Publicidad
«Malen» y «Noche Mapuche»: Las artes escénicas revisan la cultura Mapuche Ambas apuestas retratan temáticas no convencionales a través de las artes

«Malen» y «Noche Mapuche»: Las artes escénicas revisan la cultura Mapuche

“Malen” y “Noche Mapuche”, son dos de las apuestas que durante octubre estarán disponibles en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). Ambas, desde perspectivas un tanto opuestas, buscan ser un espacio de conversación sobre cómo y a lo largo del tiempo, los pueblos originarios y sus culturas han sido marginados. «Malen», dirigida por Ricardo Curaqueo, llega a romper el estereotipo al que hoy se relaciona el pueblo mapuche, a través de la belleza y el acercamiento a su cosmología. Mientras que Noche Mapuche, una apuesta teatral irreverente, cuestiona lo que se conoce públicamente del caso Luchsinger-Mackay.


Desde el próximo 12 de octubre, fecha que indica la llegada oficial de la primavera, estará disponible Malen, pieza de danza contemporánea, que tiene por objetivo alejar al pueblo mapuche del concepto de marginalidad y trasladar sus creencias al escenario, mediante el trabajo corporal de 16 intérpretes. Así, Ricardo Curaqueo, director del montaje, utiliza el frente artístico para hablar sobre, lo que desde su punto de vista, es relevante.

Curaqueo explica que Malen, surge a propósito de su propia experiencia escénica como mapuche tras conocer a una cantidad importante de mujeres mapuches realizando labores, quizás silenciosas, pero de gran trascendencia. “Nace también un poco desde la nostalgia, de pensar en las abuelas que no conocí que manejan un conocimiento importante. Estoy tratando de recuperar eso, por así decirlo. De reconstruir mi propia historia como mapuche en ciudad. Los mapuches no sólo están en el campo y desde acá también construimos”.

Obra de danza «Malen». Todas las fotos gentileza Centro GAM

En cuanto al objetivo, comenta que la puesta en escena no es una ceremonia ni un ritual, sino que más bien busca ubicar cuerpos de mujeres mapuches en escena y que éstos desarrollen un diálogo generacional. “La idea es que desde ahí se comience a construir lo mapuche como una unidad, es una relación conceptual y simbólica. Desde ese punto de vista, estamos frente a una reinterpretación, pues lo mapuche nunca ha poseído un carácter escénico pero sí privado e íntimo”, destacó.

Dentro de la misma línea, el también bailarín, profundiza en la marginalidad que a lo largo del tiempo la comunidad mapuche ha debido enfrentar. “Desde que tengo experiencia, los mapuches siempre nos hemos visto en espacios marginales y este grupo de 16 mujeres no es la excepción. Esta decisión política, de agrupar específicamente a estas personas, tiene que ver con otorgar visibilidad y tomarnos los espacios, pues creemos que no han sido suficientes, no han sido los que deberían, en relación a la importancia que el tópico tiene para este país”.

Curaqueo, quien debuta con esta pieza en la dirección, detalló: “Por supuesto que hay otras obras que abordan lo mapuche pero no siempre pertenecen o alcanzan a instalarse en espacios de oficialidad artística. El GAM implica una institucionalidad y creo importante plasmar estos temas, pues veo que otros conflictos se retratan frecuentemente, sin embargo, los asociados a los pueblos originarios, específicamente, al pueblo mapuche, siempre se han visto limitados”.

Al hablar sobre el choque que se produce entre la cultura mapuche y la occidental, Curaqueo señala que tal planteamiento es relativo y que se puede abordar desde diversas aristas. “Desde el ámbito social podemos encontrar un montón de explicaciones. Una de ellas vendría a ser que, actualmente, existe una manipulación por parte del Estado, así como también en la educación que se nos imparte. También, los medios de comunicación participan de esto, pues retratan al mapuche como un ser bélico, es decir, que siempre está inmerso en un conflicto. Esto genera distancias, produce que hasta los propios mapuches renieguen de su origen”.

Frente a ello, concluyó: “Si los propios mapuches reniegan su origen debido a esta caricaturización, el resto se aleja aún más. Por eso necesario instalar obras como Malen, ya que hablan de lo mapuche desde un lugar luminoso y sensible, sin este concepto de guerra y combate. La idea es proponer un nuevo concepto de lo mapuche, donde se refleje la belleza de la mujer mapuche, es importante decir que este lado, que esta belleza también es mapuche”.

Una comedia negra

Por otra parte, Noche Mapuche, obra teatral dirigida por Marcelo Leonart, entrega otra mirada referente al rol de los pueblos originarios, específicamente, sobre el tratamiento otorgado al mal llamado “conflicto mapuche”. Esto, se lleva a cabo a través cuatro historias que hilan el relato central, que de alguna u otra manera pretende dar vida a un casi infinito espiral de violencia.

Leonart, puntualiza que su atención, a la hora de escribir, se centra en lo que ocurre en el diario vivir y lo que se ve y no se ve en los medios de comunicación. Dentro de este contexto, puntualizó: “Me llamó mucho la atención de cómo antes del caso Luchsinger, se quemaban un montón de camiones y esto, aparecía en la primera plana de todos los diarios, sin embargo, cuando murió Matías Catrileo, eso no pasó. Las noticias eran confusas y generalmente no estaban en un espacio tan visible”.

A esto se le suma su reciente fanatismo por las películas del oeste las que, a su juicio, si observas detenidamente puedes trasladar a lo se denomina “conflicto mapuche”. Marcelo, señala que al analizar todo lo que ocurre en esa zonas, “te das cuenta que es como si estuvieras viendo una película del far west, ni más ni menos, corresponde a los mismos motivos, al mismo paralelo”.

El hilo narrativo, de alguna u otra forma, está para dar a conocer una acumulación absoluta de violencia e intentar de encontrar el origen de este espiral. “La idea es crear esta llamada acumulación para detectar el acto de definitiva violencia, que se ha establecido en la opinión público y que yo creo tiene que ver con el caso Luchsinger, no obstante, desde mi punto de vista, este hecho es parte de dicha violencia. Esto no surge desde un lugar inocuo, por mucho que sea una circunstancia terrible, sino que más bien es parte de un todo”.

“De alguna manera ese es el sentido, dar cuenta cómo a través de los siglos y en diferentes instancias, se producen abusos y circunstancias de violencia que devienen de alguna manera en más violencia”, agregó Leonart.

El autor de “El libro rojo de la historia de Chile” (2016), profundiza en lo que espera lograr en la audiencia, destacando la reflexión no siempre agradable que el espectador logra realizar al estar frente a diferentes historias que aborda de una u otra forma la violencia. “El acento está ubicado en que es una historia que aborda  violencia. La obra no plantea ninguna solución o resolución  al respecto, lo que sí me interesa es dejar claro nuestro bando, hay una mirada y una intención de mostrarle a la comunidad nuestro punto de vista que guarda relación con el espíritu de Matías Catrileo. La idea es plasmarlo como un símbolo y no necesariamente en algo concreto, algo que está y que es lo que más nos conmueve”.

Noche Mapuche tuvo su estreno el pasado viernes 29 de septiembre y es protagonizada por Nona Fernández, Pablo Schwarz, Daniel Alcaíno y Roxana Naranjo, además de contar con la participación de Caro Quito y Felipe Zepeda. El montaje tendrá funciones hasta el 28 de octubre en el GAM.

Publicidad

Tendencias