allí parece haber mayores obstáculos. «El proceso está bastante avanzado y prácticamente finiquitado», expresó el actor y diputado Ramón Farías, más allá de «cambios menores» que «van a ser ratificados» en la Cámara Baja.

Añadió que de aprobarse en el Parlamento «estaríamos para que dentro del periodo de la presidenta Bachelet se eche a andar el Ministerio y que el ministro Ottone pase a ser ministro de verdad», en referencia al secretario del CNCA que actualmente sólo tiene «rango» de ministro.

Temores

Entre los más pesimistas temen que la tramitación quede entrampada, y que pase a Comisión Mixta lo que diltaría su tramitación y se vería enfrentado a iniciativas más urgentes, como la Reforma Educacional.

Lo que definitivamente es harina de otro costal es la puesta en marcha, que requiere una reglamentación por parte del Ejecutivo.

Arturo Navarro, director ejecutivo del Centro Cultural Estación Mapocho, advierte que la futura implementación del nuevo Ministerio y -lo más relevante- la integración de los dos servicios públicos existentes, con sus funcionarios, deberá esperar probablemente para el próximo año. El diputado Farías estima que la aprobación de un reglamento respectivo sería entre enero y febrero de 2018, muy poco antes de la asunción en marzo del nuevo gobierno.

Para Navarro este proyecto avanza sustancialmente en reparar la deuda que dejó la ley que creó en CNCA, dejando fuera de ella a la DIBAM y el CMN. Ahora ambos estarán, junto al CNCA, bajo un solo paraguas, en un Ministerio, y existirá una autoridad que resuelva las duplicidades y descoordinaciones que pudieran producirse, asegura.

Chiuminatto, en cambio, lamento que el foco del diseño del futuro ministerio no está centrado en el arte y la cultura, sino más bien para las políticas culturales del gobierno de turno, «enmascarado en un Estado protector».

«El ministerio está planeado para fagocitar cualquier iniciativa particular y transformarla en obra del propio ministerio. Se viene un tiempo de arte fiscal, no se trata de un gran cambio respecto de lo que ha ocurrido en los últimos tres años», expresa.

«Ahora, lo que es importante de comprender en este caso, es que es un proyecto que le conviene a quien gane. Manejar un ministerio con el diseño actual significa disponer de una máquina de propaganda imparable. Claro que si gana la derecha, veremos a la futura oposición, acusando al nuevo gobierno de populista, pero es así. Este gobierno con el diseño del ministerio dejó allanado el camino hacia el populismo», advierte.

El proyecto ha sufrido un tortuoso recorrido. Un primero borrador fue elaborado durante el gobierno de Sebastián Piñera, bajo el mandato del entonces ministro Luciano Cruz-Coke. Al asumir el gobierno de Bachelet, la primera ministra del ramo Claudia Barattini fue la encargada de lidiar con el tema mediante una indicación sustitutiva, hasta el nombramiento de Ottone en mayo de 2015.

Délano asegura que este proyecto de larga data es resultado de un trabajo que se ha articulado de manera participativa, «donde tanto funcionarios de las instituciones involucradas, como artistas, cultores, la ciudadanía cultural, y comunidades indígenas que fueron parte del proceso de consulta previa».

«Por lo tanto es una iniciativa que cuenta con el respaldo y el aporte de todos los sectores de las culturas, las artes y el patrimonio, que ven en este proyecto una evolución y consecuencia necesaria de dotar a Chile de una institucionalidad más robusta, coordinada y con presencia en todo el territorio».

Publicidad

Tendencias